Capítulo 13 1/2

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-Toma mi brazo Draco-

-No puedes desaparecerte en Hogwarts Harry- dijo Draco serio, a pesar de que siguió mi instrucción.

-Si eres dueño de ella, claro que puedes- dije sonriendo con arrogancia mientras desaparecíamos.

Segundos más tarde aparecimos en la mansión Malfoy, justo frente a la sala de juntas. Se que a Draco le intrigaría el porque pude entrar directamente, ya más tarde le comentaría la razón. Nos separamos y lo miré a los ojos.

-¿Estás listo Dragón?- él asintió.

-Estarás orgulloso Mi Rey-

-Ya lo estoy Dragón, pero no quiero que te dejes pisar por nadie- nos miramos a los ojos- Nadie en esa sala es más importante que tú, ningún mortífago está sobre ti, eres de mi corte Draco, mi mano derecha, no te dejes amedrentar-

-Soy un Malfoy Harry, sé muy bien cómo tratar a la gentuza- dijo orgulloso.

-Pues recuerda que una vez crucemos esa puerta tus padres y familiares son parte de esa gentuza también- el asintió con seguridad y para mi sorpresa una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.

-Me gusta esa imagen- yo le sonreí de vuelta.

-Muy bien- respiré hondo – adentrémonos Draco, pero antes...-

Saqué mi varita y trasmuté su ropa a un traje negro de botones que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, con hombreras eran en el lado derecho la cabeza del león y en el lado izquierda la de una serpiente, tal como mi marca. Ambas hombreras eran gris plomo metalizado, los botones del traje eran del mismo color. Una vez termine con él, cambié mi traje a uno igual al suyo excepto que venía acompañado con una túnica corta, las hombreras eran las cabezas pero la del león era dorada oscura de aspecto antigua y la serpiente color plata también oscurecida, los botones de la túnica eran solo plateados oscuros.

-Son perfectas mi Rey-

-Solo lo mejor para nosotros Dragón- él sonrió- ahora prosigamos-

Draco se dirigió primero a las puertas que nos separaban del salón y las empujo hasta abrirlas complemente causando que la sala se quedara en silencio. Él se colocó del lado derecho de la puerta para darme paso. Su mirada estaba fija al frente, su cara mostraba seriedad y orgullo. Yo me adentré con paso firme en la habitación, vi a Tom en su trono sobre la tarima y junto a la ventana en el lado izquierdo de la tarima se encontraban Sirius y Remus recostados. Ambos rápidamente se pararon correctamente e hicieron una leve inclinación en mi dirección.

-Bienvenidos- dijo Tom mientras se levantaba, yo respondí con un asentimiento.

Caminé seguido de Draco hasta estar frente a él y subí a la tarima para colocarme a su lado. Draco se quedó junto al lado derecho de la tarima estando así más cerca de mí.

-Amigos, recordarán al joven Potter claramente y bueno creo que todos conocen al hijo de Lucius, Draco-

Los mortífagos se encontraban, igual que en el recuerdo de Sirius, amontonados al final de la habitación. Unos cuantos asintieron ante las palabras de su amo, pero todos, incluido Lucius, definitivamente miraban con reproche a Draco por el hecho de no haber saludado, ni rendido pleitesía a Tom como seguramente todos ellos debían hacer.

-Lucius si no quitas esa mirada hacia Draco te prometo que un Crucio será el menor de tus preocupaciones- dije con seriedad, el levantó el rostro con orgullo y camino hacia el centro de la habitación mientras contestaba:

-Es mi primogénito, puedo verlo y en este caso amonestar su comportamiento de la forma en que considere pertinente- Las risitas al fondo no se hicieron esperar.

-Error- dije tajante.

Con esa solo palabra Draco se movió con una velocidad impresionante hasta quedar detrás de Lucius. Pateo su rodilla por detrás haciéndolo caer sobre estas, lo tomó por el cabello y clavó su varita en el cuello.

-El único que puede amonestarme es mi Rey pedazo de escoria- una vez terminó de decir eso una pequeña luz salió de su varita hasta Lucius y este empezó a convulsionar gritando de dolor. Draco le había aplicado una maldición de rayos eléctricos, sonreí con deleite. Dos segundos más tarde la maldición paró y Draco hizo que Lucius me mirara.

-Draco es mi mano derecha, parte de mi corte-

-Su lealtad, su magia, su vida, son mías. Él me pertenece - hice un momento de silencio – Vuelve a equivocarte sobre cómo tratar a los míos y no saldrás tan bien parado- Con esas palabras Draco lo soltó como con asco y volvió a su posición inicial a mi lado. Miré a los demás mortífagos y a Narcissa.

-No se equivoquen, para mí ustedes no son más que una paria, una cuerda de inútiles. Los únicos salvables serían los miembros del circulo interno, el resto son escoria. Por tanto, que les quedé claro, mi corte está muy por encima de ustedes- sabía que unos iban a replicar, así que liberé mi magia haciéndolo temblar de pies a cabeza– Ellos dicen brinquen, ustedes brincan. Ellos mandan, ustedes acatan y el que traicione o no acate, pues se atiene a las consecuencias- dije mientras sonreí malévolamente. Solo con decir eso la magia de Sirius, Remus y Draco se descontrolaron vibrando de placer. ¿Quién diría la oferta de subyugar a los mortífagos sería tan bien recibida entre ellos?

- ¿Terminaste? – preguntó Tom mientras me tomaba por el hombro, apenas me tocó nuestras magias se encontraron siendo sumamente liberador y placentero. Cerré los ojos para mantener el control.

-Si- dije seco. La conexión se estabilizó y yo pude volver a respirar tranquilo, pude notar como él también se destensaba. Tom se separó de mí y se sentó en su trono, con un movimiento de mano apareció uno igual para mí, lo señalo mientras me miraba, yo asentí y me dirigí a sentarme.

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Sorpresaaaaa

Sé que no es mucho, pero es un adelanto (como la mitad) del próximo capítulo que realmente no sé cuando tendré listo. Esto salió seguido de 12 y bueno ya que los deje tan cortados no iba a ser tan mala de no darles un poquito más.

Disfrutenlo ;) Espero sus comentarios

Besos,

SüßPichie

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