Capitulo 27

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Estoy apunto de apagar mi móvil  porque Dario me tiene harta de tantos mensajes, me dice que es urgente e importante lo que me tiene que decir, pero no me lo creo.

De repente suena mi móvil y era número desconocido, dudo en atenderlo pero al final lo cojo.


-¿Priscila?

-Sii -Era la voz de una mujer -¿Quién es?

-Te llamo de la juguetería Poly, has dejado un curriculum, lo he estado mirando y me gusta mucho porque reúnes  todos los requisitos para trabajar con nosotros y me gustaría hacerte una entrevista, ¿Qué te parece?

-¡Uy siii, me encantaría!

-¿Qué te parece esta tarde a las cinco?

-¡¡Genial!!, a las cinco estoy allí.

-¿Pues entonces nos vemos esta tarde? -Contesto la mujer.

-¡¡Valee, nos vemos esta tarde!!, una cosa, ¿Con quién hablo?

-Con Myriam.

-Vale Myriam nos vemos a las cinco.



Casi apago el móvil, menos mal que cogí la llamada a tiempo, llevaba días repartiendo curriculum, quería tener la mente ocupada, buscaba un trabajo como dependienta de una tienda o en algún supermercado, sabia que las pobres muchachas que trabajaban en esos sitios terminaban por las noche cansadas y eso era lo que necesitaba, no pensar y dormir a la primera, no buscaba nada que sea en oficina y nada que tenga que ver con ordenador.


Estaba entusiasmada porque tenía una entrevista, pero el acoso telefónico de Dario me tenía agobiada. Al fin llego la tarde y el trabajo era mio, comenzaba a trabajar la semana entrante y necesitaba contárselo a Valeria que sé, que se pondrá muy contenta.


Al salir de la juguetearía me dirigí al centro comercial que estaba a dos minutos de la tienda. Entré a varias boutique, cuando de repente siento una voz conocida, era la de Pol, e iba acompañado de una morena de pelo negro, preciosa, con un cuerpo despampanante. Mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido, me entro una impotencia que tenía una tremenda ganas de llorar. Quería desaparecer de allí pero estaba acorralada y para salir tenía que pasar en frente de ellos, lo único que me quedaba en hacerme la loca como si no los hubiera visto. Me puse de espalda a mirar ropa y alguien se acerco a mi y me pidió permiso para pasar por ese estrecho pasillo, quería morirme era la acompañante de Pol.


-¡¿Priscila?! -Dijo Pol.

-¡Ey holaa! -Dije haciéndome la sorprendida -¿Qué casualidad?

-¡Pues si!, ¿estás de compras? -Me pregunto el muy imbécil.   

-¡Claro! Lo que se hace en las tiendas -Dije con ironía.

-¿No me presentas a tu amiga? -Dijo la morenaza que se volvió cuando nos vio hablando.

-¡Si claro! -Dijo él con una sonrisa y mirándome a los ojos como desafiándome -Ella es Priscila una amiga de la infancia -Eso de "amiga de la infancia" me dolió el alma, pensé que solo diría una amiga ya que no tendría huevos de decir "mi ex novia" aunque estemos  disgustados.

-¡Holaaa! -Dijo la muchacha - Yo soy Susana una compañera de trabajo.

-Bueno -Interrumpió él -Compañeros, compañeros, mejor dicho muy buenos amigos -Y le guiño el ojo y ella le sonrió embobada. Me sentía humillada, no sabía a donde meterme, estaba sintiendo una presión en el pecho que mi corazón estaba a punto de salirse. Me dio mucha rabia, el muy cabrón no había tardado tanto que se fue a los brazos de otras, que estúpida me sentía, tenía unas ganas de escupir su cara, pero haré como que no me interesa.

La mirada de Priscila (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora