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- Medio año y tu madre... Aún no.

- Cariño ¿Ya te dije que te amo?

- Basta, es encerio, tu madre me odia.

- No te odia.

- ¿A no? Y ¿Por qué no me dejo entrar a tu casa cuando nos dejaron un trabajo en equipo?

- Bueno, es por que ella estaba muy cansada y...

- No pongas excusa Jungkook... Ella de verdad no me quiere, creí que... Creí que sería buen partido para ti... No entiendo por qué es así conmigo.

- Tal vez... Tiene miedo de que te prefiera a ti.

- Eso es... ¿Malo?

- Mi madre es muy celosa.

- ¿Entonces por qué quiere a una chica a tu lado?

- Es muy diferente, si tengo una novia, mi madre podrá manipularla.

Se encogió de hombros mientras se sentaba en una banca, en un parque cercano a la casa del mayor.

- ¿Hoy no tienes prisa?

Rió para poder cambiar de tema.

- No, hoy soy para ti, todo el día.

Lo miró con una sonrisa ladina y las cejas levantadas.

- ¿Que?

Se ruborizó leve y mordió su labio inferior.

- Que le dije a mi hermana que fuera a dormir a la casa de su amiga y tuviera el pretexto de ir a cuidarla, pero en realidad dormiré contigo esta noche y en la mañana iré por ese monstruo.

- No te creo... Ella no aceptaría tan fácil.

- Lo hizo por que me ama y soy un hermano genial.

- Mucho menos lo creo.

Rieron y Jungkook trono la boca.

- Vale...

- ¿Cuánto le darás?

- $150 y una salida de compras.

- Lo sabía.

Rieron de nuevo y Jungkook se hizo el indignado.

- Ya pero, le cambie la salida por un puchero.

- ¿Que dijiste para que te la diera fácil?

- Taehyungie, él en verdad quiere verme y estar conmigo, él es bueno y te quiere... Así que por favor... Hice mi mejor puchero y boom! Ahí está.

- Eres un loco Jungkook.

Carcajeo posando su cabeza en su hombro y el azabache acarició sus cabellos para después, reír y recargar su cabeza en la ajena.

- Pero así me amas.

- Así te amo.

Sonrió y es que esas palabras salidas de la boca de su chico, le hacía rebotar el corazón con fuerza dentro de su pecho.

- ¿Quieres ir a casa ya? Nos están mirando raro.

Suspiró y Taehyung se levantó y extendió su mano, su novio la tomó y caminaron a casa así, de la mano.

Iban haciendo tonterías en el camino, hasta que comenzó a llover.

- Ah! Me derrito.

Taehyung comenzó a jugar y Jungkook le siguió.

- ¡Nos morimos!

Rieron y con las manos entrelazadas y carcajadas, corrieron hasta la casa del mayor.

Algunas personas los miraban raro y algunas otras gracioso, otras pocas con cariño y algunas parejas con envidia de la buena.

¿Algún día seremos como ellos?
































Escuchaban comentarios así y eso los hacia valorar su relación.

Mucho más que cualquier cosa de valor monetario grande.

Mucho más que cualquier otra cosa.

Ellos tenían una forma de amarse que, inspiraba al mundo entero creer en el amor.

Y eso, los volvía perfectos, eternos.

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