Invisible Soledad
El cuerpo le pesaba demasiado y lo sentía agarrotado.
JungKook intentó abrir sus ojos, pero tuvo que darse por vencido al darse cuenta que no podía. Intentó normalizar su respiracion para calmarse, eso era lo que mas necesitaba sus nervios. Estaba convencido que si lograba recobrar la serenidad, seria capaz de ponerse de pie.
Sería una ardua tarea.
En su memoria estaba grabado a fuego _nunca mejor dicho_ el dolor que el sacerdote le había provocado con sus manos y le escocía tanto la frente como el brazo izquierdo. ¿que había hecho aquel hombre y de donde había sacado aquel extraño poder que se asemejaba a la magia negra? Intento no pensar en ello para concentrarse en calmarse.
Cogió aire despacio y lo soltó por la Boca, una y otra vez, hasta que sintió que el corazón dejaba de martillarle el pecho.
Abrió los ojos Muy lentanmendte y la luz lo cegó unís instantes. Cuando su visión se aclaró, JungKook reconoció donde estaba: en el salón de la granja de JungSeok. No le sorprendió demasiado encontrarse allí, ya que no recordaba haberse movido de aquel lugar. Recordaba demasiado bien la negrura que lo envolvió y como sentía que caía en un vacío frío y lleno de un extraño dolor.
Con mucho esfuerzo, el chico se incorporó y miró su bonito traje negro, totalmente arrugado. Con la ayuda de una columna y se puso totalmente erguido y alisó un poco su traje y pasó una de sus manos por su pelo para peinarlo, puesto que estaban hecho un revoltijo.
Contempló su al rededor buscando al sacerdote o a su hermana, pero estaba solo.
JungKook se acercó a una de las ventanas y observó el exterior. La mañana acababa de empezar y muchos de los lugareños estaban recogiendo mesas y restos de la comida de la gran plaza del pueblo, donde del día anterior se celebran la boda.
La boda.
La maldita boda.
Una congoja inesperada se apoderó de si corazón y decidió apresurarse a volver a su casa. No había nada allí. Su hermana lo había abandonado, la única persona que tenia lo había dejado en las manos de un hombre cínico que lo había agredido, simplemente para deshacerse de él.
Si ese demonio no hubiese aparecido ante sus ojos y no hubiese sido tan hamable con él...
Simplemente le hubiese robado el alma o matarlo, todo hubiese sido mas fácil. Era un demonio ¿no? ¿por qué ser bueno con él? ¿por qué los humanos eran a veces más malvados que los demonios?
Deja de pensar en estupideces- pensó haciendo gestos de negación con la cabeza para intentar despejar su mente. Lo más inminente en aquel momento era irse ahora que era temprano y podría pasar desapercibido.
JungKook dio media vuelta para dirigirse a la puerta de doble oja, cuando está se abrió e hizo que se quedace clavado en el sitio. SunHee y JungSeok entraron en la habitación cogido de las manos, sonriendo como solo podían hacerlo dos recién casado. Se le subió el corazón a la garganta mientras sentía la boca seca y estropajosa.
¿Que dirán ellos al verlo? Seguramente le gritarían y lo echarían a patadas como sifuese una inmunda rata. (vaya que ironía xD)Preparado para el impacto de los gritos, JungKook cerró los ojos y se encogió todo él, pero los gritos no llegaron y él abrió sus ojos consternado. SunHee y JungSeok tomaron asiento uno frente al otro con las manos unidas. El joven contuvo la respiración mientras los miraba boquiabierto ¿Cómo es que no le habían gritado?¿Cómo es que se sentaban embelesados el uno del oteo sin importarles lo mas mínimo que él estuviese presente?
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El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adpt
FanfictionEl día de la boda de su hermana, JungKook es sacado a bailar por un apuesto joven desconocido, era unos centímetros mas alto que él, el pelo de un rojo intenso y con unos profundos ojos grises. Nada más verle, jungkook no puede pasar por alto todos...