¿Alguna vez has querido ser el capitan de tu propia historia, escoger tu camino y que las decisiones que hayas elegido marcan el paso del cuento?
Pues esta historia es para ti. En la misma viviras la historia y cada vez que la leas tendra una trayec...
El olor rancio a sudor se apodera de tu nariz a medida que continuas acercándote al posadero. Te sientas en una banca que estaba frente al posadero, antes que pudieras hablar te recibe escupiendo a la jarra que limpiaba. -"solo tenemos pan viejo, cerveza aguada y habichuelas blancas"
-"Necesito un cuarto"
-"Tenemos uno disponible, pocas pulgas y las sabanas las cambie hace una semana... Dame dos soles y es tuya por la noche y mañana tendrás huevos y pan rancio"
-"Lo siento, no tengo dinero..." Antes que puedas continuar, el hombre te interrumpe con groserías y moviendo el trapo sucio.
-"a la miérda contigo, bago, afuera hay mucha paja para un burro como tu" - escupió en el suelo y continuo manoteandote.
Cuando te comienzas a levantar de la silla, una mano se posa sobre la tuya y te detiene, el borracho que estaba tumbado te mira, y sientes que te conoce de algun lado.
-"oye, Gustavo, vamos dejalo"
-"a la miérda contigo también Ramon, esto no es la Casa de Las Hijas Viudas, si quiere dormir, que de el culo en la calle"
-"toma" - puso la mano en la barra y dejo dos monedas doradas con un sol grabadas -"ahora empujalas por lo mas recóndito de tu culo"
Con eso se levantó y salio por la puerta, mientras aquel posadero recoje las monedas y te tira una vieja llave. -"primer piso a la derecha, el desayuno estara ya a las ocho de la mañana y no me jodas mas la existencia"
Con eso se giro y camino hasta entrar por una puerta que le conducia a la cocina.
El hombre llamado Ramon, camino a la entrada y tomo su espada y un viejo sombrero que estaba en un rincon y salio de la posada.
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