¿Alguna vez has querido ser el capitan de tu propia historia, escoger tu camino y que las decisiones que hayas elegido marcan el paso del cuento?
Pues esta historia es para ti. En la misma viviras la historia y cada vez que la leas tendra una trayec...
Decides esperar a ver como se desenvuelven los acontecimientos. Pronto la noche cae y vez como el frio comienza a invadir la celda donde habitas. Tu cuerpo comienza a tiritar de forma involuntaria y tus dedos comienzan a doler. Pero la puerta de repente se abre y entran tres figuras. La oscuridad y el súbito resplandor de las antorchas te dejan segado por unos instantes, pero logras enfocar la vista y distingues a dos guardias corpulentos y un hombre de altura promedio y piel morena de rostro petreo. -"a llegado la hora señor Alejandro"-dijo el hombre moreno con voz sedosa. Escupes a los pies de los guardias. Ellos se avalanzan sobre ti y te cargan por los brazos como un muñeco de trapo. Tratas de oponer resistencia pero todo es inutil, asi que decides dejarte llevar. "Debes de comprender que eres especial para el principe y sus invitados" - la voz de aquel hombre era suave y calmada "¡¿Quien demonios son ustedes?!" Dices sin meditar en las consecuencias. -"calma, joven Alejandro, acuérdese que somos caballeros y nunca debemos reemplazar los modales con salvajismos" Te dirigen por unas escalinatas circulares que te llevan a unos aposentos, en el cual hay tres jovenes y varios soldados armados. Pero ahora que estas a la luz de las velas crees que tus ojos te juegan con la mente, crees ver que aquellas personas, sus ojos... ¡Son negros completamente! -"¡por los cielos eternos y el trono de Esmeralda!" maldices por lo bajo -"señor alejandro, favor de acercarse a las damas"- le insto el caballero de tez bronceada. Caminas hasta las jovenes que con rapides y delicadeza te desprenden de todo arapo que llevabas puesto. Instintivamente te tapas ante las miradas negras de aquellas personas, mientras que unas risitas tímidas se escuchan detras de ti. Una tina de color dorado con detalles de leones y cuatro patas revestidas de plata estaba llena de agua, puedes apreciar como sale vapor de la misma. Te llevan de la mano con delicadeza hasta la tina y te sumerges con cuidado en la misma, sientes como los golpes y el sucio se desprenden de ti. Las jovenes de ojos negros y sonrisitas comienzan a hechar en la tina especias de olores fuertes pero que al momento te relajan los musculos y te dejan la piel suave. Sientes que no te habias lavado desde hacia años. -"restriegenle bien la piel, debe estar lo mas limpio posible"- La voz del caballero de piel morena se escucha tan suave como los petalos que habían en el agua de la tina.
Al cabo de unos minutos ya estabas tan relajado y limpio que sentias que reesplandecias como los escudos que habian enganchados en las paredes de aquella habitación. Te sales de la tina y te ponen unas vistosas ropas de color dorado con detalles escarlatas. Pero aquello no se sentia bien, esa mañana habias despertado en una celda sucia y ¿ahora te trataban a cuerpo en rey? Miras a tu alrededor y vez una ventana abierta...
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