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—Justin, ¿en que mierdas estabas pensando cuando bajaste del auto?

Miro fijamente hacia adelante, hace cinco minutos que dejamos atrás a los paparazzis y al extraño sujeto de los arbustos.

—En ti.

—¿En mi? —volteó a ver mi rostro, asintió con una pequeña sonrisa mientras yo negué. —En mi no, lo dudo.

—¿Entonces en quien pensaba, Mia?

Me alcé de hombros indiferente. —Yo no sé, para algo te pregunte a ti.

—Y yo te contesté, pero como de costumbre, no me quieres creer.

Solté una risa sin gracia. —Recupera mi confianza.

Miré la pantalla de mi móvil, quiero evitar hablar con él y concentrarme en algo más que en entablar una estúpida conversación con Justin.

—¡Oh maldición! —bufé cuando observe la pantalla de mi móvil.

—¿Que te sucede? —Justin estalló en una pequeña carcajada cuando lo miré de mala manera. —Suenas como cuando te hago el amor.

Lo miré con mis labios fruncidos. —Eres tan asqueroso, ¿donde tienes un maldito cargador? mi móvil anda en 10%

—En primer lugar, te encanta que sea de esa forma, admite que te excita.

Antes de que se me ocurriera protestar él me interrumpió.—No hables, está en el asiento trasero.

Rodee mis ojos, quité mi cinturón de seguridad y mire a ambos lados de la calle para asegurarme de que ningún oficial estuviese viendo. Giré mi cuerpo con rapidez logrando estar de rodillas en el asiento, me agache para buscar el cargador en el asiento de atrás.

Fruncí mi ceño al no encontrar nada, sentí una mano apretar la parte izquierda de mi trasero, gire levemente mi cabeza y Justin tiene una sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Maldito seas, Justin.

Aquél estalló en una carcajada mientras yo me acomodaba en el asiento de brazos cruzados. —¿Donde mierdas esta el cargador?

Aquél hizo una pequeña mueca mientras mantenía su vista fija en el camino. —Digamos que está un poco más al sur del ecuador.

Fruncí mi ceño un tanto confusa. —¿Al sur? ¿De que mierdas supone que me hablas, Justin?

Tomó el volante con su mano izquierda y volteó a verme, con su derecha señaló su otro costado y me miró sonriente.

—Ven a buscarlo.

Lo dudé por algunos segundos, solo es un maldito cargador tómalo y retírate con una sonrisa victoriosa. Al final del día quien necesita cargar su celular eres tú, no él.

Suspiré y gatee hasta su lugar, mi cabeza ahora esta sobre su amiguito, demasiado cerca para mi gusto, pero eso ya no importa.

Lo escuché gruñir mientras intento tomar el cargador, maldición Justin.

—Concéntrate en conducir, vas a provocar un accidente.

Escuché su pequeña risa ronca. —Ya toma el maldito cargador antes de que yo te tome a ti, Mia.

Bufe, tiré de la cuerda blanca y logre tomarlo. Cuando alce mi cabeza para restregarle en la cara mi éxito, tomó mi barbilla y me acercó a él uniendo nuestros labios en un beso corto y rápido, pero cuando quise separarme aquél no lo permitió.

—Mierda Justin, concéntrate en el camino. —maldije junto a sus labios, mordió mi labio inferior y pasó su lengua por el lugar.

Un gemido involuntario salió de mi cuerpo, retírate antes de que sea demasiado tarde y terminen follando en el auto con un guardia alumbrando el lugar y diciendo «Así que piensan que la carretera es un motel.»

Mia Jenner II ➸ J.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora