Basto con soñarte

Capitulo XXII/II

Narra Nike:

Salgo corriendo de la habitación. Y me voy a la habitación de Hika-chan.

Pico a la puerta y ella me abre en camisón.

-¿Qué pasa Nike?..- Dice medio dormida.

-¡Hika-chan!- Me lanzo a sus brazos y le explico lo que ha pasado.

Se descojona y yo comienzo a llorar de la vergüenza.

-¿Qué hago ahora?- Digo roja como un tomate.

Hikari me mira seriamente otra vez, a saber lo que piensa.- Primero, te vas a vestir y luego, harás como si nada hubiera pasado.

- Vale...- Digo ya mas calmada. Tienes que actuar Nike, tu puedes.

Hikari me da uno de sus vestidos ya que ve que no estoy preparada para volver.

Se trata de un vestido compuesto por una camisa de manga larga negra con volantes y, cuello alto con un lazo rosa fucsia que lo ata; por encima de la cual hay un vestido a rayas blancas y negras y, dos volantes que se abren a los lados; debajo de los cuales hay mas volantes negros en el centro, para evitar que no se vea nada. El vestido me llega casi a las rodillas por lo que me pongo unos calcetines negros con brocado rosa en el filo y, unos zapatos blancos y negros.

Hikari coge una cinta rosa y me hace una coleta alta.

- Muy bien ya estas lista.- Dice Hikari sonriendo.- Hacia tiempo que no te peinaba.

Hikari se viste con un vestido compuesto por una camisa negra con volantes y un lazo azul turquesa que se ata al cuello, un chaleco abotonado a rayas blancas y negras que acaba en punta y una falda larga a volantes negros y azules. Lleva puestos unos zapatos blancos y negros al igual que yo. Yo le hago dos trenzas paralelas a las orejas y los junto haciendo un moño trenzado que ato con un lazo azul.

- Ya podemos bajar a desayunar.- Digo feliz por el moño que me ha quedado bien.

- Si, pero antes tenemos que avisar a Erika.- Dice sonriéndome.

Vamos hacia la habitación de Erika-san y picamos a la puerta.

Erika abre. Lleva puesto un vestido negro de manga larga con volantes que acaban uniéndose, por debajo del escote a rayas negras y blancas, como en una especie de chaqueta con botones rojos que acaba de forma de arco, para dejar paso a una falda a rayas blancas y negras con un pequeño volante al final. En el cabello lleva una diadema roja.

-¡Jeje! Al parecer vamos a juego.- Digo riéndome por la coincidencia.

- Si, tienes razón.- Dice Erika sonriendo.

Bajamos al comedor, donde Ciel nos esta esperando para desayunar.

Nos sentamos y Sebastian viene con los platos.

- El desayuno de hoy son tortitas con sirope de vainilla y chocolate con tostadas a la francesa y te de Ceilan.

Sebastian se marcha y comenzamos a desayunar. Hasta que de repente...

- Joven amo, lamento la interrupción pero ha llegado una carta urgente de la reina.- Dice entregándole la carta.

-¡Tsk!- Dice irritado.- No hemos llegado a tiempo.

¿De que están hablando?

-¿Qué propone?- Pregunta Sebastian.

-¡Saldremos de inmediato! Prepara las cosas.- Dice decidido.

-¿Qué? ¿A dónde?- Pregunto confusa.

- Pues...-Dice mientras piensa que responder.

- Haber, veamos esa carta.- Dice Erika y la levanta en el aire con tal de cogerla.

La lee y se queda patidifusa.- Primo, no creo que ese tipo de escenarios sean apropiados para Nike.

- Eso ya lo se.- Dice irritado.

Mientras Erika esta distraída Hikari le arrebata la carta y pon la misma cara que ha puesto Erika al mirarla.

- No pienso dejar que Nike vea algo como eso.- Dice decididamente Hikari.

-¿Y que propones? No quiero dejarla.- Dice serio Ciel.

Estoy intrigada. Por lo que aprovecho el momento para arrebatarle la carta de un movimiento rápido.

-¡Nike no!- Dicen Hikari, Erika y Ciel.

Yo no les hago caso y la abro, no les pienso dejar que se diviertan sin mi.

-¡Sebastian quítale la carta!- Dice Ciel y Sebastian aparece.

- Yes, my lord.- Dice haciendo una reverencia.

Me voy corriendo con tal de que no me pille, de verdad tengo ganas de leer eso.

Salgo al jardín y escalo hasta llegar al tejado. Me siento en la chimenea y empiezo a leer.

Querido señor Phantomhive, me temo informarle de la terrible noticia. Esta madrugada a las 05:00 se ha encontrado el cuerpo inerte de la señorita Heartstay en la misma puerta de la casa de sus padres. Ella se encontraba...

Sebastian me quita la carta, pero ya es demasiado tarde.