Stup!d Prøject

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Las yemas de sus dedos provocaban en mi algo inexplicable, esa sensación de choques eléctricos, esa piel tibia estaba sobre mi.

No podía creerlo, de verdad estaba pasando esto.

Debí haberle dado permiso de tocarme desde antes, sus manos son expertas en esto.

¿Cuántas veces le hice tragarse sus ganas y aún así siguió a mi lado?

Por dios, no se que es lo que haya hecho antes de esto pero, supongo que hice algo bien.

Al tener a este ángel con voz dulce y sabor a frutillas sobre mi, tocandome, llevándome donde nadie jamás a llegado.

Debí haber salvado al mundo de alguna catástrofe, pues, éste ángel está enamorado de mi.

Y yo de él.

- Si te duele, avísame por favor, no quiero lastimarte bebé, ¿De acuerdo?

Sus manos por fin quitaron la playera que estorbaba entre sus cuerpos, Taehyung ya estaba sólo en boxers, pero Jungkook tardo demasiado en quitarse la ropa.

- N-No me veas.

Tapó su rostro avergonzado con su ante brazo, con su otra mano tomaba el brazo de su chico.

- ¿Por que? Eres hermoso.

- Esto es vergonzoso.

Jungkook quitó sus pantalones quedando de la misma forma que su chico en la cama.

- Bien, ya estamos iguales cariño, quítate el brazo de la cara.

Intentó quitar la mano ajena, pero se resistió.

- N-No.

- Taehyung.

Su voz ronca y su cuerpo caliente haciendo fricción sobre el pecho del chico debajo, lo hicieron temblar.

- No.

Chilló Taehyung.

- Vale, trae acá.

De un jalón quitó la mano y la posó rápidamente sobre su pecho.

Taehyung con los ojos abiertos y sus mejillas ardiendo, pudo sentir los latidos acelerados de su novio.

- ¿Sientes? ¿Sientes eso? Taehyung, yo te amo, tal y como eres, déjame admirarte y presumirte ante todos, eres hermoso, definitivamente el significado de perfección.

Deja de decir eso en estos momentos.

- Eres la luna en medio de la noche obscura.

Basta, no puedo más.

- Eres mi todo Taehyung, déjame amarte, déjame cuidarte, déjame ver el amanecer a tu lado, a lado de esta belleza, por dios Taehyung, debería darte orgullo tu cuerpo, tu exquisito cuerpo, color canela y tu aroma, tus ojos, tu pelo... Joder eres perfecto.

Cállate.

- Te amo por lo que eres y no me importa lo que digas, para mi... Para mi, para tu novio Jeon Jung Kook, eres una piedra preciosa que jamás, nadie, en el mundo podrá tener y me siento afortunado al tenerte aquí, cerca de mi, para poder tocarte, abrazarte, protegerte, besarte, amarte.

¡Basta!

- Hazme el amor.

Susurró el mayor en los labios ajenos antes de presionar en un beso.

- Te haré el amor.

Aseguró el menor acariciando cada parte de piel desnuda debajo de su cuerpo, tirando hacia abajo y hacia arriba haciendo que ambos gimieran de placer y exitación.