Capitulo XXIV/III

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Narra Hikari:

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaa!- Digo intentando protegerme de la espada que viene a toda velocidad hacia mi cara.

Cierro los ojos.

De repente abro los ojos y me encuentro levantada en el aire por Sebastian. Mientras que Nike, corriendo como nunca la he visto, se posiciona delante nuestro y realiza un movimiento circular haciendo que la otra espada caiga al suelo.

Nike suelta su espada y se va corriendo.

-¡Nike!- Dice Ciel, antes de intentar ir detrás de ella.

-¡Ciel!- Digo para que se detenga.- Sera mejor que la dejes sola.

-¡De eso ni hablar!- Dice el corriendo detrás de ella.- Sebastian, sigue con el entrenamiento.

- Yes, my lord.- Dice haciendo una reverencia y dejándome en el suelo.- Conde Trancy si desea quedarse a observar el entrenamiento, debe estar en silencio.

- Si lo desea, podría ayudarle a entrenarlas.- Dice Claude extendiéndome su mano.

- No hará falta.- Responde Sebastian con una cara de irritación notable.

- No digas eso Sebastian, cuantos mas mejor, sobretodo cuando tienen que estar listas para mañana.- Dice el conde Rubiales abrazándome. ¡¿Por qué se toma tantas confianzas?! ¡¿Como diablos sabe que tenemos que estar listas para mañana?!

- De acuerdo.- Sebastian lo aparta de mi. ¿Estará celoso?- Encárguese de enseñar a Erika a disparar un arma ya que yo enseñare a Hikari defensa personal.

- De acuerdo.- Dicen llevándose a Erika al otro lado del jardín.

- Muy bien.- Dice mirándome con una cara pervertida.- Comenzaremos con la posición básica.

- De acuerdo.- Digo poniéndome en posición de ataque.

- Hikari, esa no es la posición.- Dice cogiéndome de los muslos y posicionándolos a la misma distancia de mis hombros. Luego sube sus manos hasta mis caderas haciendo que me ponga a la defensiva y luego coloca mis brazos flexionados a la altura de mi cara.- Esa es la posición básica o defensiva.

- De acuerdo...- Digo todavía un poco nerviosa.

- Continuaremos con el Crorshet.- Dice como si supiese de que me habla.- Un golpe defensivo, que se hace con la mano mas débil, para alejar al oponente.- Dice realizando el golpe.

-¿Así?- Pregunto intentando hacer el golpe.

- No, es así.- Coloca sus manos en mi pecho.

-¡¿Se puede saber que haces?!- Le doy un puñetazo a corta distancia con el brazo izquierdo.

- Ves, lo has hecho perfecto.- Dice soltando una risita.

¡Se va a enterar! Levanto la pierna y le intento dar una patada voladora. El la esquiva e intenta cogerme la pierna, pero yo cojo su brazo con mis piernas y lo empujo al suelo.- ¿Ahora a quien le hace falta entrenar?

El me coge de los brazos y me coloca debajo suyo.- Todavía te queda.

Le intento pegar una patada en las partes pero, se levanta de un salto y yo hago lo mismo.

Le empiezo a pegar puñetazos aunque los para todos, no me voy a rendir.

Pongo todo mi peso en la pierna derecha para poder así lanzar una patada giratoria en su cara.

Antes de que pueda pararla, aparecen Erika, Claude y el rubiales, haciendo que se desconcentre y mi patada le de directa en la cara.

-¡Sebastian!- Digo antes de cogerlo en mis brazos y ponerme a dar vueltas nerviosa.- ¡¿Estas bien?!

- Esa patada no ha estado nada mal, estas aprobada.- Dice sonriendo mientras se seca la sangre de la nariz- Hagamos un descanso para comer.


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