Mia Jenner II ➸ J.b

«56.

• National Park of Ottawa.
• 05:48 am.
• Ottawa, Canadá.

Me moví un tanto incómoda, ni siquiera se porque se siente tan duro. Tomé las sábanas para cubrir mejor mi cuerpo, Escuché el gruñido de Justin y lo ignore por completo girando mi cuerpo.

Quiere toda la sabana para el y hay demasiado frío, tanto que mi cuerpo tiembla si saco aunque sea una mínima parte fuera de la sabana.

No se porque en esta habitación hay tanto frío, pero tengo pereza de pararme a ajustar el termostato.

Unas manos rodearon mi cintura atrayendome hacia su anatomía. Yo me junte más a su cuerpo, tengo frío y el sigue demasiado tibio.

—Justin, ¿por que hace tanto frío? —cuestioné con mi voz ronca.

—Yo que se Mia, sigue durmiendo.

Me acomode mejor en mi lugar. Mis ojos se abrieron lentamente dejando ver un cielo estrellado, ramas de árboles y oscuridad total.

Entonces experimente la desorientación que sientes cuando aterrizas de un viaje de marihuana.

¿Donde carajos estoy? Pensé que había vuelto al hotel, pero no. Estoy en el mismo maldito monte, ni siquiera se que hora es.

Aún confundida y un tanto aturdida me acomode en mi lugar, giré mi vista hacia la izquierda. Justin sigue durmiendo, esta demasiado relajado como para percatarse de lo que pasa a su alrededor.

—Mierda.

Pase mi mano por mi alborotada cabeza y con la goma que cuelga en mi muñeca logre atar mi cabello y suspirar.

Necesito salir de este lugar, pero mas importante aun, saber la hora. Pero como si apenas soy conciente de donde mierdas estoy sentada.

Volteé mi cabeza hacia el chico durmiente. Golpeé su pecho con delicadeza esperando que despertara.

Pero solo obtuve otro gruñido seguido de un quejido.

Con que así se siente Kris Jenner cuando intenta levantarme.

Continúe golpeando con delicadeza su pecho, pero nada parecía funcionar.

Sacudí su brazo. —Justin... Justin.

Maldije por lo bajo mientras continúo musitando. —¡Justin por un demonio!

Pero Bieber sigue sin reaccionar, y yo que pensaba que tenía el sueño profundo pero el me gana.

Sinceramente me estoy hartando, mi paciencia tiene un límite muy pequeño y ya esta siendo superado. Va a hacer que tomé una rama y lo golpeé hasta que despierte o le de una hemorragia.

—¿Mia?

Suspiré de alivio al escuchar su voz ronca.

Lo miré con una pequeña sonrisa.

—Que bueno que despertaste, te iba a golpear con una rama si no lo hacías.

Soltó una pequeña risa mientras se acomoda en la manta. —Si bueno shawty, mejor vuelve a dormir.

—¿Que? —cuestioné atónita. —¿Estas hablando en serio?