Narra Erika:
Abro los ojos. Me encuentro en una tétrica sala. El papel de pared esta rasgado y el suelo de cemento manchado de sangre. Estoy atada a una silla mirando a la puerta.
-¡Ayuda!- Grito esperando que alguien me escuche.
-Da igual que grites. Nadie puede oírte.- Dice Claude colocándose las gafas.
-¡Tu!- Intento zafarme de la silla.- Mas te vale huir, porque cuando salga de aquí...
- Sabes, una señorita no debería decir ese tipo de cosas.- Dice acercándose a mi.
-¡Ejem!- Aparece Trancy justo detrás de el.- Claude puedes vigilar la puerta. Yo me encargo.
- Yes, your Highness.- Hace una reverencia y se marcha.
- Muy bien, veamos que puedo hacer contigo...- Dice ya enfrente mio.
- Conde Trancy, por favor, podríamos hablar de esto como adultos...- Me besa antes de que pueda continuar.
-¡Shhh!- Se sienta encima mío.- Usa tus labios para algo mas útil que hablar.
Me intenta volver a besar, pero le doy un cabezazo.
-¡Au!- Dice tocándose la cabeza.
-¡De Au nada!- Digo cabreada.-¡Primero de todo, ya me estas desatando! ¡Y después me pensare si no te pego una paliza de muerte! ¡¿Ok?!
Comienza a reírse a carcajadas.- Sabes... Me resulta interesante que a pesar de estar en desventaja me grites y me amenaces.
Me enfado todavía mas.-¡Se perfectamente que no debería ponerme al nivel de un crío! Pero, ¿Es que acaso no sabes lo que es querer proteger a alguien?
El se sorprende y me mira serio por primera vez.- Lo sabia... Hasta que me lo arrebataron.
Se pone melancólico por un momento. Tal vez aun pueda salvarlo.- Entonces, si alguna vez tuviste a alguien que te importo y por el que hubieras dado tu vida. ¿Por qué arrebatárselo a los demás?
- Yo no arrebato nada.- Dice empezando a confundirse.
- No has pensado que Nike es igual a...- Me vuelve a besar pero esta vez de manera mas desesperada.
-¡Cállate!- Me atrae hacia el de tal manera que la espalda me duele.
-¡Ay!- Digo pero el acalla mi dolor poniendo sus manos en mi espalda y dando besos en mi cuello.- Mmmm...
Porque soy incapaz de apartarlo. Se perfectamente que podría mandarlo al otro extremo de la habitación con mis poderes, pero no puedo.
-¡¿Por qué?!- Digo entre lagrimas y el se detiene.-¡¿Por qué no puedo hacerte daño?! A pesar de todo, ¡¿Por qué quiero ayudarte?!
Seca mis lagrimas. Le miro desconcertada y el a mi. ¡¿Por qué ha hecho eso?! El esta a punto de decir algo cuando Claude abre la puerta.
- Señor, ya es la hora. La luna de sangre ha salido.
Trancy va hacía el mayordomo y los dos se marchan.
Mientras tanto...
Narra Hikari:
Voy caminando por los pasillos hasta que me encuentro con Hannah. La cojo rápidamente y la llevo hacia la pared tapándole la boca.
-¿Quieres hacerle daño a Nike?- Pregunto muy seria.
Ella se queda sin saber que responder. Yo creo que esta indecisa, tal como dijo Nike, por lo que tal vez la pueda convencer de ayudarme.
- Perdona, es que no quiero que le hagan daño a mi hermana. Pero aun así no he debido pagarlo contigo.- Digo un poco arrepentida.
- No pasa nada...- Ella agacha la mirada.-Pero yo no puedo desobedecer las ordenes del Joven amo Alois.
-¿Estas segura de eso? ¿Quieres seguir bajo las ordenes de alguien que te trata mal o que incluso te ha echo daño físicamente?- Digo y ella se queda impactada.
- No quiero, pero aun así yo le quiero mucho. No sería capaz de abandonarlo.- Dice llorando.- Pero tampoco quiero hacerle daño a Nike.
- Entonces, que te parece si me ayudas a hacer lo correcto. A hacer que Alois se vuelva mejor persona.
- Eso no es posible.- Dice convencida.
- Si Nike pudo hacer del conde enano una persona mejor, puede con Trancy. Eso te lo aseguro.- Digo con una mirada llena de decisión.
- De acuerdo, pero no le hagáis daño.- Dice extendiendo su mano.
Tomo su mano con decisión.- Muy bien Hannah. Ahora vamos por Erika.
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Basto con soñarte
FanfictionNike es una linda chica de dieciséis años, ojos verde esperanza y pelo color rosa pálido. La cual un dia se encuentra con un peluche abandonado en un descampado, al cual decide acoger y cuidar. Un dia cuando invita a su mejor amiga Hikari a pasar l...