Capitulo 24

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Son las doce de la noche, seguramente que Pol estará saliendo de trabajar, lo llamare para que pase la noche conmigo, Valeria lleva dos días fuera de casa, necesito dormir con alguien y quien mejor que Pol.


-¡¡Holaaa!!, ¿Qué haces? -Le digo a Pol por teléfono.

-¡¡Holaa!!, Nada, ¿Y tu?

-Hablando contigo.

-¡Uy que graciosa! Te has comido un payasito -Me hizo reír.

-Pues lo que tengo ganas de comer es otra cosa.

-¡¿Ah siii?, ¿Y qué te quieres comer tu a estas horas? -Dice Pol con un tono picaresco.

-Es que no se si tu podrás dármelo, te tocara venir a mi casa y seguramente estarás muy cansado.

-Bueno por ti voy al fin del mundo y para ti nunca estaré cansado, ¿Umm qué quieres comer?

-Una hamburguesa de Mc Donald's.

-Jajajajaja, mira que eres tremenda, creía que querías comer otra cosa.

-Jajajajaja, mira que eres mal pensado, siempre pensando en sexo.

-Cada vez que pienso en ti se me viene a la cabeza mucho sexo.

-¿Solo me quieres para eso?, Pensé que también me querías para otras cosas.

-Claro que te quiero para otras cosas, pero la carne es débil. ¿De verdad quieres comer burger?, tu no comes esas cosas.

-Bueno aveces me apetece comer carne.

-Vale yo te llevo carne y de la buena.

-¿Enserio?, ¿Tendré suficiente?

-Tendrás para dar y regalar, te dejare satisfecha.

-Vale, no te tardes que estoy ansiosa, te esperare con una cervecita bien fría. ¡Ah, una cosa! no te saques el uniforme que me pone cachonda verte de policía.

-Jajajajaja, no sabia que te ponía los uniformes.

-Si y más cuando te vi el otro día con tu ropa de trabajo, me imagine muchas cosas feas.

-¡¿Cosas feas?! ¡¡nooo!! cosas lindas.

-¡¡Uy!! estas hablando mucho y te estas tardando.



No habían pasado más de media hora y Pol ya estaba en el portal de mi casa con la bolsa de hamburguesas. Yo le estaba esperando con una camisa larga, sin nada debajo. El toco el timbre mientras yo me había parado en la puerta de mi apartamento, descalza y apoyada en el marco de la entrada. El ascensor daba justo en frente de mi puerta, se abrió y al verme parada allí tan sexy se mordió los labios y yo le respondí de la misma manera.


-Te he traído lo que me pediste -Me dijo levantando la bolsa de la comida. Yo me abalance hacia él y tire de su uniforme trayéndole hacía mi pecho y de un mordisco le comí la boca. Nos besamos con deseo, agarre la comida y la deje encima del recibidor, entramos besándonos y cerramos la puerta.

-¿Y mi cerveza? -Preguntó sin sacar sus labios de los míos.

-¿Seguro que quieres una cerveza ahora?, vas con tu uniforme, no puedes beber estas de servicio.

La mirada de Priscila (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora