Capitulo XIX/II

10 3 0
                                    


Narra Erika:

Abro los ojos. Me encuentro en una tétrica sala. El papel de pared esta rasgado y el suelo de cemento manchado de sangre. Estoy atada a una silla mirando a la puerta.

-¡Ayuda!- Grito esperando que alguien me escuche.

-Da igual que grites. Nadie puede oírte.- Dice Claude colocándose las gafas.

-¡Tu!- Intento zafarme de la silla.- Mas te vale huir, porque cuando salga de aquí...

- Sabes, una señorita no debería decir ese tipo de cosas.- Dice acercándose a mi.

-¡Ejem!- Aparece Trancy justo detrás de el.- Claude puedes vigilar la puerta. Yo me encargo.

- Yes, your Highness.- Hace una reverencia y se marcha.

- Muy bien, veamos que puedo hacer contigo...- Dice ya enfrente mio.

- Conde Trancy, por favor, podríamos hablar de esto como adultos...- Me besa antes de que pueda continuar.

-¡Shhh!- Se sienta encima mío.- Usa tus labios para algo mas útil que hablar.

Me intenta volver a besar, pero le doy un cabezazo.

-¡Au!- Dice tocándose la cabeza.

-¡De Au nada!- Digo cabreada.-¡Primero de todo, ya me estas desatando! ¡Y después me pensare si no te pego una paliza de muerte! ¡¿Ok?!

Comienza a reírse a carcajadas.- Sabes... Me resulta interesante que a pesar de estar en desventaja me grites y me amenaces.

Me enfado todavía mas.-¡Se perfectamente que no debería ponerme al nivel de un crío! Pero, ¿Es que acaso no sabes lo que es querer proteger a alguien?

El se sorprende y me mira serio por primera vez.- Lo sabia... Hasta que me lo arrebataron.

Se pone melancólico por un momento. Tal vez aun pueda salvarlo.- Entonces, si alguna vez tuviste a alguien que te importo y por el que hubieras dado tu vida. ¿Por qué arrebatárselo a los demás?

- Yo no arrebato nada.- Dice empezando a confundirse.

- No has pensado que Nike es igual a...- Me vuelve a besar pero esta vez de manera mas desesperada.

-¡Cállate!- Me atrae hacia el de tal manera que la espalda me duele.

-¡Ay!- Digo pero el acalla mi dolor poniendo sus manos en mi espalda y dando besos en mi cuello.- Mmmm...

Porque soy incapaz de apartarlo. Se perfectamente que podría mandarlo al otro extremo de la habitación con mis poderes, pero no puedo.

-¡¿Por qué?!- Digo entre lagrimas y el se detiene.-¡¿Por qué no puedo hacerte daño?! A pesar de todo, ¡¿Por qué quiero ayudarte?!

Seca mis lagrimas. Le miro desconcertada y el a mi. ¡¿Por qué ha hecho eso?! El esta a punto de decir algo cuando Claude abre la puerta.

- Señor, ya es la hora. La luna de sangre ha salido.

Trancy va hacía el mayordomo y los dos se marchan.

Mientras tanto...

Narra Hikari:

Voy caminando por los pasillos hasta que me encuentro con Hannah. La cojo rápidamente y la llevo hacia la pared tapándole la boca.

-¿Quieres hacerle daño a Nike?- Pregunto muy seria.

Ella se queda sin saber que responder. Yo creo que esta indecisa, tal como dijo Nike, por lo que tal vez la pueda convencer de ayudarme.

- Perdona, es que no quiero que le hagan daño a mi hermana. Pero aun así no he debido pagarlo contigo.- Digo un poco arrepentida.

- No pasa nada...- Ella agacha la mirada.-Pero yo no puedo desobedecer las ordenes del Joven amo Alois.

-¿Estas segura de eso? ¿Quieres seguir bajo las ordenes de alguien que te trata mal o que incluso te ha echo daño físicamente?- Digo y ella se queda impactada.

- No quiero, pero aun así yo le quiero mucho. No sería capaz de abandonarlo.- Dice llorando.- Pero tampoco quiero hacerle daño a Nike.

- Entonces, que te parece si me ayudas a hacer lo correcto. A hacer que Alois se vuelva mejor persona.

- Eso no es posible.- Dice convencida.

- Si Nike pudo hacer del conde enano una persona mejor, puede con Trancy. Eso te lo aseguro.- Digo con una mirada llena de decisión.

- De acuerdo, pero no le hagáis daño.- Dice extendiendo su mano.

Tomo su mano con decisión.- Muy bien Hannah. Ahora vamos por Erika.


Basto con soñarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora