Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)

E S P E R A N Z A S

Antes que nada, muchas gracias a @harryangelwings por ésta hermosa portada que en el capítulo anterior no lo dije porque tengo memoria de pez (?) y aún no se me olvida la promesa que hice, espera un poco mas por favor c:

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Ambos nos miramos con los ojos tan abiertos, con el corazón acelerado y sin mover un solo dedo, con el temor de hacer siquiera un ruido delatador. No sabíamos que hacer, así que solo nos quedamos a la espera de las acciones que fueran haciendo. Si bien, solo nos quedaba escuchar.

-¿Donde se metió? -dijo Katia exasperada-. Todo iba tan bien, pero de un momento a otro desapareció y no ha vuelto. ¿Y si se fue con alguien?

-No saques conjeturas tan a la deriva. Él puede hacer cualquier estupidez pero no sería capaz de hacer algo semejante.

Mi pecho comenzó a doler por las palabras de mi padre. A pesar de que todo éste tiempo hemos estado odiandonos mutuamente, él sigue pensando en mi como un hijo. Pero, el dolor que nos ha causado a todos es demasiado grande.

-Entonces, ¿qué pasó? -el tacón resonaba con el mosaico del pasillo.

Miré a Yuri, quien se encontraba observando la puerta, no, más bien estaba tratando de escuchar y analizar la situación. ¿Estará enojado por el compromiso? No, Yuri confía en mi, espero que me deje explicárselo, no quiero más malentendidos entre ambos.

-Ya habrá tiempo para explicaciones, por el momento hay que buscarlo.

-Entonces hay que hacerlo -se acercó a la puerta y tomando de la perilla comenzó a jalar la puerta.

Ambos dimos unos pasos hacia atrás, mientras cubríamos nuestras bocas con las manos para no hacer sonido de algún tipo. Veíamos la puerta moverse con gran estruendo, mientras la luz del pasillo se colaba en las orillas, iluminando la habitación por brevedad.
Katia gritaba enojada, al ver que sus intentos de abrir la puerta eran en vano. Al final, se dio por vencida lanzando un grito por lo bajo.

-Es inútil, necesitamos la llave.

-Aquí las tengo -el ruido metálico de las llaves chocando entre si, hizo que Yuri diera un brinco de espanto, pero aun no se movía de su lugar, a pesar de verse asustado mantenía la mayor calma posible.

-Disculpe señor -la voz de un tercero nos desconcertó a todos-, algunos de los invitados comenzaron a pelear y nadie los puede parar.

-¿Pelear? -el ruido de las llaves desapareció, mientras se escuchaban los pasos alejarse con prisa.

-¡Espera, las llaves! -gritó Katia, dio un grito no muy fuerte mientras pateaba la puerta y salió corriendo detrás de ellos.

Yuri tomó la manija y dando un movimiento bajo con la cabeza, indicó que saldría. Sin dudarlo, tomé de su mano para detenerlo, esto estaba llegando demasiado lejos muy lejos, no quería que Yuri sufriera por mi incompetencia y miedo, tengo que protegerlo.

-¿Victor...? -me miró extrañado, como si tratara de comprender lo que estaba pensando, analizando y tratando de entender lo que estaba pasando.

-Espera aquí, Yuri -dije mostrando una sonrisa forzada, intentando tranquilizar esos pensamientos que arrasan peor que una marea-. Espera un poco más, ¿si?

-¿Eh? ¿P-por qué?

-¿Sabes que te amo, verdad? -Yuri pareció entenderlo y pese a que en sus ojos se veía la preocupación reflejada, no dudamos más y nos abrazamos tan fuerte y tan cálido cómo nos fuese posible, tratando de dejar grabado la temperatura de nuestros cuerpos y la esencia grabada en nuestros pulmones prometiendo que estaríamos juntos para siempre, la siguiente vez que nos reencontráramos, porque es el amor infinito y puro que pudo proporcionar.