-Mi Contraparte-

CAPITULO 11: La verdad oculta.

Parecía un simple juego de niños. Los seis hermanos corrían tratando de seguir las indicaciones. En realidad no era tan difícil de descifrar pero, en primera instancia, el ver aquellos símbolos les había confundido bastante viniendo del número de Homura. Sin embargo, la emoción de pensar que se trataba de una broma por parte de la chica, les hacía agitarse y buscar con risas. Sólo había uno que no podía sentir tal emoción. Osomatsu estaba asustado y preocupado. No paraba de cuestionarse cómo había logrado tal cosa Tougou. Quizá había ido a buscar a la chica directamente y la había secuestrado. O quizá sólo robó su móvil. No...todo sonaba absurdo y bastante simple para alguien como ese hombre.

-¡Es por aquí! –Gritó Jyushimatsu con entusiasmo.

-¡Es cierto! Vaya, eres muy bueno en esto, Jyushi –Exclamaba con emoción el menor de todos.

-¡Uhuhu! No ha sido nada. –Respondía el de amarillo mientras rascaba su nuca y mantenía un leve sonrojo en sus mejillas debido al cumplido del otro.

-Bien, entonces....Un momento, hemos vuelto a la calle que nos guía a casa. –Decía Ichimatsu, quien se había sorprendido con la dirección a la que se dirigían.

-¿Eh?.... Eso no tiene sentido. –Osomatsu se acercó al móvil de su hermano menor para ver nuevamente las "coordenadas". Era cierto, sí habían comprendido con exactitud aquello, estarían de regreso a casa.- Um... ¿qué es esto?...

-¡¡¡Homura!!! –Gritó conmocionado el quinto hermano y corrió con toda su fuerza. Con algo de distancia, podían ver que Homura se encontraba frente a la puerta de la casa.

Osomatsu también corrió con fuerza. Temía por la seguridad de la chica y se apresuró para verle de cerca. Homura escuchó los gritos desesperados de su amado y se giró de inmediato para verle. Sonrió de una forma bastante cálida y extendió sus brazos para que Jyushimatsu pudiese abrazarla. Cuando al fin hicieron contacto, Jyushimatsu la levantó mientras le abrazaba con fuerza y giró dos veces con ella en brazos. Ambos reían como unos idiotas completamente enamorados. Se miraron por escasos segundos y sus labios se juntaron. Era una escena bastante conmovedora para el resto de sus hermanos. Ichimatsu se acercó para darle el ramo directamente a Homura y el resto simplemente saludaba con alegría a la chica. Todos parecían muy felices pero, Osomatsu no podía entender por qué todo parecía normal. Se quedó a un lado después de saludar y sus pensamientos comenzaron a dar miles de vueltas. Estaba frustrado por completo y muy desconcertado. No había sentido en nada de lo que acababa de pasar.

-Homura...-El mayor interrumpió aquel momento tan conmovedor. La chica le miró con atención aún con la sonrisa en su rostro.- ¿Qué fue ese mensaje que enviaste al móvil de Jyushimatsu?, ¿en verdad sólo querías gastarnos una broma?... –Mantuvo su mirada hacia el suelo mientras cuestionaba a la chica.

-Lamento si los asusté un poco. Pero, de no haberlo hecho, no hubiese podido sorprenderlos el día de hoy con algunos regalos. –Sacó una pequeña llave de su bolso y la mostró ante los sextillizos, dando a entender que le había sido posible acceder a su casa antes que ellos mismos al regresar.

-¿Una llave? .... ¿Es la llave de nuestra casa? Pero, ¿cóm....-Fue interrumpido de inmediato por el menor de todos.

-Yo se la di. –Sonrió mientras se ponía al lado derecho de la chica.- Soy cómplice de esto.

-Pero, ¿qué estás diciendo, brother? –El de ojos zafiro cuestionaba ahora al menor.

-Verán, Homura quería darnos un regalo a todos y sorprender a Jyushimatsu de alguna forma en su regreso. Es por eso que me contactó para que pudiese ayudarle. Tuvimos la grandiosa idea de distraerlos para que ella pudiese traer sus regalos y meterlos con cuidado en la casa.