Capítulo 1.

2.9K 133 17
                                    

-¡Ally!

La voz de mi amiga Ann me despertó de mis pensamientos una vez más. Cerré mi taquilla con cansancio y miré a Ann alzando las cejas.

-Te escucho, no hace falta que me grites-Le contesté, de mala gana.

-Pues no lo parecía, porque te he estado hablando durante diez minutos y no me contestabas.

Es que era alucinante. Miré de nuevo y sonreí cuando el chico le daba otro beso a la chica sonriendo. Se querían, estaban muy enamorados. Desde pequeña, siempre había soñado con un amor así, que te llevara a las nubes y que no te cayeras porque él te estaría agarrando entre sus musculosos brazos encima de su hermoso caballo blanco vestido de smoking con una rosa roja que saca de su chaqueta. Sonreí embobada mientras los miro y suspiré.

-Allison Caffrey-Dijo mi amiga seriamente-Me estoy replanteando en dejar de ser tu mejor amiga porque no me haces caso.

-Te estoy escuchando, Ann Grey-Me reí y miré a otro lado. Mi sonrisa se borró como si un fantasma acabase de aparecer.

Un chico alto, refinado y moreno acababa de entrar por la puerta del instituto. No podía ser otro que mi exnovio Josh Smith, pero volví a mirar a Ann.

-¡Es que está buenísimo!-Dijo mi amiga en bajo, refiriéndose al mismo chico.

-Menos mal que no me puso los cuernos contigo, porque eras la que faltaba-Contesté, bastante seria.

-Vamos, Ally, no hace falta que exageres. Solo fue con una.

-¿Solo?-Fruncí el ceño dolida. Lo decía como si no importara, como si una cosa así no tuviese valor. Engañarme con otra mujer, ¿desde cuándo no es un motivo para romper?-¿Y tú eres mi amiga?

-Vamos, no seas así. No lo quise decir con esa intención…-La voz de Ann sonó más tranquilizadora-Sabes que sigo pensando que es un capullo.

Cogí mi mochila sin decir nada más y me marché para clase. No era que estuviese enfadada con Ann, pero estaba dolida porque aún Josh me importaba y no me daba la sensación de que él sintiese lo mismo por mí.

Después de clase, dejé los libros de los que no tenía ni que estudiar ni que hacer deberes en la taquilla. Alguien me cogió por la cintura, lo que me hizo dar un salto y que me pegara contra la taquilla.

-¡Au, joder!-Grité y miré al causante. Mi amigo Oliver-¡Oli!-Le abracé lo más fuerte que pude. Hacía tanto que no lo veía…

-¡Ally, hola!-Se rió y los dos nos separamos-Sabes que no me gusta que me llamen Oli, pero hacía que no me llamaban así desde que empezó el verano.

-Lo sé-Sonreí dulce-¿Qué tal por Francia con tus tíos? ¿Te lo has pasado bien?

-“Je détester mes cousins mais ma cousin Jenette est très belle!”-Dijo en su perfecto francés.

Oliver era de Francia, pero se mudó a la ciudad hace dos años por el trabajo de sus padres. Tuvo que dejar a todos sus amigos y a su familia en Francia. Además, Oliver pertenecía al mismo grupo de teatro al que yo iba, y cuando se tuvo que presentar enfrente de toda la clase con acento francés, media clase se rió de él. Pero yo me acerqué y le ofrecí ayudarle con su acento y así fue como fue la cosa.

-¿Traducción?-Me reí un poco, sacaba cincos en francés, así que tampoco me podía pedir milagros.

-Que me alegraba la vista mi prima Jennette.

-Dios, ¡es tu prima!-Me reí lo más que pude.

-Lo mismo me dijo ella…-Él también se rió.

-¡Oliver!

Los brazos de Ann rodearon el cuello de Oliver y se dieron un fuerte abrazo. Eran amigos desde siempre, aunque últimamente notaba que se divertían más juntos. Sonreí una vez más porque me alegraba de tener a Oliver en casa. Los tres mejores amigos al completo.

