Capitulo 4

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RABIOSA

- No sabes cuanto te odio...

A pesar de que estoy en la parte trasera del coche atada de manos y pies, intento moverme lo máximo posible para que tenga un accidente. No lo consigo, en parte porque estoy bien cogida, en parte porque tengo el calmante aún en el cuerpo.

Cuando para y sale del coche me sorprende ver que esta frente a un edificio del gobierno.

Me incorporo y le veo hablar con un hombre rubio. Veo que se giran para verme y me hecho para atrás. Hay algo que pinta mal en todo esto...

Veo a Luka volver hacia el coche seguido de ese hombre. Los dos entran y hacen como si no estuviera, aunque por el retrovisor veo al hombre mirarme de reojo.

- ¿Estas seguro de querer hacerlo?

- Si, es la única manera si luego quiero llevarla a mi departamento

El simple hecho de escucharles decir eso me pone la piel de gallina.

El coche pasa por diferentes edificios hasta que al final se para frente a una cúpula transparente que me impide ver el interior a pesar de serlo.

- Baja Erwin, yo me encargo de llevarla

- Como quieras, solo espero que no salgas herido

El hombre rubio baja del coche y vuelvo a quedarme a solas con Luka

- ¿Donde me llevas?

- Vas a hacer una prueba física. Llevas tiempo sin hacer ejercicio y tampoco se cuales son tus habilidades.

- Ni falta que hace que las conozcas.

Por el retrovisor veo que sonríe.

- Intenta no pasarte mucho.

Sale del coche y abre la puerta de los asientos traseros. Me muevo hacia atrás para que no pueda tocarme o cogerme.

- Ven, solo quiero sacarte las cuerdas. Los efectos del suero ya se han pasado, así que puedes moverte con total libertad.

Una vez me ha sacado lo que me mantenía inmóvil, salgo del coche apresurada-mente. Estiro los brazos y las piernas.

Veo una puerta de metal frente a mi. Miro a Luka sin saber que es lo que quiere.

- Entra, pronto sabrás lo que tienes que hacer

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