capitulo 97

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El sol se cuela por las inmensas ventanas de aquella hermosa habitación. Los cortinajes habian sido abiertos dejando entrar la luz anaranjada que inundaba aquel lugar.
Te levantas descansado y un hombre robusto de cara colorada te da los buenos dias, te levantas torpemente.
-"mi señor Alejandro, aqui esta su ropa, el principe le espera en el comedor real"

Asientes con los ojos todavia cerrados y le haces ademán de que ya podia salir de tu precencia.
Tomas la ropa, es hermosa, finamente confeccionada, de una sola pieza sin uniones. Eran de color escarlata y tenian unos hermosos diseños de aves y plumas multicolor.
Cuando te desprendes de tu camison, notas las marcas en tu pecho, negras como el petróleo, pasas tus dedos por ellas, no duelen, pero no recuerdas bien por que las tienes ahi. "¿siempre las habre tenido?", piensas para ti.
Tu meditation es interrumpida por unos golpeciyos en la puerta.
"¿Puedo pasar, señor Alejandro?"
Se escucho del otro lado de la puerta.

Te cubres rapidamente las marcas, a la vez que tomas el camison nuevo.
-"si,  pase"

La puerta se abrio permitiendo que un anciano de caminar despacio y de rostro intuitivo entrara.
-"buenos dias joven principe, necesito examinarlo antes de que llegue la princesa, son órdenes del principe Eduardo"

-"¿examinarme?"-aquello lo creias innecesario, te sentias bien

El viejo matalosano sonrio y te abrio la camisa con su bastón. Se ajustó los espejuelos a la vez que apretaba su menton con la mano huesuda.

-"interesante, muy interesante"

-"¿que, que es interesante?"-preguntas con consternación.

-"Nunca habia visto estas marcas que tiene en el pecho en pacientes normales"

Con las pinsas comenzó a medir tu craneo y a apuntar en un viejo libro,  mientras continuaba con su pedorata.

"Estas marcas las he visto,  sin embargo, en jóvenes prodigiosos"

¿De que demonios hablaba aquel chiflado? Solo aquella conversacion levantaban mas dudas y preguntas en tu cabeza, que ya de por si te daba vueltas y te dolia.

"Estas marcas que corren en tu pecho, son marcas infligidas de forma adrede y con la intencion de causar dismnesia o falta de memoria"

El anciano regresa las tenasas a su pequeño maletin de cuero y toma un pequeño martillito y reflecciona unos instantes antes de proseguir hablando.

"Al parecer, usted mi joven Principe Alejandro, es muy habil en las artes prodigiosas,  y entiendo que no deseaba que los planes estrategicos de la guerra cayeran en manos del enemigo y momentos antes de caer presa del enemigo, se infligió con 'dismencia-intentionaly' o como diríamos en buen español, se auto infligió amnesia"

El matasanos gira la cabeza y ajusta con lentitud sus gruesos espejuelos a la vez que se acerca a tu rostro. Puedes apreciar con claridad la negrurar de sus ojos. El con sus manos huesudas gira su rostro y mira tu mentón.

"Increible,  formidable" esta mirandote como raro especimen de laboratorio.

Aquello ultimo te helo de la espalda hasta el final de la misma.

El viejo doctor volvio a abrir su pequeño maletin y con lentitud saco un viejo libro de portada dura color escarlata. Lo abrio con delicadeza ojio unos segundos por sus páginas hasta golpear unos párrafos con su largo dedo.
-"ajaa, me lo imaginaba" murmuró para si, se volteó hasta ti y con una sonrisa de satisfacción te comunicó.

No lograbas entender mucho,
-"¿poder 'prodigioso'?"

-"si, poder prodigioso, o como le llaman en otras naciones, lagrimas de hielo y sangre" -eso ultimo lo habias escuchado anteriormente, -"usted es de las pocas personas que tienen la habilidad de hacer que estas maravillas se cumplan y sobrevivir para contarlo, normalmente es demasido para el cuerpo"

Elige tu propia aventura "El Rey Sin Rostro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora