Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)

M I A N T I G U O Y O. (M A R A T Ó N - 1)

Desperté en mi habitación, estaba conectado a un suero y no podía moverme. La oscuridad al igual que el silencio invaden el lugar provocando un poco de miedo.

En ese momento, sentí que las paredes estaban mas delgadas de lo habitual, podía sentir que escuchaba las conversaciones del pasillo. Hablaba un hombre, mi doctor y la voz dulce de una mujer preocupada, era mamá.

—¿Sobre lo que pasó, Doctor?

—Estrés posparto. Suele ocurrir en muchas madres, principalmente cuando son primerizas. Pero, que a éste joven le haya dado uno tan severo, supongo que hasta cierto punto es normal —dijo con voz baja el doctor—. Le daré una dirección de un buen psicólogo, con su rehabilitación no habrá problema.

¿Depresión posparto? No lo puedo creer. No entiendo muy bien de estas cosas. Pero, la palabra depresión... Es cuando una persona....

¿Eso es lo que tengo? Pero, posparto... Después del parto. Significa que lo que siento es por haber tenido a mi hijo. No lo entiendo del todo. ¿Por qué sucede? No he hecho nada malo, llevé un buen embarazo, a pesar de que la fiebre era demasiado alta, no había otra molestia. Además, la persona que me atendía en Japón aseguraba que mi embarazo podía tener complicaciones, pero aun así... Ah, tengo que dejar de pensar en eso, siento que me deprimo más.

Mamá entró a mi habitación, cerré los ojos aparentando que estaba dormido. Podía escuchar el ruido de sus pasos acercándose. El ruido de un pedazo de papel siendo dejado a lado de mi cama me sorprendió. Mamá tomó mi mano y la acarició tan suave.

—No sufras, Yuri. Sé que el camino que escogiste es duro, enfrentarás muchas cosas difíciles e incluso algunas veces parecerá que no tiene solución, pero quiero que seas fuerte. Porque, aunque siempre pensaste que eras débil de cuerpo, eras fuerte de alma y corazón. Lucha contra este reto, no lo hagas por ti o por Victor, hazlo por el niño que te está esperando y que espera tu amor —su voz se quebraba cada vez—. Lucha hasta el final por su felicidad, aun si parece que es imposible, sigue siempre adelante.

Mamá me soltó y se fue sin hacer mucho ruido. Abrí los ojos que contenían mis lágrimas. Giré mi cabeza para ver que era ese ruido extraño y me encontré con un sobre grande con la etiqueta con mi nombre.

¿Acaso será...?

Lo abrí con prisa, notando la cinta y unas hojas mal dobladas, como si no tuviera tiempo de escribirlas.
Prendí la televisión y la imagen presentó vídeos de Victor, cuando era niño y estaba en una casa muy grande.

—Mamá, ¿qué significa casarse? —preguntó Victor abrazando a su madre.

—Es cuando dos personas se aman mucho y quieren estar juntos por siempre.

Otra escena apareció. Victor parecía tener golpes en su rostro y la alegría de cuando era niño se había esfumado.

—Mamá, ¿por qué te casaste con ese hombre?

—¿Por qué? —su madre parecía dolida, apretaba sus manos delgadas en un puño—. Vitya, ¿sufres estando aquí?

La escena cambió nuevamente a un Victor no mayor de 19. Con las facciones mas maduras pero con su rostro apagado.

—¡Algún día te mataré! —exclamó Victor a alguien, no sé podía ver quien era. Tomó unas tijeras que se encontraban cerca y cortó su cabello largo, dejándolo caer en el escritorio.