Feliz cumpleaños 2

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Dejando esto por aquí.

X-men no es mío, tampoco Shrek.

                                                                                           ...

Erik observó a su izquierda, ahí estaba Charles concentrado en la vista que proporcionaba la ventana del vehículo.

-¿Compartimos taxi?- Había preguntado Xavier una vez que se decidió de forma unánime que la fiesta había terminado. Hacía poco que habían descubierto que vivían bastante cerca, así que...

-Seguro- Había contestado él al tiempo que lograban detener un auto.

Y ahora ahí estaban, de camino a casa. La verdad la fiesta-reunión-borrachera no había sido tan mala, hasta podría decirse que se había divertido. Alex con falda había sido épico, la cara de rabia del chico ayudaba a volverlo más épico; la actitud fiestera de Angel, las risas de Darwin, esa actitud ligeramente desinhibida que nunca había visto en Hank, la eterna actitud relajada de Sean...

Aunque había pequeños detallitos, como Emma y sus insinuaciones y el dueño del bar, no entendía porque le había caído en los hue... de la patada, le había caído de la patada.

Nunca le había desagradado el sujeto, era bastante rudo y sabía mantener lejos a los borrachos idiotas y pleitistas. Recordaba una de las primeras veces que había ido al bar y unos tipejos estaban haciendo más escándalo de la cuenta. El dueño, con toda esa actitud suya de macho alfa superdotado, había caminado hasta el pequeño grupo y les había pedido que bajaran el tono, de la forma más seca e imperativa que Erik nunca había visto en el dueño de algún negocio; sorpresivamente uno de los sujetos, probablemente el más borracho, le lanzó la botella de cerveza justo en la frente provocando el brotar de la sangre. Los idiotas rieron.

-Estoy pagando por un servicio, puedo hacer lo que quiera, imbécil- dijo con su estúpido tono de borracho. El dueño, sin siquiera molestarse en limpiar la sangre, movió suavemente su cabeza a los lados, estirando el cuello, al tiempo que suavemente tanto la herida como el moretón que había comenzado a formarse, desaparecían.

Como si la cosa no fuera suficientemente sorprendente ya, lentamente unas especies de navajas le salieron de entre la piel de los nudillos. Las risas habían sido suprimidas desde la desaparición del daño en la frente, no dudaba que eso último había ayudado a quitarles la borrachera.

-Largo- Y eso había sido todo.

Ahora Lensherr no se explicaba porque esta noche el hombre le había parecido tan desagradable, tampoco es que fueran amigos... no estaba seguro ni de que fueran conocidos, pero de ahí a casi odiarlo como ahora...

La insistente mirada de su compañero causo un acto reflejo en él provocando que girara la cabeza.

-Estabas muy concentrado- Explicó sonriente. –Te pregunté que quién estaba cuidando de Wanda y Pietro, pero me ignoraste-

¡Erik!, ¡Me estás ignorando!

El reclamo de su ex mujer hizo eco en su mente, se concentró en la expresión del ojiazul pensando que encontraría una furia incontenible como la de Magda en sus últimos días de matrimonio viviendo bajo el mismo techo, pero a cambio se topó a un castaño completamente relajado.

-Estaba... pensando-

-Sí Erik, lo noté- Se preguntó si Charles habría entrado en su mente, descubrió que no le importaba. –Cuando dije que se notaba, no quise decir que leí tu mente- Lensherr movió su mano restándole importancia a aquello y poniendo su atención en la ventana.

Matando la SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora