Capítulo 43

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*Narra ____.

La brisa corre por todo mi cuerpo, mi cabello queda al viento y mis manos entrelazadas juntas con las del amor de vida.

El mar se estira y se recoge incontables veces, un cielo con un tono azul perfecto, despejado. Apenas va callendo la noche, no hay gente a nuestro alrededor, solo él y yo.

Se soltó de mí para correr hacia el agua.

— Ven—. Me llamó con su mano y Sonreí al ver cómo se comportaba cómo un niño.

Me acerqué, y él al notar que el agua tocaría sus pies se alejó.

Le lancé agua con mis pies y luego con mis manos, sin parar de reir.

— ¡Oye!—. Exclamó sonriendo, cubriéndose de las gotitas de agua, aúnque era estúpido, de todas maneras se mojaría. — Tomaré venganza—. Advirtió.

No le tomé importancia y seguí mojandolo, cuando ví que venía hacia mí, me detuve y corrí por mi vida, por la orilla del mar, giraba de ves en cuando para ver cuanta distancia había tomado, pero el era mucho mas rápido que yo.

Disminuí mi velocidad por el cansancio y sentí unas manos en volver mi cintura y un caluroso beso en mi mejilla, no paré de reir en ningún momento, puesto a que parecería ser el mejor día de mi vida, no había motivos para estar triste, y estaba más que claro que él era mi prioridad.

Nos sentamos a una distancia considerable del mar mientras lo mirábamos ir y venir. El sol se escondía detras del agua y bajaba su claridad, era el atardecer perfecto.

De pronto se cabeza se encontraba sobre mis piernas, mirándome.

— ¿Estás cómodo?—. Solté burlona aún mirando enfrente.

— Sí, se siente cómo una almohada—. Sonrió. Lo miré y me corazón se aceleró. — Quiero quedarme junto a tí para siempre, no importa el lugar, solo quiero quedarme contigo.

— ¡Oh park!, creo que se ha enamorado—. Sonríe con sierto tono sonrojo en mi rostro.

— ¿Usted creé?.

— En realidad no, pero... — rodé mis ojos y se levantó.

Soltó una carcajada.

— Me preguntó si a esa chica de la cual me enamoré podría besarla—. Hizó una mueca.

— ¿Ella querrá?—. Clavé mis ojos en los suyos.

— No lo sé, debería intentarlo—. Soltó con voz serena.

Tomó mi barbilla y se hacerco a mí, sus labios chocaron con los mios y se movían a la mísmo velocidad del mar, sueve, lento, sin alterar el tiempo, sólo disfrutando el momento.

Se separó de mí y de inmediato lo abracé.

— Te amo—. Susurró en mi oído y solté una lagrima, pero no de tristeza, si no de emoción, de poder haber traspasado de las prioridades.

Olviden si alguna ves dije que los finales felices no existen, realmente depende denosotros crear el final, y ambos elegimos uno feliz, los dos juntos, para siempre.

Sólo esperó no haber causado demasiado daño, y que esto sea para mejor.

Poder ver tu sonrisa, inhalar tu perfume de cerca, tocar la piel de tus labios con los míos, abrazarte en los momentos en los que más lo necesito, acariciarte, complacerte, poder vivir una vida juntos, es algo impagable para mí.

¿A quién debo agradecerle por mandarme a éste angelito?, le debo mi vida.

Ahora solo me queda decir una cosa:

                                   “Eres el estúpido que más amo”.

Fin.

Eres el estúpido que más amo (Jimin Y Tú) "Editando"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora