capítulo 168

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Tiene mas sentido para ti ir hasta las costas, pues talvez encuentres algun marino mercante que te pueda llevar hasta tu pais.

El tramo se te hace eterno, pero pronto el viento salado y el olor a playa inundan tus sentidos, el aire fresco te da fuerzas y las aguas se veian hermosas bajo la luz de la luna.
De momento un fuerte olor a dañado y a sangre te azota la nariz con una fuerza increible. Vez que en la orilla tienen pieles curtiendo.
Tapas tu nariz y mas adelante vez una pequeña fogata, y varias sombras alrededor de ellas que se movían con gracia. A medida que te vas acercando vez que danzan y otros beben,  mientras vas escuchando una cancion acompañada de tambores e instrumentos de cuerda.

"La mar, la mar, la mar
Es mi unico hogar
No quiero esposa alguna
quiero oro para comprar la luna
Mi vida es el salado mar
Y de mujeres comer su dulce manjar"

Seguias caminando en direccion a aquel grupo, y ya veias con claridad que mujeres danzaban y que marinos cantaban y bebían, se abrazaban y tambaleaban juntos.

Uno de ellos te ve y te llama.
-"oye, pequeño arenque, ven y toma algo"

Las mujeres comenzaron a reir a la vez que te llamaban.
Decides acercarte y comer un poco del pescado que tenian, asi que te hacercas a la fogata.
El crepitar de las llamas y la musica era hipnotizante, te sientas cerca de las llamas y por la forma en que te veias uno de los marinos te pasa un pedazo de pescado y una jarra de cerveza aguada.
Aquello fue un poco dificil, pues tu mano cercenada te impedía tomar ambas cosas a la vez.
-"Come,  parezes que llevas dias sin comer"
Aquel marino era alto y lucia una espeza barba roja, sus ojos eran negros y tenia una gran cicatriz en la nariz. Su voz era dura, pero reia mucho y de forma ruidosa. A juzgar por como vestia dirias que era capitan de algun navio.

"¡Comamos, bebamos y forniquemos que mañana zarparemos y no tendremos por meses de estos placeres!"- alzo su voz y su cerveza -"Veo que has perdido parte de ti, pero no te preocupes aquello puede ser resuelto facilmente"

A medida que la noche avanzaba, los marinos iban durmiendo jarra en mano y uno que otro se tambaleaba risueño con alguna cortezana. Tu seguias contemplando las llamas de la fogata y sacudiendo uno que otro mosquito de tu rostro,  cuando el gran marino que te dio la bienvenida se te acerca.
-"cuentame crustáceo, ¿de que huyes?"

Aquello te toma por sorpresa, "uir? "
-"estos viejos ojos ven mas de lo que crees, hijo, llevas ropas aun que sucias son de castillo y ese caballo en el que llegaste, tiene una silla de caballero"-callo unos segundos y te miro con sus ojos negros como aquella noche -"me vas a contar o me obligaras a llevarte hasta el castillo personalmente,  tal vez me den una buena recompensa"
Suspiras y le cuentas al viejo marino lo sucedido, a lo cual el solo mira las llamas de la fogata.
-"escuchame pequeño arenque, agamos un trato, te llevare conmigo hasta las costas de isla topo, pero deberas trabajar como marino, nadie en mi barco come de gratis y una vez lleguemos alla eres libre de hacer lo que se te plazca, que crees? Y con mi matasanos te ayudare con lo de tu mano" te decia a la vez que estendia su mano hacia ti.

Aquello era un trato justo y atrallente,  solo debias de estrechar su mano y estarias de camino a casa.

Aquello era un trato justo y atrallente,  solo debias de estrechar su mano y estarias de camino a casa

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Aceptas el trato - capitulo 206

No aceptar el trato y decides ir al poblado - capitulo 207

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