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- ¿Que te había dicho?

Su voz sonaba más que molesta.

- L-Lo siento, no volverá a pasar.

El chico que estaba tumbado en el piso, se levantó con quejidos y molestias.

- Vale.. ¿Y tu?

Dirigió su mirada al pelirrojo que lo acompañaba.

- Yo... Me retiro, nos vemos luego chicos.

Sus pies actuaron solos y salió literalmente corriendo de ahí.

- Anda tu igual.

Ordenó con su voz de grave, aquella que siempre usaba en los partidos antes de salir a jugar.

- S-Si capitán...

A duras penas se levantó y salió del lugar.

- Está todo bien Taehyungie.

Su voz ahora era tierna y dulce, más suave y ligera.

Taehyung abrió los ojos, encontrándose con un Jungkook sereno y sonriendo, aunque sabía que estaba molesto, su voz hacia él, fue de ternura.

- Jung...

- Shh, no pasó nada, todo está bien, creo que... No fue buena idea traerte.

- Perdona por ser una molestia.

- ¿Molestia? ¿Quien crees que me dió ánimos para meter el gol ganador?

- Jungkook.

Se quejó en un puchero.

- Es verdad, tus gritos de aliento eran todo lo que escuchaba.

- Mentiroso, ni yo me escuchaba entre tanta gente gritando.

- Ya pero, para mí tu voz era la que importaba, después de vivir tanto tiempo juntos... Puedo diferenciarla de las demás.

- ¿Que le pasó al Jungkook arrogante?

- Se quedó en el campo de juego.

Rió y Taehyung lo acompañó.

Estaban en una posición algo cómoda para ambos.

Jungkook rodeaba con un brazo la cintura delicada de Taehyung quien mantenía sus manos en los hombros del menor.

- ¿Que pasó?

- ¿A que te refieres?

- Yo solo creí que iba a morir y llegaste, ni siquiera supe cuando paso.

- Bueno, ten por seguro que no te volverán a molestar.

- ¿Por que debería estar seguro?

- Nadie se mete con mi propiedad.

Lo miró con una leve sonrisa haciendo ruborizar al mayor, lo que más le gustaba.

- ¿Tu propiedad?

- ¿A caso no te diste cuenta?

- ¡¿De que?!

Preguntó histérico y alejándose del menor, quien lo tomó de la muñeca y lo jaló de nuevo a él.

- De que eres mío ahora.

- ¿Q-Que estupideces estás diciendo?

El rubor del menor hacia reír al ajeno.

- Ninguna estupidez Taehyung... Te besé.

- ¡¿Que?!

- Por dios, no me digas que no tienes sentido del tacto en tus labios por que... De verdad que me concentré para que saliera bien.

- ¡¿De que hablas?!

- Ah! Joder, de esto.

Volvió a poseer sus caderas y juntar sus labios, ahora con Taehyung con los ojos abiertos y sorprendido, seguía el beso torpemente, enredando sus dedos en el cabello sedoso del menor.

- Bueno.

Cortó el beso el menor.

- Antes no-...

Prosiguió.

- Lo seguiste.

Volvió a besar esos labios.

- Se siente bien que te correspondan.

Dijo de nuevo juntando sus frentes.

- ¿Por que me besas?

- Por que me gustas.

- También me gustas.

- No lo sabía.

- Ya! Que eres tonto, claro que lo sabías, si no ¿Por que ponerme nervioso y hacerme avergonzar cada que te me acercabas?

Hizo un puchero y Jungkook rió por eso.

- Vale, antes no lo sabía y sólo lo hacía por verte fruncir el ceño y fingir molestia, después... Me comenzó a gustar mirarte y tocarte... Ahora no puedo dejar de besarte.

Volvió a juntar sus labios en un beso tierno y lento.

- Tonto.

Taehyung resopló en los labios ajenos para volver a unirlos.

- Vamos a casa.

Ronroneó Jungkook en el cuello de su mayor.

- Vamos.

Susurró tomando el cuello del azabache.

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