No puedo perderte a ti también [#4]

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Cápitulo cuatro: Esperanza

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Cápitulo cuatro: Esperanza


Clarke

Pude encontrar todas las provisiones que necesitaba para salir, pero ahora me estoy arrepintiendo. ¿Qué tal si algo sale mal? Y mis esperanzas de sobrevivir, las tiro por la borda.

Decidí revisar el medidor de radiación.
Marcaba: 85 de radiación en el ambiente, "no es posible la vida humana, afuera". Al diablo.

Me armé de valor. Me puse el traje anti-radiación, respiré profundamente y abrí las compuertas, y por supuesto, salí. Y me encontré con la sorpresa, de que todo estaba incinerado, no había rastro de ningún organismo vegetal. Todo estaba de un color marrón casi negro. El cielo estaba de un color amarillento, empezé a caminar. Seguí caminando; todo estaba destruido, en Polis, escombros por doquier, la torre de Polaris, estaba destruida por completo, muchas cosas vinieron a mí mente, por ejemplo, Lexa. La extraño demasiado, como para olvidarla.

FLASHBACK

Entré a la habitación de Lexa, y ahí está,  más radiante que nunca.

–No te fuiste– dice mientras sus verdes ojos se iluminan destella.

–No– digo sonriendo.

–No te lamentes, debes volver con tú gente.–Es lo correcto.

–Entonces, vine a despedirme.

–Que nos volvamos a encontrar– exclama Lexa, extendiendo su mano.

Tomó su mano, y la acerco a mis labios, ella pone sus labios contra los míos, hasta quedarnos sin aire. Nos despegamos para tomar un sorbo de aire. Poco la voy despojando de sus vestiduras, Lexa se sienta en uno de los bordes de la cama, con el torso desnudo, la miro a los ojos, y me vuelvo a abalanzar sobre ella.

Nuestros cuerpos estaban desnudos, debajo de esas sábanas, yo acariciaba suavemente, cada uno de sus hermosos tatuajes.

(...)

FIN DEL FLASHBACK

                           

Significa que, el búnker estaba totalmente bajó tierra, era imposible desenterrarlo, sin ayuda. En ese momento me di  cuenta de, que iba a estar sola por el resto de mi míserable vida.

                           •••

Bellamy

–¿Cómo va la granja de algas?– pregunte a Monty, parecía estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo.

–No muy bien, pero va a funcionar– responde mientras se mete debajo de la máquina.

–¿A qué te refieres?.

–Empezará a producir, dentro unas semanas– explica.

–¿Viviremos de las provisiones que nos quedan?.

–Lamentablemente, si.

(...)

                          

Luego de un rato me dirijí a la sala del canciller, ahí me encontré con Raven.

–¡Hey!– dije alegremente–¿Qué haces aquí?

–Lo mismo que tú– dice con una pícara sonrisa en el rostro.

–¿Y qué estoy haciendo yo?.

–Husmear– dice con seguridad.

Abrió  una de las gavetas de los estantes donde se encontraban los archivos de todos los antiguos habitantes del Arca. Y empezó a buscar nombres en específico, sacó solo nueve carpetas.

–Clarke Griffin, Finn Collins, Bellamy Blake, Octavia Blake, Harper McIntyne, Monty Green, Jasper Jordan, John Murphy, y yo–
Exclamó Raven leyendo rápidamente.

–Nuestras vidas, en una carpeta.

–Exactamente.

(...)

I Can't Lose You Too [Bellarke] #EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora