Basto con soñarte

Especial Nike

Narra Nike:

Despierto. Ayer mismo llegamos a la mansión Trancy y desde entonces he tenido la sensación de ser observada.

Alguien pica a la puerta.

- Adelante.- Digo sin ganas.

Sebastian abre la puerta y entra.

- Buenos días Nike-chan.- Dice con una sonrisa.

- Buenos días Sebastian.- Hago un esfuerzo por devolver la sonrisa.

- Le traigo un poco de te y algo para vestirse.

- Muchas gracias, por cierto ¿Ciel esta despierto?- Pregunto.

- Si, pero a tenia una reunión con el conde Trancy.

- Ya veo...- Digo un poco triste.

- No me diga... Que se siente sola sin el Joven amo.- Sebastian sonríe pícaro.

-¡¿Queeeee?!- Mi cara se vuelve roja y le comienzo a dar golpes en el brazo.-¡No es eso! Es solo que verle al despertar es un regalo que creo que no podrá ser.

Sebastian se sorprende y se acerca a mi.

- Nike-chan...- Se aleja de mi y va hacia la puerta.- Desayune y vístase, yo le traeré al Joven amo aunque sea a rastras.

- Gracias Sebastian- Digo sonriendo.- Pero tu también deberías pasar un poco de tiempo con Hika-chan, no queremos que se sienta tan sólita como yo.

Sebastian se marcha, aunque creo poder ver un ligero rubor en sus mejillas. ¿Los demonios se sonrojan?

Me tomo la taza de te y me visto. Es un vestido de manga larga color verde esperanza, con volantes blancos en los bajos y un lazo color rosa paste atado al cuello. Decido combinarlo con unos calcetines largos color blanco con brocados rosa pastel y unos zapatos verdes.

Aunque todavía no me he peinado, voy hacia la puerta y justo cuando voy a salir me encuentro cara a cara con...

-¿Ciel?- Le abrazo.- Pero ¿No estabas en una reunion?

- Ya ha terminado, Alois quería ir a revisar personalmente los preparativos del desayuno.- Ciel se separa de mi y besa mi mano.- Bueno, que deseabas mi querida Nike.

Mi corazón va a cien por hora.- Si es posible... Solo quiero estar contigo.- Ciel abre los ojos en señal de sorpresa cosa que hace que me ponga mas nerviosa.- ¡Ya que los demás estarán contentos de verte!

Me dirijo hacia el pasillo pero Ciel me coge de la mano y me tira dentro de la habitación cerrando la puerta.

Ciel se coloca de tal manera que estoy entre la pared y el, cosa que me hace casi imposible escapar. Tampoco es que quiera hacerlo.

Entrelaza sus manos con las mías y recorre su mirada por cada rincón de mi ser.-¡Tu!- Dice desesperado.-¡Te necesito! ¡Solo puedo pensar en ti! Por eso no digas cosas tan egoístas como que quieres estar conmigo tan solo por los demás.

Yo me sorprendo y el se marcha.

No puedo evitarlo y antes de darme cuenta estoy corriendo detrás de el.-¡Cieeel!- Me hecho encima suyo.- Escúchame atentamente. Sin ti apenas he podido pegar ojo en toda la noche, a pesar de que solo llevaba sin ti unas horas, me sentía muy sola y desesperada.

Ciel se gira y me besa en la frente.- Eso es lo que quería oír.

-¡Serás!- Le pego un pequeño cabezazo.-¡Tsk!- Le cojo del lazo que lleva atado al cuello y lo estiro atrayéndolo hacia mi. Junto mi frente, nariz y labios con los suyos.- Si ni siquiera puedo decirte que te odio, por que de verdad te amo, me vengare de otra manera. ¡Y que sepas que por mucho que me necesites o pienses en mi, nunca sera mas de la cuata parte de lo que yo pienso en ti!

Ciel comienza a reírse desconsoladamente.

-¡Oye no te rías de mi!

Ciel vuelve a ponerse serio.- No me estoy riendo de ti es solo que eso es justo lo que quiero.

-¿El qué?

- Quiero que pienses en mi, solo en mi, tanto que hasta desfallezcas. Que sueñes conmigo y respires por mi. Tan solo así sabrás lo que siento yo por ti.