capitulo 44

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"Despierta chico, despierta joven Alejandro"
Esas palabras se escuchan en la lejanía. Todo comienza a dar vueltas y a cobrar sentido a tu alrededor. Tratas de levantarte para tener una mejor perspectiva de lo que sucedía, pero una manos huesudas te sujetan y evitan que te levantes. Miras y el rostro del viejo matasanos te da la bienvenida.
"No te preocupes, poco a poco vas a ir recobrando el conocimiento y te lograras hubicar"
Se veia sonriente, te posas una mano en la frente y te tumbas en la cama de paja en la que te tenía recostado el viejo matasanos.
Tratas de balbusear, pero palabra alguna logra brotar de tu boca.
-"No, no intentes hablar ahora, todavía sigues muerto, bueno, parte de ti lo esta.. "

Aquellas palabras han impactado grandemente tu mente. ¡¿Muerto?! ¿como podia ser?

-"El veneno que te di, era necesario para poder sacarte de aquel lugar y poder ayudarte mejor con tu intrigante falta de memoria, aun cuando hay un golpe en tu nuca, es demasiado de superficial para que te de semejante falta de conocimiento"

El viejecillo rio y de una mesa tomo unas tenazas alargadas y metalicas.

-"he podido examinarlo a profundidad, joven, con mejor luz y calma y nunca habia visto estas marcas que tiene en el pecho en pacientes normales"

Con las pinsas comenzó a medir tu craneo y a apuntar en un viejo libro, mientras continuaba con su pedorata.

"Estas marcas las he visto, sin embargo, en jóvenes prodigiosos"

¿De que demonios hablaba aquel chiflado? Solo aquella conversacion levantaban mas dudas y preguntas en tu cabeza, que ya de por si te daba vueltas y te dolia.

"Estas marcas que corren en tu pecho, son marcas infligidas de forma adrede y con la intencion de causar dismnesia o falta de memoria"

El anciano regresa las tenasas a la mesa y toma un pequeño martillito y reflecciona unos instantes antes de proseguir hablando.

"Al parecer, usted mi joven Principe Alejandro, es muy habil en las artes prodigiosas, y entiendo que no deseaba que los planes estrategicos de la guerra cayeran en manos del enemigo y momentos antes de caer presa del enemigo, se infligió con 'dismencia-intentionaly' o como diríamos en buen español, se auto infligió amnesia"

Tratas de abrir la boca y logras decir entre balbuceos:
"¿Pr... Principe...?"

El matasanos gira la cabeza y ajusta con lentitud sus gruesos espejuelos a la vez que se acerca a tu rostro. Puedes apreciar con claridad la negrurar de sus ojos. El con sus manos huesudas gira su rostro y mira tu mentón.

"Increible, formidable" esta mirandote como raro especimen de laboratorio - "normalmente a un hombre de su edad le tomaria de tres a cuatro dias recuperar tan solo la voz despues del efecto del veneno... Si es que sobrevive, claro"

Aquello ultimo te helo de la espalda hasta el final de la misma.

"Pero usted, mi joven principe la a recobrado en tan solo unas horas" se separo de tu rostro y limpio sus espejuelos con un paño tan mugroso como la celda en la que había donde despertado el dia anterior.
El viejo doctor camino con lentitud hasta un estantero y recojio un viejo libro de portada dura color escarlata. Lo abrio con delicadeza y ojio unos segundos por sus páginas hasta golpear unos párrafos con su largo dedo.
-"ajaa, me lo imaginaba" murmuró para si, se volteó hasta ti y con una sonrisa de satisfacción te comunicó.

-"tu magnifica y extraordinaria mejora se debe al poder 'prodigioso', debe de estar luchando contra el restante de toxinas que habitan en tu cuerpo "

No lograbas entender mucho, ¿poder 'prodigioso'? ¿por que me habia ayudado aquel doctor, que ganaria de esto? Y encima de eso resulta que eras principe que habia sido capturado como preso de guerra.
Pero por lo menos ya sabias que te llamabas Alejandro y que la razon por la que estabas metido en aquella sucia celda era por asuntos de politica y guerra.
Ahora solo restaba saber de donde venías, por que tu nacion estaba enfrascada en una guerra y que demonios era ese misterioso poder que poseias.
Con fuerza te concentras en tu mano derecha y logras mover los dedos, si, ya sentías que poco a poco las fuerzas volvían a ti, solo debías de seguir concentrándote. Ya podias mover la mano, torpemente, pero era el comienzo.
Mientras, el doctor seguia buscando en sus libros y apuntando en otro, parecia que llevaba algun tipo de registro, pero aquello no era importante para ti.
Continuaste concentrando en tu otra mano, y luego tus brazos hasta llegar a tus piernas, pronto ya sentias que podias mover tu cuerpo entero. Pero no sentias las fuerzas como para sostenerte, te sentias como un bebe que aun cuando tiene movimiento carece de control.
De momento mueves tus manos y lanzas al suelo un matraz de Erlenmeyer que habia hubicado en una mesilla cerca de ti.

El ruido saca de su ensimismamiento al matasanos que ve con una mezcla de incredulidad y asombro como ya obtienes poco a poco el control de tu cuerpo

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El ruido saca de su ensimismamiento al matasanos que ve con una mezcla de incredulidad y asombro como ya obtienes poco a poco el control de tu cuerpo. "Facinante" logró murmurar el viejo a la vez que se ajustaba los espejuelos.
Rapidamente comenzo a anotar en el viejo libro mientras tomaba una linterna de aceite que tenia sobre la mesa y te la acercaba a la cara y con una mano te forsaba a abrir los ojos.
Para aquel medico eras una rata mas de esperimento.

Ya sentias que podias hablar y te fuerzas para sacártelo de encima.
-"¿que demonios quieres de mi?"
Notabas que el no te ayudaria por compasion ni por ganancia economica, despues de todo era una persona que se veia que vivia de forma acomodada y lo que buscaba era el conocimiento.

El viejo sonrio y alejo el quinque de tu rostro a la vez que veias un destello extraño en sus ojos negros.
-"ya para el principe estas muerto, esta mañana hice oficial tu deseso y mandamos una paloma mensajera al rey que esta en el campo de batalla para informarle..."- Con calma coloco nuevamente el quinque de aceite sobre la mesa y continuo hablando sin prestarte atencion mientras miraba el mismo libro donde seguía anotando -"lo que significa mi joven principe, que podre continuar estudiando su especie y que es lo que lo hace tan unico"
Mientras decia esas palabras el matasanos se ponia una mascarilla y sacaba un frasquito con un liquido negro y lo vertia en un matraz nuevo.
Coloco el matraz al lado nuevamente de tu cama y este comenzo a botar un humo azulado, que comenzo a inivir tus sentidos.
Con horror te das cuenta que estaba drogandote con un cedante, no tenias mucho tiempo para actuar...

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Decides tumbar el matras y tratar de uir - capitulo 64

Decides gritar pidiendo ayuda - capitulo 65

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