capitulo 105

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Desides esperar a ver si sucede algo, esperas agusando los sentidos, tratando de escuchar o ver algo que te ayude. Los huargos se van acercando lentamente, sus hocicos salivan anticipando ya el sabor que podias tener.
Te aprietas contra de arbol y cierras los ojos esperando lo peor.
Sientes unos colmillos que se entierran en tu pantorrilla, el dolor inunda tu cuerpo y tus labios sueltan un alarido.
Sientes que te arrastran, cubres tu rostro con tus manos sin surtir algun efecto, los colmillos comienzan a desgarrar tu piel y partir tus huesos. Lloras del dolor y suplicas piedad a los cielos infinitos, pides a los dioses que te liberen de aquel terrible dolor, una mordida a tu cuello, rompe tu vena y brota a borbotones sangre preciada que con ella se lleva tu vida poco a poco, pierdes el conocimiento y todo queda en negro.
La última imagen que contenplas es el cielo estrellado opacado por las fauces  que te desgarran el rostro salvajemente mientras te ahogas en tu propia sangre.

Fin.

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