Capitulo XIV/I

17 2 0
                                    


Unas horas mas tarde:

Narra Hikari:

Ya queda poco para la fiesta de cumpleaños del conde enano.

Me he puesto el vestido que encargamos y he ayudado a Nike con el suyo. Después ha aparecido Erika para ayudarnos con el peinado.

- ¡Nike, Hikari estáis genial!- No puedo creer que sea la misma persona de ayer, pero, supongo que tener un ángel maligno dentro y alimentándose de ti, no es muy agradable.

- ¡Tu también estas genial!- Dice Nike y me fijo.

Lleva un vestido negro sin mangas , escote en forma de corazón con cintas blancas que lo recorren hasta acabar formando un bonito lazo, la falda esta compuesta por volantes negros, blancos y a cuadros.

- Estas preciosa...- Digo un poco sonrojada ya que me cuesta hacer cumplidos a la gente.

- ¡Gracias! ¿Bueno, empezamos con los peinados?

- ¡Sii!- Nike tan entusiasta como siempre.

Nike me ha hecho dos trenzas pequeñas paralelas a mis orejas, ha cogido un lazo de color azul marino y me ha hecho una coleta alta.

- ¿Que tal me ha salido?

- Esta perfecta, gracias Nike.- Le respondo con una sonrisa que ella me devuelve.

- ¿Erika, puedo peinarte a ti también?- Dice Nike con cara de corderito degollado.

- ¡Claro!-Dice Erika entre feliz y sonrojada. Las caras de corderito de Nike no hay dios que las resista.

Nike peina a Erika con dos trenzas que también paralelas a las orejas se juntan con un lazo blanco que le acabo de pasar.

- ¡Jeje! Ahora vais a juego.-Dice ilusionada.

-Ahora nos toca a nosotras peinarte. Pero hoy te haremos un tocado especial. ¿Verdad Erika?-Digo entre ilusionada y pillina.

- Claro que si, tienes que estar muy sexy y linda para mi primo.-Dice guiñándole un ojo.

Me pongo a reír. Estaba pensando lo mismo que yo.

Bueno dejo el cachondeo de lado y cojo un peine. Erika sigue mi ejemplo y comenzamos a peinar su larga y suave melena.

Yo me encargo de ondular su pelo, mientras que, Erika va al jardín y coge unas cuantas flores pequeñas azules lilosas. Después vuelve y le hace un moño trenzado que deja el flequillo y la parte inferior del cabello suelto. Las dos cogemos las flores y se las colocamos por todo el tocado.

Cojo el espejo y se lo doy a Nike.- ¿Dinos que te parece?

Nike abre los ojos como platos.- ¡¡Esta genial!!

De repente oímos el típico ruido de fiesta.- Chicas debemos bajar.- Digo.

Narra Nike:

Bajamos. Ya se oye a las personas hablar, hay tantas personas que me pierdo entre ellas, por lo que decido ir hacia el jardín. Voy a comenzar a caminar cuando alguien me agarra del brazo.

- Pensabas escaparte de mi el día de mi cumpleaños.

Me giro y veo a Ciel. ¡Dios mío que lindo! Lleva unas botas negras altas con un dobladillo negro a rayas lilas y blancas en la parte superior; unos pantalones blancos que son tapados por brocados negros, volantes azules y a rayas que se juntan en un lazo que se encuentra en el lado izquierdo del traje; un chaleco de botones negro a rayas lilas y blancas que es cubierto por volantes azules al frente; una camisa blanca con volantes azules en la manga y; un sombrero negro con una cinta lila acabada en un lazo.

Me quedo paralizada.-...Si lo mas bello de este mundo fuera un verso, tú serías pura poesía.- Atino a decir. ¡Alguien me puede decir ¿Por qué me pongo poética?!

Ciel se sonroja irremediablemente cosa que hace que me ponga nerviosa. ¡Así estas todavía mas increíble!

- Que dices...- Dice tapándose la cara con un brazo mientras me atrae hacia el con el otro.

Me intento tranquilizar.- Perdóname, no se me ocurrían otras palabras para describir lo genial que estas.- Le sonrío.

Ciel se quita el brazo de la cara y me atrae todavía mas hacia el.

- Señor ¿Me permite un segundo?- Dice Sebastian interrumpiendo.

Ciel le mira enfadado.-Si...- Dice y se separa de mi.

Sebastian le susurra algo al oído y justo después la irritación se muestra en el rostro de Ciel.

Se acerca a mi.- Nike, tengo que ir a saludar a los invitados, puedes ir donde Hikari o Erika mientras.- Dice con cara de preocupación.

- De acuerdo.- Digo con una sonrisa.- Pero quiero que dejes de poner cara de manzanas podridas el día de tu cumpleaños.

Cojo su cara y le dibujo una sonrisa antes de darle un golpecito en la frente.

Seguidamente me voy a buscar a Hikari. Camino hacia el centro de la sala cuando de repente...


Basto con soñarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora