EXTRA: Mis memorias.

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Los días tienden a ser muy aburridos desde que comencé a vivir solo. Transcurren sin nada interesante que pueda hacer, más que trabajar y ganar dinero suficiente para mantener el lugar donde vivo. Las tardes son silenciosas y las noches demasiado ruidosas; no es que haya alboroto del exterior ni nada así, es sólo que mi cabeza no guarda silencio. Mis pensamientos se desbordan cada que intento cerrar mis ojos por breves instantes. No logro soportarlo. No logro soportarla; ¿sabes a quién me refiero, no?.... Sí, la soledad. Me tormenta cada vez que puede hacerlo y no hay forma de alejarla. Lo único que logra distraerme de ella, es mi trabajo.

¿Eh?, ¿en qué trabajo? Bueno, verás.... Yo administro un local de instrumentos musicales. Me costó mucho el conseguir un espacio para hacer esto. Desde muy niño me interesó el camino de la música así que, decidí que tendría un espacio donde pudiese desarrollarme. Un local de instrumentos no es exactamente lo que más anhelaba para mí pero, un día entendí que para llegar a tu meta primero debes dar pasos pequeños e ir logrando avanzar poco a poco. Algún día podría dar clases de música o quizá tener mi propio grupo...algo como una banda. Sí, algo así.

Al principio tuve que conseguir varios empleos para ahorrar dinero. Estuve en librerías, cafeterías, puestos de comida rápida, inclusive en algunos prostíbulos. Me fue difícil aceptar que estaba solo y que debía hacer las cosas por mi cuenta. Nadie vendría a rescatarme. Nadie vendría jamás....

Hace algunos años, yo era diferente en muchos aspectos. Mi madre aún estaba conmigo y mi padre aún no había decidido irse por mal camino. Los días de escuela eran divertidos y yo reía bastante junto a mi madre por las tardes. Recuerdo que ella se sentaba a mi lado y me leía libros. "Bajo la Rueda" por Hermann Hesse, fue uno de ellos. Aquella historia que narra como un joven va siendo destruido de forma emocional en un proceso lento y doloroso, hasta que un día simplemente cae y se desvanece de su mundo. Mi madre siempre fue insistente en mis amistades; ella realmente quería que tuviese cuidado con la compañía que yo fuera a elegir. Por mucho tiempo me fue difícil tomarme en serio las cosas. Todo cambia cuando debes madurar a una mayor velocidad a causa de las diversas situaciones en tu contexto.

Sin embargo, la inocencia de la niñez siempre será pura y aquello que realmente te hizo sonreír desde lo más profundo de tu corazón, se quedará en tus memorias por el resto de tu vida.

Yo lo conocí cuando estábamos en primaria. Éramos unos niños y solíamos jugar juntos; pero, la mayor parte del tiempo él estaba con sus hermanos. Parecían no despegarse mucho. Supongo que era normal en aquel entonces. Me sentía solitario cuando les veía juntos; ellos eran seis y yo sólo era uno.... Siempre fui quien sobraba en todas partes.

-Hola, ¿quieres ser mi amigo?

-¿Eh?, ¿quién eres?

-Me llamo Katashi. ¿Y tú?

-Um...-Mira para ambos lados.- Soy Ichimatsu.

-Ichimatsu.... Qué bonito nombre.

-¿Bromeas? He escuchado mejores. Ni siquiera fui el primero en llegar al mundo.

-¿Eh?, ¿tienes un hermano?

-Tengo cinco hermanos.

-¡¿Tantos?!

-Sí. Somos sextillizos.

-¡Woah, eso es increíble!

-Es divertido; jugamos mucho juntos.

-Debe ser genial. Yo no tengo hermanos.

-¿Eh?, ¿y con quién jugas después de la escuela?

-Bueno... No salgo mucho. Mi mami dice que es peligroso estar mucho tiempo afuera por la tarde. Dice que hay gente mala.

-Mi Contraparte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora