Stup!d Prøject

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- ¡Esta vez, me va a escuchar! No me importa si lanzó mil piedras a la ventana, yo realmente... Iré por ti Kim Tae Hyung.

Jungkook, con los ojos llorosos y el corazón en las manos corría desesperadamente a la casa de Kim y es que por más que quisiera dejarlo pasar, no podía, en verdad que no.

Eres mi todo idiota, así que ni se te ocurra escapar.

Corría con las mejillas sonrojadas y con sudor en todo su cuerpo.

Escuchó que su madre había salido, así que tomó esa oportunidad, a demás de que no tenía a quien cuidar esa noche.

Iba a paso firme, sin dejar de caminar, tomando aire, inflando sus mejillas, pensando en que si no abría la puerta, por dónde debería escabullirse.

Pero se qué iba a ver a Taehyung, lo iba a ver.

- Taehyung... Abre por favor.

Antes de poder tocar, escuchó unos sollozos, pero obviamente no eran de Taehyung, estos eran más... Agudos.

- Todo está bien, todo estará bien, dime ¿Por qué yo? ¿Por que nosotros? ¿Es por que... En verdad siento amor? ¿Te recuerdo a alguien? De todas formas, por más que quieras... No podrás separarme de él ¿Lo sabes?

Claramente era la voz de su chico.

Quería saber con quién estaba hablando de esa forma.

Pero algo lo detuvo.

- Nadie puede amar tanto como tú, eso es imposible, a caso ¿Quieres quitarmelo?

- Crees que... ¿Por eso lo estoy ignorando?

Algo pico en su pecho y simplemente agitó su cabeza y salió de ahí, tal vez no era el momento para hablar.

Mañana, aunque faltara a su última clase, definitivamente lo iba a enfrentar.

¿Por que me ignora?

- Jungkook, tus dudas será resueltas mañana... Sea quien sea la persona que esté con el ahora, tiene toda su atención.

Suspiró y caminó hasta su casa, no podía evitar sentir su corazón un tanto pequeño, pues lo que más quería ahora era, por lo menos, conseguir tocar su mano.

Pero debía esperar un poco, ya espero un mes y dos semanas, el año aún no acaba, puede esperar 17 horas con 25 minutos más.

Definitivamente, no te dejaré ir, estúpido león.

Frunció el ceño al entrar en casa y notar que su madre aún no había llegado.

- Está mujer.

Bufó, aunque estos últimos días hayan peleado por todo y por nada a la vez y no se hayan dirigido más de dos segundos la palabra, era su madre y estaba preocupado por ella.

- Regresa pronto... ¿Quieres?

Susurró al sillón donde su madre solía estar antes de dormir.
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- Dariana...

- No trates de ser lindo conmigo, aún así... No me convences mucho para mi hijo.

Con la nariz tapada y un pañuelo en sus manos, sentada en el sofá, Dariana habló hacia Taehyung, quien la había consolador esos minutos de llanto.

- Vale, como sea... Lamento haber dicho esas cosas.

- Tienes razón en decirlas... Ven aquí, me sentiré mal si en la escuela te ven así.

Y como toda madre preocupada por su hijo, con el botiquín que Taehyung siempre tenía a la mano, curó sus heridas.

- Gracias.

- Cállate.

Rió levemente, recordando que cuando Jungkook era cariñoso con él, siempre le decía eso, cállate.

- Dariana...

- ¿Qué?

Bufó la mujer como niña pequeña.

- No todos somos iguales.

La mujer se detuvo con el algodón lleno de alcohol sobre el labio de Taehyung.

- Auch! Duele...

Se quejó Kim haciendose para atrás.

- Lo siento.

¿Que dijo?

- ¿Que?

- Lo siento por todo... Tienes razón, no todos son iguales, aún cuando te destrocé, tu... Me consolas te y...

Lágrimas de nuevo caían.

- Oh no, Dari... Esta bien, antes no sabía las razones su por eso estaba molesto pero... Creo saber por que eras así conmigo.

- Lo siento tanto, oh por dios, le hice tanto daño amo hijo por el vago recuerdo de su padre... Me siento una estúpida, tiene razón en odiarme... Yo...

- Calma, basta ya... No creo que te odie...

Sonrió dándole su celular.

Jungkookie:

Mamá...

Tu, realmente deberías
de llegar ya a casa...

Bueno, te espero.

Como sea, apresúrate
o lloverá.

El mensaje de su hijo volvía a llenar sus ojitos de lágrimas.

- Oh Dari.

- No merezco a personas como ustedes a mi lado.

Hacia berrinche.

En verdad, se parece tanto a ti Kookie.

Taehyung riendo y abrazando a la mujer, quedó en un nuevo trato.

- Bueno Taehyung... Supongo que debo irme, de nuevo lo lamento y yo... Hablaré con Jungkook...

- No, no lo hagas, yo lo haré.

Sonrieron y el taxi que le había pedido Tae ya había llegado.

- Todo se arreglará.

Prometió la chica mirando el cielo nublado y la primera gota caer.

- Hasta mañana Dariana.

- Hasta mañana Taehyung.

Los recuerdos, pueden traerte un presente muy pesado e intranquilo, es hora de... Dejarlos atrás.