Un día en la vida de Sebastian Shaw

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  X-Men no es mío, tampoco la canción "Loving you" de Minnie Riperton 


Lovin' you is easy cause you're beautiful
Makin' love with you is all I wanna do
Lovin' you is more than just a dream come true...

Sebastian apagó su radio-despertador con odio, maldecía el momento en que pensó que programar la radio en la estación romántica era una buena idea, pero era la estación que Charles siempre escuchaba.

Él no necesitaba el despertador, siempre había sido capaz de despertar por sí mismo, pero Charles siempre necesitaba de esa estúpida cosa.

Se sentó en la orilla de la cama y pasó una mano por su cara, volteo hacia atrás concentrándose en el lado vacío de la cama. Charles siempre se sentaba dándole la espalda, esa espalda llena de pecas, luego giraba el rostro para mirarlo sobre el hombro y sonreír perezosamente.

Era un huevón de mierda.

Después de terminar de bañarse fue hasta su armario con la específica necesidad de ponerse su camisa morada, camisa que no encontraba. Esperaba que esa idiota sirvienta no la hubiera perdido. Charles siempre dejaba su camisa morada a la vista, porque Charles sabía que era su favorita.

Terminó poniéndose una de las tantas camisas blancas que poseía y caminó a la cocina. Charles siempre le hacía el desayuno, sabía asqueroso y se veía asqueroso, pero siempre lo hacía.

Decidió que compraría algo en el camino.

...

Odiaba cuando los socios eran unos inútiles en los que no se podía confiar y terminaba teniendo que ser él el que viajara dos horas para ir a la estúpida ciudad en la que antes había vivido para encontrarse con un cliente.

Charles habría amado un viaje improvisado.

...

Estúpidos clientes retardados. Estúpidos No-Mutantes eran retrasados mentales, ¿cuándo sería el día en que por fin se extinguirían?

Salió del restaurante donde había sido el encuentro, deseando ya estar en su auto de camino a su casa, por desgracia ya era muy tarde y tendría que quedarse en un jodido hotel.

Y entonces la escuchó, esa risa era inconfundible, la conocía perfectamente. Era la risa de un idiota escandaloso.

Era la risa de Charles.

Lo encontró, fue difícil porque al parecer la calle en la que estaba era muy transitada, pero ahí estaba, caminando por la banqueta del otro lado de la calle junto a otro hombre, alto e imbécil.

El hombre alto se acercó a Charles y le beso la nariz (justo en la forma en que hacía a Charles sonrojarse y reír) y después lo beso en los labios.

Esa maldita puta.

Puso un pie en la calle apunto de cruzar, cuando un policía lo regresó a la banqueta.

-¡Hey, no puede cruzar por aquí!, pueden atropellarlo, vaya al paso peatonal- Dijo con voz autoritaria. Sebastian provocó la explosión del foco de la lámpara pública, el policía se cubrió asustado y él dirigió su mirada hacia donde había visto a la perra de Charles.

Ya no estaba.

...

Lanzó la corbata con furia contra la cama y después su portafolios contra el suelo, provocando que se abriera, desperdigando cada uno de los papeles.

No tenía nada que ver con él. Charles podía ir y abrir las piernas como la puta que era.

Todo lo que Sebastian había hecho por él... y ese maldito hijo de perra le pidió el divorcio.

Sebastian lo abandonó y le quitó todo porque todo se lo había dado él, la ropa, los muebles, incluso su celular. Hizo todo eso porque quería demostrarle a Charles que no era nada sin él y porque él era una muy buena persona, cuando Charles viniera rogando que quería volver, él aceptaría.

Pero Charles, siendo la puta que es, fue y... y ahora creía que podía ser feliz, ¿creía que podía ser feliz con alguien más?

Oh, No.

Charles era suyo.

...

Tenía toda la información, su contacto le dio direcciones, nombres de personas y fotos.

Erik Lensherr.

Lovin' you is more than just a dream come true
And everything that I do is out of lovin' you
La la la la la la la... do do do do do

Esa estúpida canción estaba sonando en la radio otra vez. Se concentró en apagarla sin mucho éxito, fue entonces que él claxon de un auto le hizo darse cuenta que se había salido del carril.

Una vez en su carril correspondiente dio una rápida mirada hacia atrás.

-Estúpidos de mierda- Al regresar su atención al frente un camión que transportaba tubos de metal se apareció ante él y esta vez fue imposible evitar el impacto.

El auto quedó destruido y una cabeza fue atravesada por un tubo de metal.

No one else can make me feel
The colors that you bring
Stay with me while we grow old...

Aún sonaba la radio cuando Sebastian dio su último respiro.


De verdad disfruté matándolo. 

Matando la SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora