capitulo 130

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Aprovechas y comienzas a uir. Corres sin pensarlo y sin mirar una direccion en particular, solo corres.
A medida que vas corriendo vez una luces rosadas.
Miras a tus espaldas y solo vez la oscuridad que arropa aquel bosque.
-"no tengas miedo" - te dices.

Ya tienes ante ti un enorme arbol, las hermosas luces rosadas adornan aquel majestuoso lugar.
Ya tus piernas no pueden mas, te dejas caer aceptando tu destino.
Cuando suena a lo lejos un cuerno, vez como del arbol caen siluetas que con velocidad se mueven de lado a lado. Ante la tenue luz rosada aquellas sombras se alargaban, dejando ver una danza de sombras siniestras.
Una lluvia de dardos cae sobre aquellas bestias, mientras algunos caen heridos y otros huyen gimiendo.

Un hombre de tez negra se acerca a ti y te apunta con un arco. Otros caen alrededor tuyo con lanzas, espadas, hachas y cerbatanas. De forma amenazante acerca su rostro a ti, y te toca la ropa.
-"¿quien eres? Y ¿que buscas?"

Levantas tus manos y balbuceas fatigado todavia por la persecución.
-"mi nombre... Segun recuerdo con esfuerzo... Agarras tu frente al sentir un punzón, es Alejandro... Cervero"

Entre ellos comienza un murmuro, el hombre de tez negra apunta su arco a ti.
-"¿Que hace un principe en medio de un bosque y de noche?"

Permaneces cayado, uno te golpea la nuca y te aconseja que hables.
-"estoy huyendo del castillo, necesito salir de aqui... Salir de este continente e ir a mi hogar"

-"¿y llegaste aqui?"-no creia nada de lo que decias -"¿andas solo?"

-"estoy solo, esos huargos me acechaban y tuve que uir antes que me atraparan"
"El hombre se estrujo sus ojos, es tarde,  Fausto, Rios, llevenselo a las jaulas, ya mañana veremos que hacer con el... "-se giro a tres hombres - "contacten a Arlet Jatziri y corrobora si su principe esta con ella"

Dos grandes hombres te toman por los brazos y te levantan, no tenias fuerzas para luchar, estabas demasiado de cansado y solo querías descansar.

Te dejas arrastrar hasta llegar a losbpies de un enorme arbol, donde habian incontables jaulillas colgando.
Bajan una y la abren, dentro habia una osamenta, con gastadas ropas y esprecion de terror. La sacan de una patada y te lanzan a su interior. Te desplomas en aquel pequeño espacio, mientras vez como cierran la puertecilla.
La jaula comienza a moverse de lado a lado mientras el suelo se va despegando. Pronto ves todo el bosque y contemplas la hermosura del cielo estrellado.

Descansas por unos segundos y observas como el guardia que está recostado en la base del árbol comienza a quedarse dormido. Miras a tu lado y vez otra jaulilla.

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Decides balancearte - capitulo 132

Decides esperar - capitulo 133

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