Capitulo 31

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PRISCILA.

Estoy abatida, tengo un cansancio que no siento mis piernas, ni siquiera me apetece comer. Dario sigue aún inconsciente y ya me estoy  preocupando, lo que me faltaba ahora, que lo haya dejado vegetal, me siento miserable.

Pol y yo esperábamos noticias y el teléfono no sonaba. Estábamos desesperado y si no llamaban, nos iremos a la policía, ya me da igual que me juzguen por haber agredido a Diario, lo único que quiero es que aparezca Valeria sana y salva.

Sentada en el sofá comenzaba a dar mis primeros cabeceo, el sueño se estaba apoderando de mi, cuando de repente siento como Dario tose, el alma se me volvió  al cuerpo al escucharlo, ya temía que no saliera de esta. Me acerco a él y le pregunto cómo se encuentra, apenas abre los ojos y me pide agua, Pol se ofrece en ir a buscarla mientras yo le pido disculpas.

-Lo siento, no se que me pasó, fue un acumulo de cosas y al ver como tu madre pegaba a Valeria me enloquecí.

-No es justo, no me lo merezco, me he portado muy bien contigo traicionando a mi madre y me pagas de esta manera. Eres una persona muy fría y calculadora, tienes un alma más negra que mi madre, me he equivocado contigo.

-Perdóname, de verdad lo siento mucho, tienes razón cuando dices que soy muy fría y calculadora pero me han hecho mucho daño.

-¡¡Y a miii me han hecho daño! Y no ando por ahí pegando gente.

-Lo siento, para que veas que estoy arrepentida te soltaré y te dejare marchar, si quieres denunciarme yo lo entenderé, pero creo que sera mejor que dejemos todo en mano de la policía.

-Yo pienso lo mismo -Dijo Pol que entraba a la habitación con una botella de agua fría -Esto no nos llevara a ninguna parte, ni siquiera sabemos si realmente están en España, no somos super héroes eso solo están en la tele, tenemos que pensar de forma coherente  y lo mejor es llamar a la policía.

-No llaméis a la policía -Dijo Dario -yo no os denunciare.

-¿Y por qué tienes tanto interés de que no llamemos a la policía?, ¿no estarás compinchado con ellos?

-Les voy a ser sincero... no quiero que mi madre vaya a la cárcel, mis hermanos le necesitan, ella es una buena madre.

-¡¡¿¿Una buena madreeee??!!, ¿Pero qué me estas contando?, después de lo que te hizo en la infancia.

-Yo ya le he perdonado, ella me ha pedido perdón cada noche antes de irse a la cama, siempre a sido una pobre infeliz que no ha tenido cariño verdadero de nadie... todo lo que ha hecho a sido por culpa de la maldita droga, ahora se esta rehabilitando.

-Yo entiendo que la justifiques porque es tu madre, pero ella sigue siendo la misma mujer mala, ella no tiene remedio -Le dije indignada.

-Tu tienes que entender que es mi madre y con su defectos y virtudes yo la quiero y mis hermanos la necesitan.

-Tus hermanos necesitan estar contigo que eres un buen chaval y lejos de tu madre que no se los merece, ellos deben crecer en un ambiente limpio y puro -Añadió Pol.

-¡¡No llaméis por favor!!

-Lo siento pero la llamaremos -Dije decidida -Te sacaremos las esposas y podrás marcharte, no me enfadare, si quieres denunciarme por los golpes, hazlo no pasa nada.

-No te denunciare, me iré con mis hermanos, yo aquí no pinto nada -Y le miro a Pol.



SONO EL TELÉFONO...

La mirada de Priscila (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora