El día de la boda de su hermana, JungKook es sacado a bailar por un apuesto joven desconocido, era unos centímetros mas alto que él, el pelo de un rojo intenso y con unos profundos ojos grises.
Nada más verle, jungkook no puede pasar por alto todos...
Holis~ he vuelto ñ.ñ Quería decirles que estoy muchos mejor de salud, y que gracias por preocuparse por mi. ❤
Si hay algún error, por favor hagan me lo saber.
Disfruten de la lectura.
Antes de la fiesta
JungKook, con los ojos cerrados, repasaba en mente la letra de la canción de aquella noche。Aunque aun faltaba una hora para el comienzo del baile, él ya se había vestido para la ocasión。Había escogido de su armario un traje blanco con bordados en hilo dorado que representaban espigas de trigo。Era perfecto para honrar la estación del año。
Fuera se podia escuchar el trajín de los diablillos que finiquitaban los preparativos del festival。Ahora estaban acabando de trasportar los instrumentos del salón de música sobre un tarima improvisada。
El joven abrió los ojos y se miró en el espejo de su tocador。No hacía muchos días que se lo habían traído y no lograba acostumbrarse a todo lo que contenia: maquillaje, joyas y caros perfumes extranjeros。Él nunca había tenido nada de todo aquello y YoonGi tuvo que enseñarle para que servía cada frasco y tarro。
JungKook se echó un poco de perfume tras las orejas y escogio una fina gargantilla que se ató en el cuello。Pasó los dedos por las pequeñas Cuentas de oro blanco y se miró a los ojos fijamente. ¿Qué se proponía hacer aquella noche? ¿Encontraria el valor suficiente para cantar?
¿Cuál sería el destino que le superaba después del baile?
Sus mejillas palidecieron y alargó su mano para coger un pequeño tarro con colorete。Se puso un poco y su aspecto mejoró no así su alma。Puede que su envoltorio estuviese bonito y resplandeciente, pero lo que había dentro de él estaba completamente podrido。En aquel momento de debilidad necesita a su madre。Necesitaba que sus brazos lo acunara y que le susurrara al oido que todo saldría bien como tantas veces ella había hecho con su hermana. Cuando los problemas se cernian sobre SunHee, JungKook la abrazaba y la consolaba intentando imitar a su madre。
Él siempre había consolado a su hermana y escondido sus temores para ser fuerte por los dos。Pero ahora necesitaba el cariño de fu familia y estaba solo。
No tenia familia。
No tenia hogar.
Fuera, Hoseok estaba tocando una canci6n comprobando que el piano estuviese en perfectas condiciones. Le hubiese gustado tanto que él le hubiese ayudado a perfeccionar sus habilidades al piano。
Pero ya no podria ser。
El sonido de unos nudillos contra la madadera de la puerta lo sacó de su ensimismamiento y se levantó del tocador.
- Adelante。
MinHo entró con su impoluta vestimenta negra y blanca de mayordomo. Cerró lapuerta tras de si y se acercó a él con su paso firme y seguro。Lo repasó con la mirada y mostró su aprobacion。
- Estais muy bello esta noche - lo halaga。
Jungkook quiso dibujar una sonrisa pero los musculos de su cara no respondieron. Parecía como si los músculos estuviesen engarrotados. Así que solo le quedó darle las gracias al mayordomo.
-Es muy amable.
El demonio le tendió la mano derecha en forma de invitación.
-¿Le apetece que nos sentemos un rato antes de que comience el festival?
Kook asintió y él señaló las dos butacas que había frente a la chimenea apagada. Los dos se sentaron y Jungkook clavó la mirada en sus manos que colocó sobre su regazo. Pasó la yema de los dedos por la tela blanca de su pantalón de vestir
-Aún queda una hora para que comience el baile -comentó MinHo -¿os importaría que os explicase algo mientras tanto?
Jungkook alzó la mirada y miró al mayordomo. Sus ojos rojos parecían negros bajo las sombras. La llama de una de las velas del candelabro más cercano titiló y pareció estar a punto de apagarse.
-¿El qué? ¿Qué habéis venido a explicarme?
-Una historia. Una triste historia.
Desconcierto, asombro, estupefacción. Lo que el cuerpo de Jungkook comenzó a experimentar era mucho más que cualquier definición. ¿Una historia? ¿A qué venía el explicar cuentos ahora? El baile empezaría dentro de cincuenta minutos y lo que menos necesitaba era que le metiesen en la cabeza cualquier historia absurda. Además, MinHo nunca solía ponerse tan serio en su presencia y jamás habían hablado demasiado y mucho menos de temas que pudiesen ser comprometidos.
-¿Para qué quiere explicarme una historia? -preguntó con desconfianza.
-¿Para que cree usted que se cuentan las historias? -le replicó él. Jungkook guardó silencio prefiriendo escuchar su respuesta -. Las historias suelen explicarse para que otros saquen conclusiones y eviten situaciones semejantes. ¿Para qué son los cuentos infantiles sino para que los niños entiendan una serie de situaciones que, de otro modo, no comprenderían? No fiarse de desconocidos, ser valiente, tener esperanza, creer en uno mismo... Sentir amor. Las historias suelen dar información y ejemplo.
Jungkook asintió con la cabeza sin entender todavía el propósito del mayordomo con todo aquello.
-¿Pero por qué ahora? -quiso saber-. ¿Por qué ahora y no otro día?
El demonio le mostró una sonrisa afilada. -¿No se siente capaz de escuchar un simple relato?
-No lo sé. Lo cierto es que estoy bastante confundido. -Y no mentía
Después de todo lo ocurrido el día anterior se sentía dentro de una profunda pesadilla de la cual no podía despertarse por mucho que chillara o pataleara.
-Ciertas historias es mejor escucharlas en los momentos menos propicios.
-¿Qué quiere decir con eso? ¿De qué trata esta historia? -Comenzó a temerse lo peor. Todo parecía demasiado calculado y teñido de un color demasiado oscuro.
-Esta historia relata la vida de alguien muy importante para los dos. Puede que con ella entienda muchas cosas señorito y pueda cambiar las cosas.
Jungkook se aferró a los brazos de su butaca tapizada en tonos pastel esperando a que él comenzase a hablar. ¿Qué cosas? ¿A qué cosas se refería? Un mal presentimiento le recorrió la columna vertebral cuando MinHo volvió a abrir la boca. Una triste historia había dicho. Y solo había una historia que pudiese unirlos a ellos dos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.