Marioneta

Capítulo 3

PoV Tom

Nos aparecimos en el estudio de Lucius. Todo seguía tal como lo recordaba: ostentoso y extravagante sin llegar a caer en el mal gusto, los colores verde y plata seguían siendo los más predominantes, la chimenea estaba encendida, el ventanal detrás del escritorio con las cortinas cerradas, los grandes libreros con tomos de todo tipo de magia a nuestro alrededor y claramente un diván y varios sillones en caso de más de un invitado. Me aproximé al sillón más cercano a la chimenea y me senté, mi cuerpo se sentía débil y tenía una sensación rara que no me abandonaba.

-Lucius deja a Potter en una de las habitaciones y colócale un hechizo para que aun no pueda despertar, tengo asuntos con los que debo lidiar antes de ver que haré con esta sorpresa- dije pensativo.

-Si mi Lord- se dirigió hacia la puerta luego de hacer una reverencia.

-Vuelve con Severus de inmediato-

No necesitaba verlo para saber que había asentido antes de salir de la habitación. Mi mirada se centró en las llamas. ¿Qué hacer? El chico es mi Horrocrux, probablemente si él lo sabe entonces el viejo también, debo buscar mis pedazos de alma por seguridad. Por otro lado, ¿Cuál es realmente mi camino? Poder es lo que quiero, pero ¿Cómo tomarlo? Estaba tan concentrado en mis cavilaciones que no noté la entrada de otras personas en la habitación.

-Mi señor...- la voz áspera y grave de Severus hizo que me girara en su dirección. Su reacción me intrigó, normalmente su máscara sin emociones era perfecta, pero al momento en que su mirada se posó en mi la sorpresa se hizo visible en su semblante.

- ¿Qué sucede Severus, ya no me reconoces? -

-Su magia haría muy difícil que no lo reconociera mi señor, pero ciertamente me sorprende como recobró su más antigua apariencia física- un momento ¿qué?

Sin perder tiempo transforme uno de los adornos sobre la chimenea en un espejo de cuerpo completo y el reflejo que me mostró no era para nada lo que esperaba. Mi piel blanca, mi cabello liso y negro, mis facciones finas pero fuertes. Volvía a lucir como cuando tenía 25 años, la única gran diferencia era en mis ojos, estos seguían teniendo una tonalidad rojiza.

-Bueno no puedo decir que este cambio me desagrade, pero creo recordar no tener cabello una vez que el ritual terminó o ¿me equivoco Lucius? - Este se encontraba detrás de Severus, más cercano a la puerta.

-Y no se equivoca mi Lord, cuando usted llamo al círculo interno al cementerio, su aspecto era totalmente distinto, pero cuando salió de la concentración de su magia y de la de Potter, esta era imagen- Interesante, ¿será posible que la magia misma decidió sanarnos?

-Severus, muéstrame que sucedió cuando el chico de Hufflepuff volvió con la Copa- este asintió y mirándome a los ojos bajó sus barreras oclumantes.

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Estabamos en la entrada del laberinto en el campo de Quidditch, cuando de repente el chico de cabello oscuro y túnicas amarillas y negras apareció. La gente empezó a celebrar y a aplaudir, la banda de Hogwards tocaba y los profesores se acercaban al muchacho que no se había levantado del sitio donde había caído. La risa lúgubre del chico se alzó por sobre la emoción de los que celebraban.

-No deberíamos alegrarnos tanto...-fue lo primero que afirmó el joven. Dumbledore se paró frente al joven y preguntó.

-Mi muchacho ¿Por qué dices eso? Acabas de ganar el Torneo de los Tres, en este caso cuatro, magos-