De repente, todo el instituto se quedó en silencio. Oliver y Ann se separaron y los tres dirigimos la mirada a la entrada del instituto. Un chico moreno, alto y bastante musculoso caminaba por en medio del pasillo. Aunque todo el instituto estaba en silencio, él sonreía de lado como si se tratase de que una persona de la realeza acabara de llegar a nuestro instituto.

Todas las chicas le miraron, pero él seguía con esa mirada de prepotente y continuaba su camino haciendo caso omiso de todo el mundo. De repente, vi como algo se activaba en él y su cabeza se giró para nuestro lado. Sus ojos se posaron en mí mientras recorrían mi cuerpo de arriba abajo. Yo me sentí como si estuviese desnuda delante de un chico guapo y que tenía unos ojos marrones verdosos preciosos. El chico, me dirigió su última mirada y continuó su camino hasta que salió del instituto.

Las personas volvieron a hablar como si delante de él no pudiera hacerse. Había cuchicheos, risas, grititos de niñas que más bien parecían gatas en celos y muchas miradas se posaron en mí. Cogí mi mochila y me fui del instituto.

En mi camino, noté como alguien me seguía. Seguramente eran Oliver y Ann para pedirme una explicación, pero yo no la tenía. No tenía la explicación de por qué un chico tan guapo se habría fijado en mí y no en otras chicas o en Ann, con su pelo pelirrojo al que todos los chicos les encanta. Yo soy una chica con pelo castaño, ojos castaños, de edad media y un poco rellenita. ¿Por qué se me quedó mirando?

-¡Ally, espera!-Gritó Ann desde atrás.

-No lo sé, ¿vale?-Me giré para mirarla y Oliver y Ann se pararon-No sé ni quién es ese chico ni por qué se me ha quedado mirando.

-¿No sabes quién es?-Preguntó Ann.

-¿Debería?

-Sí-Alzó las cejas en modo de asombro-Ally, es el hijo de Kevin Stiles, Nathan. Es uno de los hombres más ricos de la ciudad.-Pues yo tampoco sé quién es-Contestó Oliver divertido.-Porque tú eres un inculto-le replicó-Es guapísimo, ¿no?

-¿Y qué hace uno de los chicos más ricos en un instituto público? No sé, ¿no debería ir a un colegio privado con sus niños pijos o que le enseñara una profesora en casa?

-Dicen que es todo un malote-sonrió embobada-que le han echado de todos los colegios. Su padre sobornaba al director con quedarse, hasta que la armó tan gorda una vez, que acabaron echándole.

-O sea, un niñito de papá-Intervino Oliver.

-Algo así…

Volví a caminar retomando el camino pero Oliver y Ann se pusieron cada uno a mi lado y me acompañaron hasta casa insistiendo en la razón.

-Mirad, no sé. Yo le estaba mirando como lo estaban haciendo todas, punto y final.

-¿Te imaginas que te hable?-Ann sonrió mucho, ilusionada.

-Una cosa es que me mire y otra que me hable-Abrí la puerta de mi casa y entré. Después, les miré-Os recuerdo que no tengo nada especial para que ningún chico se fije en mí.

-Pero si eres precio…

No dejé terminar a Ann y cerré la puerta de casa. Dejé la mochila en el sofá tirándola y me fui a la cocina. Vi un post-it en el frigorífico y la cogí: “Cariño, me he tenido que ir pronto a trabajar. El señor Stiles me ha llamado de urgencia y he tenido que irme sin avisar. Lo siento. Ya hablaremos de tu problema con Josh cuando llegue, ¿vale, cielo? Tienes comida en el frigorífico. Tu padre llegará pronto. Te quiero, mamá”. No recordaba que mi madre trabajaba para el señor Stiles desde hace diez años. Es el padre de ese chico y por eso mi madre gana un suelo considerable, ya que es su abogada que le lleva la mayoría de los contratos y algunos problemas de la gran empresa que tiene.

Después de comer, fui mi habitación y cogí el portátil. No me pude resistir a buscar a Nathan Stiles en google imágenes. Era guapo, realmente guapo. Y me había mirado, ¡solo me miró a mí! Sonreí mirando al techo y di un pequeño saltito en la cama. Nathan…

Amor contradictorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora