Capitulo XXII/I

13 2 0
                                    


A la mañana siguiente

Narra Nike:

Abro los ojos y lo primero que veo, es la carita linda de Ciel durmiendo plácidamente. Acerco mi mano y le acaricio una mejilla tan suavemente como si fuera a desvanecerse.

Al ver que no se despierta es mi oportunidad. Le cojo de los mofletes y los comienzo a estirar, tal y como lo haría una abuela con su nieto. El abre sus ojos al notar que lo estoy pellizcando.

¡Por dios y los espíritus santos que vergüenza!

-¿Que haces Nike?- Pregunta medio dormido.

-¡Nada!- Digo quitando mis manos de sus mofletes y girándome para que no vea mi cara.

-¿Me estabas pellizcando?- Pregunta Ciel poniéndose encima mío para que sea incapaz de esconderme.

-¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡Para nada!- Digo nerviosa.

Ciel se acerca a mi cara. ¡¿Se puede saber que va a hacer?! Cierro los ojos por acto reflejo. Pero...

Ciel coge mis mofletes y los estira haciendo que abra mis ojos de golpe.

-¡Au!- Digo tocando mis mofletes.

Se comienza a reír a carcajadas.- Perdona, pero es que me gusta molestarte.

- A si...- Lo cojo y lo estiro a un lado colocándome encima.-¿Estas seguro?

En ese momento alguien abre la puerta y yo por auto reflejo me tiro a un lado, con tan mala suerte de que en ese lado no estaba la cama.

- Joven amo...- Sebastian se da cuenta de lo que acaba de pasar y sale cerrando la puerta.

Ciel se ríe todavía mas y yo me pongo roja como un tomate.-¡Sebastian, no es lo que piensas! ¡Vuelve por favor!

Sebastian vuelve a entrar.- Joven amo, Nike-chan les he traído el te.- Dice sirviéndonos una taza a cada uno.

Le doy un sorbo.- Por cierto Nike-chan no sabia que fuese de las que les gusta estar por encima.- Escupo el te.

Ciel se descojona y yo dejo el vaso en la mesita.-¡Me voy a vestir, adiós!

Salgo corriendo de la habitación.

Versión Narradora:

Quien de ellos podría pensar que ese seria el principio de un día muy largo.


Basto con soñarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora