U N D Í A C O M O P A P Á + 5 C U R I O S I D A D E S

2K 149 47
                                    

—Volveré pronto, Victor —Yuri se despedía de mi con un tierno beso en los labios, y a nuestro pequeño con un par de caricias en su cabeza.

—Ve con cuidado —despedimos a Yuri desde las puertas del onsen mientras lo veíamos correr con todas las fuerzas que tenía.

—Ahora bien... ¿Qué tenemos que hacer primero? —miré hacia arriba en busca de una respuesta divina—. ¡El desayuno!

Cerré la puerta una vez adentro, llegué a la cocina y puse al pequeño sobre la mesa. Aleksi ya podía sostenerse quedando sentado. Busqué en los estantes y alacenas en busca de comida.

¿Un poco de arroz? Pero Alex (así le decía de cariño) no tiene dientes aun. ¿Un poco de pescado? ¿Los bebés comen pescado? Mejor no... ¿Qué seria bueno?

Estoy seguro que Yuri me explicó todo esto, pero no lo recuerdo.

24 horas antes

—Victor, aun no le das de comer a Makkachin —Yuri me llamaba desde nuestra habitación, yo me encontraba revisando algunos vídeos de cuando era un patinador. Me levanté inmediatamente en busca de Yuri para besarlo y, ¿quién sabe? Quizá algo de acción.

Pero Yuri se hallaba sentado en la cama con el teléfono en mano y sus mejillas rojas, mientras pequeñas gotas atravesaban tiernamente el rostro de Yuri. Se veía tan hermoso, tanto que me provocaban unas inmensas ganas de hacerle otro niño.

—¿Sucede algo, Yuri? —traté de olvidar esos pensamientos sucios de mi cabeza y concentrarme en la tarea que Yuri me había encomendado.

—Por fin pude arreglar los papeles para que Aleksi esté registrado con ambas nacionalidades —sonrió aliviado—. Pero me pidieron que me presentara mañana para colocar nuestra documentación, la verdad no quiero ir. Sé que es un problema y tardaría allí por lo menos todo el día.

—¿Quieres que vaya contigo? —pregunté sentándome a su lado.

—No, estoy bien. Es sólo que... Me preocupa quien podría cuidar de nuestro pequeño —hizo un leve puchero—. Mis padres no estarán y mi hermana Mari dijo que saldría con unos amigos justamente mañana.

—¿Qué te parece si lo cuido yo? —Yuri me miró incrédulo.

—¿Estás seguro, Victor? —su rostro de asombro realmente me hacia poner en duda algunas cosas.

—Si, soy su padre y podré encargarme de ello —traté de sonar confiable para Yuri, no quiero que se sienta estresado ni preocupado.

—En ese caso, te explicaré lo que debes hacer —tomó mi mano y nos dirigimos a la cocina.

Su mano suave que hacia contacto con la mía, me provocaban unas inmensas ganas de... abrazarlo.

—Primero, el desayuno de Aleksi. Como él es aun muy pequeño para comer lo que nosotros, le dejaré un poco... —veía a Yuri explicarme algo, pero no podía oírlo. Todo de mi estaba inundado de él, tan sólo quería tocarlo y sentir su calor.

—¿Tienes alguna pregunta? —dijo Yuri sonriendo.

—¿Eh? No, por supuesto que no —sonreí. Ver a Yuri con esas prendas y su sonrisa honesta, me hacia pensar que realmente ya somos una familia.

—Bueno, ahora vamos a ir al jardín —.

Caminamos despacio rumbo al jardín, fuera de ella se hallaba un carrito de Aleksi, donde podría entrar y quedar sentado. Además, se encontraba la terraza donde continuamente comíamos en una parrillada y algunas correas de Makkachin.

—También, algo muy importante es llevar a pasear a Ale en su carriola. Recuerda que no debes... —Yuri, la brisa que nos golpea gentilmente en este atardecer me hace pensar que realmente somos afortunados de tenernos a nosotros.

Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora