Cuando llegué al instituto, abrí mi taquilla con tranquilidad. El sueño de anoche había sido tan extraño que ni siquiera lo quería comprender. Salía Nathan diciéndome que me quería, cosa que él en la vida haría por el simple hecho que juega con las chicas que se pillan de él como si fueran unas pelotas de pin pon que se las van pasando de amigo en amigo.
Nathan era arrogante, idiota, mujeriego, imbécil, prepotente, desagradable, imbécil… y miles y miles de descalificativos. Era increíble como tantos adjetivos de ese tipo llegaban a tener. Miré el espejo que estaba en la puerta de la taquilla y vi a Oliver y a Ann detrás y di un salto.
-¡Joder! –Me di la vuelta y los mire. –Podríais haber avisado, qué susto.
-¿Qué coño te pasa a ti? –Pregunta Ann cruzada de brazos.
-Nada, ¿por qué?
-¿Cómo que por qué? –Hasta Oliver parecía enfadado. –Ann te habló durante toda la tarde y la noche, estábamos preocupados, Ally.
-Me quedé dormida demasiado pronto.
-¿Qué ha pasado con Nathan? –Ann parecía preocupada, pero yo tragué saliva cabreada. –Si lo que pretendes es alejarle lo que estás consiguiendo es lo contrario, Ally.
-¡Dejadme en paz con el jodido tema de Nathan!
Miré al frente y cogí los libros de las clases que tenía hoy y cerré la taquilla con fuerza.
Era un viernes por la noche y yo me puse una blusa blanca y unos pitillos vaqueros con los tacones que mi madre me había comprado el otro día. Sonreí al mirarlos al espejo: siempre había adorado los zapatos y sobre todo los tacones. Cuando sonó la puerta de abajo, bajé corriendo antes que alguno de mis padres pudiera abrir. Vi a Ann con un vestido corto y unos tacones altos. Parecía que iba a algún estreno o una fiesta de estas de famosos.
-¿Me tengo que cambiar…? –Miré a Ann dudosa. –Lo digo por tu ropa. ¿Vas a un pase de modelos o algo?
-No. –Se rió. –Solo quiero estar guapa para los chicos que me quieran hablar hoy.
-¿Vas a ligar? –Me reí mirando al coche que estaba enfrente de mi casa. Oliver estaba sentado en el asiento del conductor, mirándonos. –Pues vaya, yo también quiero. –Suspiré.
-Tú ya tienes a alguien, así que sube al coche.
Mis mejillas se encendieron y miré mal a Ann. Sabía por quién lo decía y me crucé de brazos alzando las cejas.
-En serio, déjame en paz con el tema de Nathan. –Y me subí al coche.
Cuando llegamos a la discoteca, los tres bajamos del coche y Oliver me dio las llaves. Fruncí el ceño confundida mirando las llaves.
-¿Para qué me las das? –Pregunté.
-Tengo una cita. –Dijo Oliver victorioso y Ann y yo le miramos.
-¿Una cita? –Preguntó Ann con la voz ahogada. – ¿Tienes una cita?
-Sí. –Replicó seco, mirando a Ann.
Noté que algo estaba pasando entre ellos dos y miré a Ann y luego a Oliver. Ellos me miraron sin decir nada así que exigí una respuesta.
-Vale, ¿qué mierdas está pasando aquí? –Los volví a mirar pero ellos no dijeron nada. -¡Ann! ¡Oliver!
-Nada, Ally. –Contestó Oliver con mal tono. –No tienes por qué saber todo lo que quieres.
Oliver entró en la discoteca y yo me quedé alzando las cejas en tono de réplica. Yo no dejaba que nadie me hablara así y menos Oliver. Miré a Ann cabreada.
-Vale, Oliver nunca fue así. Es francés y es súper dulce. –Le dije a Ann. -¿Qué coño pasa?
-Oliver tiene razón, Ally. No tienes por qué saberlo todo. –Y siguió el camino de Oliver.
Fruncí el ceño dolida y me abracé a mí misma. Entré en la discoteca y me pedí algo para beber. Era extraño lo que había pasado esta noche. Oliver nunca me había contestado así y menos Ann. Nunca habían estado tan extraños juntos y jamás Ann me había ocultado algo así que lo que tenía que haber pasado era entre ambos, era secreto y Ann se había molestado porque Oliver tenía una cita. Abrí mucho los ojos y me acerqué a Ann casi corriendo.
-No. –Apreté mi mandíbula. –Dime que no estáis saliendo.
-No estamos saliendo. –Ann me miró con lágrimas en los ojos. -¿No ves que tiene una cita?
-Entonces, si no estáis saliendo, ¿qué os pasa?
-Que yo sí que quería salir con él, Ally. –Contestó con la voz ahogada. –Pero ayer se puso celoso porque estaba hablando con mi antiguo ex y se cabreó conmigo porque creyó que estaba saliendo con él de nuevo.
-Pero, ¿se lo dijiste? –Dije un tanto confusa.
-¡Claro que se lo dije! –Sus lágrimas salieron de sus ojos. De verdad que sentía algo muy fuerte por Oliver y yo había estado ciega. –Pero no me cree. Cree que esto solo es un juego para mí.
-Joder, Ann, ¿por qué no me lo contaste? –Pregunté dolida.
-Porque sabíamos que te enfadarías. –Bajó la cabeza.
-No estoy enfadada, solo que me duele que ninguno de los dos hayáis confiado en mí. –Repliqué. –Vale, ¿y desde cuando sientes eso por Oliver?
-Desde que empezó el curso. –Se abrazó a ella misma.
Pedí un cubata a la camarera y ella me lo dio. Pagué y le di un trago fuerte. Cerré los ojos y pensé en que no me había fijado ni en Ann ni en Oliver. Porque en sus miradas tendrían que haberlo dicho, sus gestos, sus cosas. Pensé en lo mucho que me había distraído este año con el tema de Josh, lo molesto que es Nathan y lo zorra que es Amanda.
Abracé a Ann cerrando los ojos y ella sollozó varias veces y noté como alguna de las lágrimas se le caían. Jamás vi a Ann llorando por un chico, y Oliver había sido el primero. Un poco después, se separó y dio un trago de golpe a su cubata. La noche iba a acabar mal, pero muy mal.
Sobre todo porque Nathan acababa de entrar a la discoteca y yo ya notaba como el alcohol me estaba subiendo.
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Holu holu fdkjhdsdkjfds. Muchas gracias por la espera, pero ya está aquí mi capítulo nuevo. Dije que ayer lo iba a subir, pero tuve problemas personales bastante graves y llegué muy tarde a casa y no me parecía bien subir capítulo tan tarde. Pero aquí está, finalmente sdkfhsdjfhds.
Este capítulo se centra más en la historia de Ann y Oliver, ya que me pareció importante mostrar ya lo que había entre ellos y por qué últimamente estaban tan raros con Ally y todo eso. Os prometo, que en el siguiente capítulo habrá un intenso Nathan y Ally JAJAJAJAJA. Y no, mal pensados, no penséis en lo que no es.
Gracias por estar aquí una vez más y si pudierais recomendar la novela, darle una estrellita y dejarme una opinión del capítulo, me encantaría kddjdksjfsd. Muchos besos <3.
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Amor contradictorio
Teen Fiction¿Alguna vez te has sentido tan enamorada que cada vez que le o la veías no podías ni respirar? ¿Un sentimiento tan fuerte que el corazón no dejaba de palpitar? ¿Quién no ha sentido esas maripositas rondando por tu estómago o el brillo de tus ojos cu...