Criando niños mutantes

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  X-Men sigue sin ser mío.  


Wanda se encontraba con Clint y Anna Marie escondiendo juguetes en el arenero, por allá podía verse a Pietro y a Kurt en los columpios. Kitty estaba con Illyana jugando con muñecas; Bobby, Remy y John jugando con una pelota y muchos otros pequeños disfrutaban del recreo de 30 minutos que el jardín de niños les permitía tener.

Bobby, John y Remy terminaron acercándose a donde los súper-amigos se encontraban.

-Juguemos todos a la pelota- Dijo Bobby al tiempo en que sus interlocutores daban un salto desde sus respectivos columpios al mismo tiempo, terminando de pie junto a sus compañeros.

-¡Sí, hay que jugar!- Aportó el peliblanco entusiastamente.

-¿A qué vamos a jugar?- Preguntó Kurt.

-No sé- Agregó Bobby.

-Fútbol- Aporto John en medio de un bostezo.

-¿La trae con pelota?- Remy tomo el balón de entre las manos de su amigo.

-Pietro y Kurt siempre ganan por sus mutaciones- Se quejó el rubio molesto -La trae no- Y fue entonces que un cambio de actitud surgió en el peliblanco. Su pequeño cuerpo se tensó y la sonrisa desapareció.

-Yo no jugaré- Exclamó Pietro comenzando a alejarse de sus compañeros.

-Como quieras- Susurro Remy y Kurt corrió a alcanzar a su amigo que se alejaba a velocidad normal.

-Yo tampoco jugaré, no jugaré si tú no juegas-

-No, tienes que ir a jugar- Ordenó girándose de golpe.

-Pero yo quiero jugar contigo- Agregó el pequeño niño azul. Su amigo se tensó aún más.

-Pues yo no quiero jugar contigo-

-¿Por qué no?-

-Porque eres un mutante-

-Y eso qué, tú también-

-Solo... ¡Solo vete!-

-¡No grites!- Contestó en el mismo tono fuerte. –Bien, ya me voy- Aclaró dándose media vuelta; observó a su súper-amigo una última vez y terminó desapareciendo en una nube de humo.

Pietro caminó a velocidad anormalmente lenta hacia el salón de clases.

Siendo el lugar donde Charles lo encontró cuando fue a buscar su celular desaparecido amante del juego de las escondidas.

-Pietro, ¿Qué haces aquí?- Preguntó con tono alegre y sonrisa en los labios. No esperaba que los ojos del niño estuvieran llorosos y que en cuanto lo viera comenzara a soltar sollozos escandalosos. –Hey, hey...- Para Charles era sencillo manejar una Wanda llorosa, pero un Pietro lloroso era un terreno completamente confuso, asesino y tenebroso. Para empezar no tenía ni idea de si le permitiría abrazarlo. -¿Qué sucede?- Dijo hincándose frente al pequeño de pie que se tallaba los ojos y trataba de tragarse el ruido de su llanto.

-Pelee con Kurt-

-¿Por qué?- Preguntó honestamente sorprendido.

-Porque Kurt es un mutante- ¿Acaso se había perdido de alguna línea?

-Tú también eres un mutante- Explicó sintiéndose estúpido una vez que el comentario salió de su boca.

-Me gusta tener súper poderes y me gusta que Kurt tenga súper poderes- El niño se quebró todavía más. -Pero mamá me dijo que no debía dejar que otros los vieran, que mejor actuara como un niño normal y yo no actuó como un niño normal- El pequeño comenzó a alzar la voz con desesperación. -Y Kurt no es un niño normal porque-porque puede teletransportarse- Explicó obviando por completo la apariencia de su sobrino. –Y entonces pensé que tal vez si no soy un niño normal mamá va a dejar de quererme y no quiero que mamá deje de quererme y que tal si Wanda deja de quererme y papá- Y el infante se volvió un remolino de lágrimas e hipidos.

Matando la SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora