capitulo 41

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Desides luchar contra aquel mounstruo, aun cuando doblara tu estatura aquello no te intimidaria.
Aprietas la empuñadura de tu sable y miras a tu alrededor para ver que podias usar a tu favor.
El sudor recorre tu espalda y sientes como el corazon palpitabde forma alocada. Con tus pies buscas firmeza en el suelo de piedra y agudizas tu mirada. Aquel gran hombre comienza a correr hacia ti y en cuestion de un abrir y cerrar de ojos ya estaba sobre ti.
Con una gran fuerza se avakanza sobre ti, a duras penas puedes evitar su embate, el pasillo es demasiado angosto para que puedas maniobrar o tratar de escapar. Sus grandes manos te sujetan y comienzan a estrangularte, el aire comienza a ser mas preciado para ti que el oro. Pero te acuerdas de la espada que le habias quitado al guardia hace unos segundos, todavia seguias con ella en tus manos, con rapidez se la entierras en un costado. Un chirrido aterrador se le escapa mientras que en tu mano se llena de sangre que borboteaba del costado de aquella bestia.
Con fuerza te lanza contra la pared, tu cuerpo sin poner resistencia cae al suelo y sueltas la espada tras aquel impacto. Levantas rapidamente la vista y vez como aquella bestia se mira la herida que le has causado. Se levanta gritando en un lenguaje que no conoces a la vez que agarra una antorcha y corre una vez mas hacia ti.  Ruedas con rapidez hasta la espada en medio de la oscuridad y la punta de tus dedos logran tocar el cabo de la misma. pero en ese momento un gran pie se posa sobre tu mano impidiendo algun movimiento. El dolor te causa gemir, y con la otra mano tratas inútilmente de soltarte. Una risa retumba por el pasillo que hace eco en tus oidos. Levantas tu mirada y vez como aquella bestia saca un cuchillo de carnicero de su delantar y te corta la mano que te tenía aprisionada bajo su pie. Sientes un dolor indescriptible y de forma automatica le das refugio a tu herida con tu otra mano.
Un golpe seco te impacta la mejilla derecha que causa que te despegues del suelo y caigas a unos metros de aquel animal. Sacudes tu cabeza con lagrimas que comienzan a salir de tus ojos, necesitas vivir, necesitas salir de esa pocilga. ¡Necesitas respuestas a tus preguntas!
Aquello te infunde energias,  miras rapido a tu alrededor y vez la espada ensangrentada y llena de polvo en el suelo, detras de aquel salvaje. Agarras tu muñón y comienzas a correr contra aquella bestia, a lo cual el hace lo mismo. Aprovechas tu tamaño y te deslizas por debajo de sus piernas mientras resbalas por las pulidas piedras. El hombre para en seco y se da vuelta de forma torpe y lenta, aquello te da tiempo para agarrar tu espada y mirar con tristeza la que fue tu mano hasta hace unos instantes.
El 'Mataperros' corre hacia ti jadeando y dejando un camino de sangre tras de el,  aprietas la empuñadura de tu espada mientras que haces contacto visual con aquel berdugo. El eco de sus pisadas y el grito que emitía helaba la sangre,  pero en ti corazon te habias prometido no morir este dia.
Se hacerca peligrosamente,  pero guardas tu postura, inmóvil como roca, la sangre que pierdes la ignoras, la adrenalina te llena de fuerzas. La bestia se avalanza sobre ti y un pesado puño te rosa una mejilla pero logras esquivarlo con una rapidez que te impresiona, logras darle la vuelta por su costado izquierdo con un grácil movimiento y entierras tu espada en su cuello. Sientes como la misma en la oscuridad rompe la piel y su hueso, sangre te llena el rostro al cortar su arteria y un movimiento involuntario de su quijada te deja ver que ya aquel animal no volvera a levantarse. Cae pesadamente al suelo vaciando su bejiga sobre el frio suelo de piedra.
Te sientes agotado y por la perdida de sangre pierdes el conocimiento... Tratas de seguir, pero no puedes,  ya no tienes fuerzas para seguir. Caes al suelo sin conocimiento y respiras por ultima vez al lado del que era conocido como 'El Mataperros'.

Fin

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