Capítulo 18

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Amber tenía grandes alas grises como de un cuervo, y Brenda tenía otro par de alas, solo que éstas últimas eran como la piel de un pez, cubiertas de escamas húmedas y eran más pequeñas, y absurdas, que las de Amber, tenían un cierto color azul fantasmal por la luz de la luna.

Ambas tenían extrañas armas. Amber tenía una especie de doble espada negra y Brenda sostenía una albarda, también azulada y escamosa.

Ambas estaban apunto de atacarse mutuamente, pero ninguna reparaba en mi. Estaban atentas a cualquier movimiento y respiración que hiciera la otra.

Decidió atacar Brenda primero, golpeó a Amber con la punta inferior tratando de despistar la pero ella fue mucho más lista y en vez de bloquear el golpe con su arma la esquivó y al momento de que Brenda descargara la cuchilla contra ella, Amber interpuso su espada en su camino. Amber aprovechó el momento para patearla en el abdomen y mandarla lejos de ella, la siguió y antes de que cayera al suelo arremetió contra ella y le propinó un gran golpe en donde antes había estampado su pie.

Surgían gritos de dolor, quejidos y pruevas del esfuerzo que ambas hacían para vencer a la otra. Pasaron toda la pelea arremetiendo, esquivando, sangre negra y azul salía despedida cuando una de las dos era lastimada, la negra era de Amber y la azul de Brenda.

Casi al terminar la pelea Amber vestía diferente, antes de empezar vestía lo mismo que en la sala de juegos y ahora vestía un short de licra negro que le llegaba a medio muslo y un crop top negro del mismo material, de ambas piezas salía una especie de cortina negra transparentosa, la del top le llegaba al trasero y la del short le llegaba hasta el piso.

Brenda ahora tenía una especie de falda abombachada a la rodilla, parecía cubierta de algo viscoso, al igual que el top que le acompañaba, eran de color azul y verde.

Las dos estaban físicamente cansadas y mal heridas. Brenda arremetió una última vez con una fuerza descomunal y logró rasgarle la mejilla pero Amber se apresuró y cuando Brenda se agachó para para rasgar más de la mejilla, ella levantó la pierna por sobre ella y la descargó en su espalda, dejándola en el suelo sin posibilidad de moverse. Su espalda crujió y tronó, de su boca salió un grito desgarrador.

Amber colocó una de las espadas en el cuello, si Brenda se movía un centímetro, moriría de seguro.

- Game over.

Dicho esto la degolló, esparciendo sangre azul a todos lados. Una sonrisa victoriosa y cínica asomó por el rostro de Brenda antes de ser desprendida de su cuerpo.

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