La mañana del día siguiente no me iba muy bien: me habían suspendido en matemáticas, Josh estaba incordiándome continuamente, Oliver y Ann estaban con sus respectivas preguntas y yo, intentaba evitar a Nathan por todos los medios. En el recreo, Nathan se acercó a mí con una cara sonriente.
-Ally, buenos días. –Dijo sonriente y se sentó a mi lado.
-Hola… -Sonreí dulce, pero se me debió notar la falsedad en mi sonrisa.
-¿Pasa algo? –Frunció el ceño. No, la verdad es que no pasaba nada, pero no me podía quitar de mi cabeza el sueño de ayer.
-He suspendido matemáticas. –Mentí con un suspiro.
-¿También te tengo que dar clase de matemáticas? –Se rió dulce, pero supe que no lo había preguntado a mal, como solía hacer.
-Cuidado o de verdad creeré que te estás volviendo un buenazo.
-Oh no. –Nathan negó con la cabeza. –Tú no sabes lo que tengo planeado.
-Nathan… ¿por qué haces esas cosas? ¿Por qué te echaron de tantos institutos?
Él se quedó pensativo, pensando si de verdad podía responder o no. Se acercó a mí sin decir nada y me dio un beso dulce pero muy corto – demasiado corto para lo que yo quería – y solo me quedé con los ojos cerrados durante un par de segundos más. Noté la sonrisa burlona de Nathan y los volví a abrir.
-Eres idiota. No vuelvas a hacer eso. –Me levanté del banco, intentando parecer enfadada.
-¡Vamos, repollito! Te encanta.
-Nathan, vete a la mierda.
Ann y Oliver se acercaron y yo me fui corriendo antes de que me bombardearan de nuevo con sus preguntas. Pasé por al lado de unas chicas que estaban hablando muy bajo.
-Tú si tienes problemas de que duermas y no puedes estudiar, esto te ayudará. Me lo recetó el médico, así que no hay ningún problema, ¿sabes?
Mi atención se reflejó en ellas en ese momento. Amanda estaba ahí, entre todas, pero simplemente me dio igual. Me quedé mirándolas con atención: siempre había tenido problemas porque dormir me encantaba y eso me daba poco tiempo para estudiar. Había suspendido los parciales de química y matemáticas por culpa de haberme quedado dormida, y si seguía en ese plan, también suspendería los finales.
-¿Amanda? –Alcé las cejas y ella me miró con unas pastillas que se guardaba en la chaqueta.
-Estudiar es muy duro. –Sacó una y se la tomó como si se hubiese tomado cualquier pastilla de una medicación, con su botella de agua. –Y una ayudita tampoco pasa nada.
-¿Ally? ¿Quieres una?
Las dudas inundaron mi mente de repente. Si tomaba esas pastillas, tendría más tiempo para centrarme en los estudios y volvería a aprobar las asignaturas como había hecho siempre.
-Pero, ¡este sábado quería salir de fiesta! –Me quejé a mi amiga, que había rechazado por décima vez mi petición. –Joder, Ann, ya no se puede salir contigo a ningún lado desde que estás con Oliver.
-No le eches la culpa, Ally. Solo llevamos tres semanas y estamos afianzando nuestra relación. –Lo sé, sonaba como si fuera una adulta y solo era una adolescente en celo. –Además, tú siempre quisiste quedarte en casa antes de salir de fiesta.
-Bueno, pero por una vez que me apetece…
-Está bien. –Dijo mi amiga rendida por mis peticiones. –Vamos para allí Oliver y yo.
-¡Te quiero!
Colgué mi teléfono. Nunca me había sentido tan energética y feliz desde hace mucho tiempo. Me vestí con unos shorts cortitos – aunque fuese Noviembre, me apetecía salir en shorts – tacones y una camiseta que Ann me había regalado por mi cumpleaños. Es una de las primeras veces que me apetecía salir.
-¡Vamos a bailar más! –Le grité a Ann, mientras ella bebía otro cubata. Me miró perpleja, con sus mejillas enrojecidas por el cansancio.
-¿Qué te pasa? –Frunció el ceño.
-¿Por qué?
De repente, alguien me cogió del brazo. Me llevó fuera de la discoteca con fuerza y cuando acabamos de chocar con la gente hasta llegar al final. Me giró rápido, haciendo que me girase para mirarle. Un mareo que creo que se debía al alcohol, me invadió y solo pude entender una frase antes de perder el control:
-Hola, princesita…
La voz de Josh retumbaba en mi cabeza una y otra vez. No sabía cómo ese chico había llegado hasta a mí ni sabía cómo Ann me había dejado marcharme con él.
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Holu, dfkjsdnfkjdsf. De ahora en adelante es cuando empiezan los problemas y cuando Ally va evolucionando y la trama también, que ya no solo se refleja en el amor entre Nathan y Ally puajajaja. Y como soy mala, pues os hago sufrir.
A partir de ahora, subiré todos los sábados (sé que ahora es tarde, pero es que me surgió un plan de última hora, así que kjfdkdsj) así que c: espero que os guste mucho este capítulo y que comenteis, le deis a la estrellita. os quiero mucho a todos, mis repollitos amores ♥
Se nos ha quedado a todos lo de repollito, gracias a Nathan ts. Muchísimas gracias por leer este capítulo, de nuevo, y espero que os guste mucho los capítulos :)!
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Amor contradictorio
Teen Fiction¿Alguna vez te has sentido tan enamorada que cada vez que le o la veías no podías ni respirar? ¿Un sentimiento tan fuerte que el corazón no dejaba de palpitar? ¿Quién no ha sentido esas maripositas rondando por tu estómago o el brillo de tus ojos cu...