Capitulo XXIV/IV

9 3 0
                                    


Mientras Hikari y Sebastian entrenan:

Narra Alois:

- Muy bien ¡Vamos aya!- Digo sonriendo y yendo a un lugar apartado del jardín, haciendo la Heidi, mientras los demás me siguen.- Claude ¡Tráele una pistola a Erika-chan!

- Yes, your Highness.- Dice el haciendo la reverencia de siempre.

-¿Por cierto, como es que esta aquí conde Trancy?- Pregunta ella curiosa.

- Primero de todo, llámame Alois.- Digo fingiendo regañarla.- La verdad es, que la reina me ha pedido ayuda en este caso tan complicado.

- Ya veo...- Dice pensativa.- Esto es tan importante que requiere la ayuda de dos condes... Por lo que no pudo fallar ¡He de proteger a Nike y llevar al éxito la misión!

Me sorprendo por su sinceridad conmigo. ¿Confía en mi o solo lo aparenta? Veámoslo.

- ¿Hacemos algo mientras esperamos?- Digo cogiéndola de la mano y comenzando a bailar como si estuviéramos en un salón de baile.-¡Ole!

Erika se ríe sin parar.- Eres muy divertido...

¿Divertido? Nunca me han dicho algo como eso. Mas bien me llaman pesado, extravagante, cargante, fatigoso,...

-¡¿Tu crees?!- Digo extremadamente feliz colgándome de su brazo.

-¡Claro que si!- Dice mas seria para luego secarse una lagrima de risa.- Nunca me había reído tanto con alguien.

- Sabes, ese argumento seria mas convincente si no estuvieras descojonándote mientras lo haces...- Finjo hacer un puchero.

- O al contrario, es mas convincente por decirlo llorando de la risa.- Me quedo sorprendido, esta es una chica extraña. Me gusta.-¡Mira lo que me has hecho!

Antes de que pueda responder Claude aparece con tres pistolas semiautomáticas.

- Señor, ya podemos empezar.

Nos da una pistola a Erika y a mi.

- Erika-sama, con su permiso, comenzare por explicarle las partes básicas de una pistola y la función de cada una.- Dice desmontando su pistola y mostrándonos un tubo de acero.- Esto es el cañón o resorte, es por donde la bala transcurre su camino hacia la salida de la pistola.

-¡Ok!- Decimos los dos a la vez. Ella parece estar mas atenta y animada de lo que parecía al principio.

Deja el cañón y coge una especie de palanca.- Esta es la corredera o cerrojo, es el seguro que hace que no disparemos sin querer.

A continuación nos enseña el resto de la pistola.- Esto es la armadura, sirve para el alojamiento de las distintas piezas que forman parte de los mecanismos.

Después, mas rápidamente nos muestra el gatillo y blablablá...

- Ahora que ya sabe lo básico, pasemos a lo practico.- Dice colocando un par de dianas en los arboles.- ¿Señor, le gustaría hacer una demostración?

Le miro asesinamente. ¡Esta me las va a pagar mas tarde, eso lo tengo claro!

Coloco el cargador, quito la corredera, mido el retroceso y apunto al blanco. Le doy en el centro y rápidamente muevo el resorte recuperador.-¡Y ole!

Erika me mira con la boca abierta.- ¡Eres genial lo sabias!

- No es tan difícil.- Digo colocándome detrás de ella y colocando su brazo.- Tan solo coloca el cargador, quita el cerrojo, apunta y dispara.

-¿Así?- Dice disparando. Le da a la diana pero, no ha mirado el retroceso y le ha dado en la cara haciéndole sangre.- Vale creo que hay algo mal.

- Señorita...- Va a decir Claude pero Erika se vuelve a colocar para dispar.

Dispara y esta vez mira el retroceso. Le da a la diana, mejor dicho, no para de disparar hasta hacer una forma como de corazón en ella. ¡Esta loca o no se preocupa por la sangre de su frente!

-¡Lo logre!- Dice sonriente. Eso me pone de los nervios.

-¡Esta muy bien Erika-chan!- Me acerco a su frente y le lamo la sangre.- Esa es tu recompensa por acertar.

Se toca la frente y se pone roja.- Ya veo... ¡Así que quieres comprobar si las enseñanzas que me habéis dado funcionan!

Quita la corredera. Me escondo detrás de Claude.- No dejes que me dé.

Claude me coge en brazos y comienza a correr saltando por los arboles. Mientras Erika nos dispara, No nos da en ningún momento, pero una bala me pasa rozando el flequillo.

- Señor no sería mejor disculparse por lamerle la frente.- Dice Claude parando cuatro balas con una mano.

- Eso jamás ¡Esto es divertido!- Digo riéndome.

Oigo un ruido extraño y al mismo tiempo Erika para de disparar. Claude me baja del árbol y ambos la miramos.

-¡Entrenar me da hambre! ¡¿Algún problema?!- Dice con la cara roja como un tomate.

No se porque pero esa expresión hace que me den ganas de castigarla.

- Entonces, hagamos un descanso para comer.- Digo sonriendo.

- Si, y ya de paso veamos como van Sebastian y Hikari.- Dice devolviéndome la sonrisa.

Vamos donde los demás. Sebastian y la otra chica, Hikari o eso creo... Están peleando encarnizadamente.

Sebastian se desconcentra por un segundo al vernos y la otra le da una patada giratoria en la cara.

Erika va corriendo.-¡Sebastian, Hikari, Estáis bien!

- Si, supongo que es hora para un descanso para comer.- Dice dando una reverencia y yéndose a la cocina.

-¡Ok!- Dice Erika- Nosotros iremos a por Nike y mi primo.

- Si, no me fío de lo que le este haciendo ese enano a mi dulce e indefensa Nike.- Dice la chica que apenas conozco crujiéndose los puños.

- Primero , no creo que la persona capaz de hacer eso con una espada pueda ser considerada indefensa y, segundo esta claro que Ciel es demasiado soso como para hacerle algo interesante.- Digo seguro de mi mismo.

- No lo tengas tan por sentado. Las personas nunca son lo que aparentan.- Dice Sosa-chan enarcando una ceja.


Basto con soñarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora