Mia Jenner II ➸ J.b

«87.

CINCO DÍAS DESPUÉS.

• West Hollywood, California.
• Kendall Jenner Loft
• kuwtk on air / 11:44 pm.

Que divertido es mi vida —que se note el sarcasmo— ahora debo vivir con Kendall luego de haber tomado todo lo que he podido de mi ropa y me he ido al primer lugar que me paso por la cabeza, la casa de mi querida hermana mayor, Kendall Jenner. No fui hacia donde Kylie por que es obvio que ella también está pasando por un momento difícil, ademas de que no necesito de otra embarazada cuidando de mi.

Mis otras hermanas pues, siempre están ocupadas en distintas cosas y Koko últimamente viaja mucho a Cleveland y es como, prefiero quedarme con Kendall que me hace compañía hasta que desaparece los fines de semana, una semana o dos como suele hacerlo.

Además cuando conte todo la primera que me recibió con una sonrisa enorme fue Kendall. Quien luego me reclamo por no haberme mudado antes de la casa de Kris Jenner, pero es que no sentía la necesidad y como hacia cosas pues no me sentía una "Rob Kardashian II".

En cuanto a mi embarazo todo esta yendo bajo a control, fui a cita hace tres días y el doctor dijo que dentro de 3 semanas y media más puedo ir a ver el sexo de mi bebe. Eso me llena de emoción y miedo al mismo tiempo porque significa que debo contarle a Justin antes de que esto se salga de control.

Por otro lado siempre hay malas noticias...

Me enteré de que Neels salió de prisión bajo supervisión. No puede acercarse demasiado a mi ya que porta un grillete pero solo es específico si va a mi casa, lugares públicos que yo frecuento o cosas por el estilo.

Si por casualidad de la vida nos topamos entonces no podré llamar a la policía porque no es que abandone la ciudad, simplemente no puede estar donde este a menos que cumpla con los protocolos establecidos.

—Hey mine... —la puerta se entre abrió dejando ver a una
Kendall preocupada.

—Kendall. —suspiré acomodándome en la cama —por décima vez, estoy bien.

La chica suspiró abriendo la puerta por completo. —Estoy preocupada.

Palmé la cama con una pequeña sonrisa, Kendall se acercó para tomar asiento y acarició mi cabello.

—Tienes que ir a divertirte. —Estoy embarazada, no muerta.

—No pienso dejarte sola. —me miró sonriente, yo fruncí mi ceño. —Alguien se ofreció a cuidarte.

—Pero Ken, te dije que estoy bien.

—Mia y yo ya te dije que estando así no te iba a dejar sola. Tienes 4 meses de embarazo, casi cinco necesitas reposo y alguien que te atienda.

—Exacto. —me acomodé. —Cinco meses, no casi siete.

Rodó sus ojos. —¿Puedes dejar de ser tan terca siempre?

—Lo siento, soy tauro.

—Tonta. —estalló en una leve carcajada. —Justine tiene vuelo mañana temprano así que no podrá ir y se ofreció a cuidarte.

—Todo porque no puede beber demasiado.

La chica me guiñó un ojo. —Estas de suerte, Kardashian.

Me gusta que Justine venga a cuidarme. Ella es alguien especial para mi, como un angelito. Siempre me hace reír con sus ocurrencias.