Los jóvenes corrían desesperados entre los pasillos y las calles de corea, mientras la lluvia los mojaba, era inevitable no notar a dos chicos corriendo con vestimenta blanca; uno de ellos con los ojos vendados y otro con un arma en la mano.
Después de correr YoonGi notó el cansancio de Jimin y decidió buscar un escondite. Divisó en la orilla del muelle una vieja fábrica que había cerrado así que llevo a Jimin hasta ahí para ocultarse y pasar la noche.
- Suga... ¿dónde estamos?- cuestionó en un tono muy bajo y débil.
Yoongi lo mantenía entre sus brazos cual bebé arrullándolo mientras el sonido de la lluvia golpeando las viejas laminas del lugar callaban sus demonios.
- Estamos en casa Jimin, ahora duerme.
- Hyung... Cántame esa canción de nuevo... - el mencionado comenzó a mecerle mientras cantaba.
- Susurra tu despedida. No llores. Duerme tranquilo, criaturita. Sufres criaturita. día y noche, pero algún día despertarás en el cielo. Negro y pálido, Blanco y rojo. Coronas de muerte en las cabezas de los jinetes. Negro y pálido, blanco y rojo, ningún niño duerme en el infierno. Allá abajo en lo profundo del valle hay un pobre corderito. Cuervos y milanos le picotean los ojos, pobre corderito, cómo llama a su madre, cómo la llama entre llantos... - Y así, cantándole esa bella canción Jimin cayó dormido en sus brazos mientras YoonGi velaba por él.
La noche caía y la lluvia había cesado un poco, YoonGi admiraba la cara de Jimin iluminada por la luz de la luna y no pudo evitar acercar sus labios a los de él y darle un casto beso.
- ¿Hyung? - cuestionó aún adormilado - ¿No has dormido Suga?
- No Jimin, pero tú debes descansar...
- Ya no quiero dormir Suga... he estado en la oscuridad durante mucho tiempo, sin poder ver tu rostro
- Sabes porque no puedes verme Jimin...
- Aún así... - susurro tomándolo del cuello -... Nada me prohíbe tocarte - y sin más pegó sus labios en un apasionado beso jugando con sus lenguas, mientras ambos se abrazaban.
YoonGi se hincó en el suelo y Jimin frente a él mientras se dejaban llevar por la pasión y se despojaban de sus prendas uno del otro. YoonGi se abalanzó con cuidado sobre Jimin recostándolo sobre su ropa mientras acariciaba su pálido abdomen y lo besaba. Jimin no era capaz de quitarse aquella venda por seguridad de ambos, pero con el simple tacto; y producto de su enfermedad psicológica era capaz de deleitarse con sus dedos el fino rostro de su amado.
- Hyung... Quiero... - decía con la respiración acelerada mientras Suga mordía su cuello - Quiero sentirte de nuevo, después de todos estos años.
Sin responder nada YoonGi metió su mano por la ropa interior de Jimin masturbándolo mientras su cuerpo se retorcía de placer. Lo Amaba, pero también Amaba torturarlo y lo gozaba más si era en pleno acto sexual.
- Jimin...- susurro en su oído -... Sé que estás cansado, pero ya conoces las reglas, sabes que nos gusta jugar, ¿de acuerdo?
- S-Si Hyung... Ah~
Yoongi movía sus manos por toda su hombría tratando de llevarlo al borde, y justo cuando Jimin estaba a punto de tener su orgasmo se detenía, impidiéndole así liberarse y dándole un placer y dolor inmenso.
- Hyung... Suga, ah~ ah~ - sollozaba - déjame venirme... Por favor, duele.
- No Jimin... Déjanos divertirnos un poco- dijo riendo un poco en la oreja de Jimin para después mordisquear un poco su lóbulo.
El más pálido sacó su ropa interior, luego la de Jimin atrayendo el cuerpo del contrario más a él.
- ¡SUGA! - gritó en un doloroso gemido que retumbó en la estructura abandonada.
- Hacía mucho que no te sentíamos Jimin - lo besó con lujuria - no recordaba lo perfecto que encajaba tu cuerpo con el nuestro.
- Hyung... Dame más, déjame sentirte por completo... ¡ah! Ah~ - se quejó cuando Suga salió y entró de golpe dando justo en su punto.
- Aguanta... Ah~ un poco más Minnie - aumento la velocidad mientras la cara de sufrimiento en Jimin era evidente, y aquella venda en sus ojos se humedecida producto de sus lágrimas.
- Hyung, te lo suplico... Déjame...
- Hazlo - ordenó en su oído y sin más Jimin se vino en un gemido ahogado y al sentir sus paredes contraerse Suga se vino junto a él.
Suga salió de él y después de vestirlo volvió a acurrucarlo en sus brazos.
- Suga Hyung... Quiero verte - pidió tímidamente pues... Sabía que por más que insistiera YoonGi no se lo permitiría.
- Jimin, ¿recuerdas como era la última vez que me viste?
- Hermoso... Lo único en lo que podía pensar. Lo único que quería mirar.
- ¿A todos nosotros?
- A todos Hyung...
¿A que se refería YoonGi cuando hablaba en plural? Quizá Lee tenía razón y aquellos dos escondían más de un solo secreto. Pero ya saben lo que dicen... Un buen asesino jamás confesará todo y la mayoría de sus crímenes se los lleva a la tumba. Pero lo curioso de estos asesinos y enfermos es que ellos ya estaban muertos en sus mentes y harían cualquier cosa para sentirse vivos una vez más... Cosa imposible.
(...)
- ¿Han sabido algo de ellos? - entró Jeon con total preocupación en su cuerpo.
- No, señor. La última vez que se les vió fue a las afueras de la ciudad. Hombres han ido a buscarlos sin éxito.
- ¡Pues dense prisa! - golpeó la mesa - todos son unos inútiles - gruñó y salió de ahí.
- Me preocupa - entró su jefe a aquella oficina.
- ¿De que habla señor? - cuestionó Lee aún revisando documentos.
- Jungkook jamás se había comportado así con ningún caso.
- Bueno... Ya sabe cómo es él. Comprometido con su trabajo.
- No hay que confundir el trabajo con la vida joven Lee - y sin más dejo la habitación.
(...)
No sé cuánto tiempo más podremos mantener a Jimin a salvo, me preocupo por él, y no quiero que le pase nada.
- ¿Y si simplemente lo proteges con tu vida y eres capaz de detener la bala por él?
- Eso no ayuda mucho, ya lo he hecho.
- ¿Y si le atamos una correa cual gatito? Sabes lo mucho que nos pone verle así.
- No es momento para esto.
- ¿Por qué no simplemente matamos a todo aquel que se le acerque?
- Ya lo hice - rodos los ojos en señal de fastidio.
- ¿Por qué no simplemente ideamos un plan muy inteligente que implique sangre?
- ¡Ya basta! ¡Todos ustedes largo!
- ¿Hyung? ¿otra vez los chicos? - el mencionado suspiro en señal de cansancio así que Jimin le tomo las manos - anímate Hyung, por lo que puedo ver ya es de día. ¿Por qué no nos vamos ya? ¡Sé muy bien qué te animara!
- ¿A-a sí?
- ¡Sí! ¡vayamos a robar algún banco!
Ambos sonrieron con malicia, robar un banco era más allá de obtener dinero. Era la sensación y adrenalina de poseer un arma y someter a todas esas personas, de escuchar su temor y llanto, las patrullas al rededor acercarse, la emoción de comenzar un tiroteo o hacer explotar algún edificio mientras son perseguidos en un auto robado. Esa era la sensación más hermosa del robo a un banco.
- ¡Vamos! - carraspeó la garganta con un timbre de voz diferente.
- Ese es mi YoonGi
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P.R.E.Y. (BTS)
FanficJung Hoseok . Alguien le ha robado lo más importante de su vida... Y se rehúsa a vivir sin él. Los inspectores Jeon Jungkook, de la policía Coreana, y Lee, del centro de Japón, componen las piezas de este rompecabezas. Lo que parecía una serie de r...