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Parte II:

Ahora estoy caminando de un lado a otro en la habitación, demasiado nerviosa y con todas mis uñas mordidas. No se cuanto tiempo ha pasado, no se que mierdas ahora le pasa por su cabeza pero lo ultimo que dijo es que teng 48h para elegir entre yo y mi "salvación", supongo que si elijo a Milan nos matará a las dos y eso no es una opción.

No tengo mi teléfono, no hay forma de comunicación con mi familia, amigos o mas importan aun, el maldito 911.

Por cuarta vez en mi vida estoy experimentando lo que es el verdadero miedo y pánico, esto no se lo deseo ni siquiera a la peor persona del mundo. La maldita preocupación que siento es inexplicable y si no fuese por mi bebe por quien luchar hace rato que estuviese convulsionando por los niveles sobrelevados de estrés.

Intente calmar mis ganas de llorar de nuevo y mi hipo. Neels fue bastante claro con sus malditas reglas que odio, si salgo viva de esta te juro que te pateare hasta que vea sangre.

Entre sus reglas están:
Regla 1:
Tengo que guardar silencio hasta que él decida que debo hablar.

Regla 2:
No puedo utilizar internet, tampoco hacer ninguna llamada y si recibo alguna debo durar menos de cinco minutos ya que si comienzo a llorar van a preguntar y no debo dar explicaciones respecto a nada.

Regla 3:
Si llego a comentar algo respecto a mi o la situación en la que estoy entonces tendré 48 horas para elegir quien de las dos vivirá. Algo estúpido ya que si yo muero, Mila tambien morirá..

Prefiero no pensar en la regla 03.

Prohibiciones:
Decir que estoy embarazada
Mencionar a Mila
Suplicar
Quejarme
Gritarle
No referirme a él como "Neels", ni siquiera referirme a el.
No puedo hacer ruido, ni siquiera puede escuchar mis pasos en la habitación.

En conclusión, Neels se volvió totalmente loco.

Hace un rato me contó como asesino algunos y amordazó a la mitad de los de servicio. No pude evitar irme en llanto al escucharlo hablar de esa manera tan cruel de seres humanos que no han tenido la culpa mas de que estar en el lugar equivocado y por mi culpa ahora han muerto.

Solo dejo ir al m jardinero, una de las mucamas y la que se encarga de preparar la comida, cena y todo sus antojos. Al jardinero lo dejo ir porque le caía bien, a una de las mucamas porque alguien debe limpiar "nuestro hogar".

De verdad que ustedes no se imaginan el nivel de desesperación que existe en mi cuerpo.

La puerta se abrió de golpe, me retiré hacia atrás en la cama, Neels sonrió con malicia al ver el miedo reflejado en mi rostro.

—Kendall llamó.

Asentí.

—Puse a tu mucama a hablar y le contó una pequeña mentira que se tragó rápido, ya sabes es así de ingenua.

Y es ahí donde cometió el error pero no puedo dejar que lo sepa. Conozco a mi hermana y se que sospecha que algo anda mal y por eso espero que llame a la policía y que no se le ocurra venir aquí sola o desarmada.

Les ha estado mintiendo a todos durante estas últimas horas, llevo alrededor de cinco horas en esto o eso creo porque sinceramente perdí la noción del tiempo y es que esto es en lo último que pienso últimamente.

—Espero que tomes una bonita decisión, Mia. Las horas corren y no quiero actuar por mi mismo.

Sus asquerosas manos tocaron mi cara, sin querer miré sus ojos y en ellos pude ver la oscuridad, parpadee varias veces para evadir el hecho de que lo estoy mirando.

Tiró de mi cabello de forma inesperada, un grito de dolor desgarró mi garganta, me sostuvo fuerte para evitar que me soltara.

—Te he dicho que no me mires a los ojos, tu y yo dejamos de ser iguales hace mucho tiempo.

Soltó su agarre tirándome hacia atrás, las lágrimas ya corren por mi cara, me siento tan desprotegida, tan derrotada, hecha una mierda.

Tome la almohada que esta a mi lado y cubrí mi cara para poder llorar sin soltar un grito desgarrador, necesito que alguien venga a salvarme, no puedo morir de esta manera, tampoco es posible que nadie me extrañe.

Cuando intente acomodarme ahora un fuerte dolor invadió mi cuerpo, dolor que me hizo gritar como nunca antes y de forma inesperada.

¡Ay no puede ser! Milan, no tu, no ahora.

Sostuve mi vientre y comencé a inhalar y exhalar con rapidez para regular el dolor, no pueden ser contracciones de parto, no ahora.

Intenté hacer lo que mi instructora me enseño, pero siento que esto es totalmente imposible y no me sirve de nada mas que ponerme mas nerviosa.

—Soporta un... ¡Ah! —grite sin poder evitar. —Por favor Mila solo tienes que soportar un poco más.

Otro mas, ahora mi corazón se aceleró, apoye ambas manos en la cama y tire mi cabeza hacia atrás elevando mi torso, Vamos Milan, no me hagas esto ahora, no a mami.

—¡MALDITA SEA! —grité retorciéndome.

Es como si los dolores menstruales se duplicaran, te echaran agua caliente mientras miles de personas te clavan agujas de cocer en el mismo maldito lugar cada cierto tiempo.

La puerta se abrió nuevamente, Neels me miro desubicado y con su mandíbula fruncida apretaba tan fuerte la perilla que sus nudillos están blancos.

—¿Se puede saber que demonios te ocurre?

—Yo... —intente hablar pero nuevamente el dolor se hizo más intenso. —¡Creo que ya viene!

Neels me miró con una sonrisa liberando la tensión de sus hombros. —Oh vaya, ya viene la pequeña.

Se acercó a pasos lentos, mi miedo aumentó pero a esta altura ya no puedo moverme, ni siquiera tengo fuerzas y los dolores son más fuertes incluso que mi deseo de que todo esto acabe.

Paro en seco a mitad de la habitación, me miro como me retuerzo de dolor sin evitarlo y sonrió ladeando su cabeza, de repente comenzó a tararear una melodía de "a dormir bebe" demasiado escalofriante.

—Vi un documental sobre que hacer en caso de estar dando a luz.

Apreté mis ojos cerrados, el dolor no me deja concentrarme y escuchaba su voz un tanto distorsionada, quizás sea mi cerebro bloqueando el hecho de que terminare muriendo desangrada y mi bebe muerta por falta de oxigeno.

—Neels, por favor... —No te estoy pidiendo nada, solo salva a mi bebe..

Aquel me miro burlón, paro en seco y giro sobre sus pierna

—Na, no me interesa hacer obras de caridad hoy.

Antes de irse giro. —Además, ¿por que salvaría al bebe de Justin Bieber? ¿Crees que estoy loco?

Un sollozo se escapo de mi boca, no por el dolor, si no por la impotencia que tengo en este maldito momento.

Quiero que todo esto sea mentira, que el se detenga, pero se que esto no va a terminar nunca, que esta tortura esta escriba como mi fin, el fin de Mia Kardashian.

Por fin estoy pagando todo lo que hice, a todas las personas que humille, de tantas cosas por las cuales me burle, de tantos consejos que rechace, todos y cada uno de ellos los estoy pagando.

Anda Mia, que dramática eres.

Pero el dolor de una madre no lo entiende nadie hasta que no llegas a este punto, al punto de no saber que hacer, al borde de la locura...

𝖒𝖎𝖆 𝖐𝖆𝖗𝖉𝖆𝖘𝖍𝖎𝖆𝖓

Mia Jenner II ➸ J.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora