Aquí estoy 2

4.3K 491 310
                                    

Te dedicó este capítulo hermana, por limpiar el vómito del perro :p y permitir que la inspiración no me abandonara :D

X-Men no es mío.


¿Debía esperar o ir a buscarlo?, Charles no quería estar con él y él todo lo que quería era estar con Charles y pedir perdón.

Cuando se dio cuenta ya habían pasado 20 minutos y el seguía de pie observando el camino que Charles había seguido.

Su pareja con pierna rota y al que básicamente le había dicho que no necesitaba en su vida.

Abrió la puerta con la motivación de encontrarlo, no estaba seguro de donde lo buscaría, pero lo encontraría; no sabía que iba a decirle, como iba a disculparse, pero iba a arreglarlo iba a...

Charles estaba sentado en el escalón más alto fuera de su casa, con su pierna sana doblada y la del yeso, estirada a lo largo de los tres escalones.

-¿Saliste y te sentaste aquí?- Después de preguntar, se dio cuenta de que eso no era lo que debió hacer como primera instancia.

-Tengo una pierna rota y mis muletas están en la casa, ¿adónde se suponía que fuera?- Contestó Charles y regresó la mirada al suelo. Erik decidió que ya que Charles no lo estaba corriendo, se le permitiría sentarse junto al hombre.

-Charles- Comenzó, pero fue interrumpido.

-Lo siento-

-¿Qué?-

-Estaba molesto contigo porque eres un idiota- Bueno, lo merecía. – Te dije... lo primero que se me ocurrió decirte fue que no quería estar contigo... eso era justo lo que me decía Sebastian. Y recuerdo cuanto dolía cuando él lo decía, me preguntaba a donde iría, con quién estaría, y si volvería. Recuerdo preguntarme que había de malo en mí para que él no quisiera estar conmigo. Quería lastimarte, porque tú me lastimaste y lo primero que se me ocurrió fue...- Charles pasó una mano por su cabello y Erik entendió que Charles no podía creer las palabras que le había dicho. –Lo siento-

¿Cómo era que se las arreglaba para decir las cosas más erróneas existentes?

Era una mierda de persona, no solo lastimo a Charles, se las arregló para recordarle a su ex esposo.

Bravo Lensherr, bravo.

Abrazó a Charles apretadamente.

-Fue mi culpa que dijeras eso, no tienes que... yo...-

Era un imbécil que no sabía que decir.

-Lo siento- Susurró aunque sentía que debía gritarlo e hincarse y rogar por perdón y comprar flores y un nuevo, no, 15 libros nuevos de genética y...

-Erik sé que no soy nada de Wanda y Pietro, y también sé que así como yo aprendí a escapar, tú aprendiste a no confiar en las personas y sé que te cuesta, que no crees que alguien puede estar ahí para ti siempre que lo necesites, pero yo estoy aquí Erik, quiero que sepas que puedes confiar en mí. Soy tu apoyo y tú eres el mío. Wanda y Pietro son importantes para mí y... cada momento que tengo para pensar, lo único que hago es imaginar que alguien podría atreverse a dañarlos; me gustaría esconderlos para que nadie los lastime nunca y... que pasa si te pasa algo a ti o a su madre y ellos terminan viviendo en la calle y...- Charles se detuvo a sí mismo, buscando controlar sus palabras. Erik sintió que lo amaba -Lo que trato de decir es que... no sé cómo se siente el amor que tú les tienes, pero sí sé que los amo... mucho... y haría lo que fuera por ellos-

Erik siempre ha sabido y entendido que Wanda y Pietro eran importantes para Charles, le quedaba claro por la forma en que se interesaba y preocupaba por sus hijos, pero, ¿de ahí a amarlos?, a pensar en ellos en la forma en que lo hacía, con la paranoia que un padre que se interesa y ama profundamente a sus hijos tendría.

Matando la SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora