«44.

2.2K 157 73
                                    


—Espero que te lo tomes de la mejor manera.

Sus ojos se mantienen fijos en mí y eso me pone más nerviosa. ¿Como le puedo decir que si soy hija de Robert? Si mal no recuerdo le he negado todo, incluso dije que eran los tabloides y que yo no tengo nada que ver con él.

—Mia, te escucho.

Suspire mientras me acomodé en el sofá. —Primero que nada promete dos cosas; primero, no le dirás a absolutamente nadie, aunque falte poco para que todos lo sepan. Y dos, por favor no te molestes conmigo.

Justin asintió un tanto inseguro. —No tiene que ser tan difícil decirme las cosas, sabes que estoy aquí para ti.

Asentí mientras apreté mis labios. —Es más difícil de lo que crees. Hay veces en las que yo misma no lo entiendo realmente, ni siquiera se como afrontarlo.

Aquél ahueco mi mejilla con su mano izquierda e hizo pequeños círculos con su dedo pulgar brindando leves caricias.

—Debes confiar en mí, necesitas desahogarte con alguien.

Baje mi mirada. Tiene razón, necesito a alguien que me escuche y que no sea de la familia y pretenda entender todo. Pero lo que me detiene es el hecho de que Justin posiblemente no actúe como otras personas, me asusta que no logre entenderlo como lo hicieron los demás.

Aunque a veces suelo pensar que solo lo hicieron para evitar hacer preguntas e incomodar más el asunto.

—No se por donde iniciar. —estallé en una pequeña carcajada, Justin me miró con sus labios fruncidos.

—Te lo juro, es muy confuso.

—Te voy a ayudar. —respondió moviendo su mano y tomando asiento a mi lado. —¿Cómo descubriste ese secreto?

Hice una pequeña mueca. —Kylie tenía problemas con su compañía de cosméticos, entonces como mamá suponía que Kylie no estaba en casa, me dijo que la ayudara a buscar la carta de registros de venta y toda esa mierda.

Justin esta pendiente de todos mis gestos y eso me pone aún más nerviosa, no es tan difícil mirar hacia otro lado mientras te cuento esta basura.

—Subí a su cuarto y estaba con Miley y Anastasia, entonces, las cuatro bajamos hasta la oficina de Kris, como era de suponer dejo todas las cartas, contratos, formularios y toda la mierda que se te venga en gana que tenga que ver con negocios.

Tragué saliva con dificultad. —Ahora viene la parte difícil, así que presta atención porque ni se te ocurra decirme que repita algo, te conozco Justin.

Asintió con una pequeña sonrisa. —No voy a repetir, lo prometo.

—Eso si lo prometes, ¿Verdad?

Justin bufó. —Ya Mia, continúa.

Rodee mis ojos. —Mientras buscaba el formulario y las cartas de venta, encontré una carta que tenía grabado en la portada las iniciales de K.J al principio pensé que sería una carta de Kendall o Kylie, ya que son las únicas con dichas iniciales. Al mirar más abajo encontré una fecha; 19 de Julio del 1998. Entonces dije, <No puede ser el contrato de Kylie, esa chica apenas caminaba en ese tiempo> Anastasia sugirió que lo dejara y en verdad ahora me arrepiento como la mierda de no haberlo hecho.

Justin tiene una pequeña mueca de confusión en su rostro.—¿Que decía exactamente la carta?

Negué. —No recuerdo con exactitud, lo que si recuerdo es a quien iba dirigida y de que mierdas se trató.

—Vamos Mia, puedes decirme —agregó con insistencia.

—Está, porque aun la conservo, escrita a puño y letra por Robert Kardashian.

Mia Jenner II ➸ J.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora