El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adpt

Capítulo 21

Te lo dedico ñ.ñ
crispcruz  ❤❤❤

Lo que se necesita para poder sobrevivir 

Las estrellas y la luna menguante ya estaban instaladas en el cielo cuando JiMin aterrizó sobre el tejado de pizarra. El demonio hizo desparecer sus alas y se sentó sobre el tejado sin soltar a JungKook que se quedó entre sus brazos y sentado sobre Su regazo.

Se sentía tan bien estando recostado sobre su pecho que no quería separarse de él. Al menos no aquella noche cuando más le necesitaba. El corazón le latía fuertemente y aunque el pecho de JiMin estaba inerte, el suyo parecía latir por los dos.

El demonio acarició su cabello despeinado y a Kook lo invadió una tranquilidad abrumadora que consiguió que sus ojos dejasen de derramar lágrimas amargas.

Ninguno de los dos había abierto aún la boca, pero todavía no había llegado el momento de hablar. ¿Cómo atreverse a romper aquel silencio que les unía hasta límites insospechados? ¿Cuándo un silencio había dicho más que mil palabras?

Una ráfaga de viento hizo que el joven tiritase y el cuerpo del demonio se tensó. Alejando sus poderosos brazos de él, se quitó la chaqueta y se la pasó por los hombros. Kook se Sonrojó y le sonrió con timidez. A pesar de que estaba sucio de hollín, JiMin no se alejaba de él y le ofrecía su chaqueta. Era muy atento y eso hacía que el alma de JungKook se llenase de un dulzor parecido a la miel. Todo él se volvía como un terrón de azúcar entre sus brazos.

-Muchas gracias -dijo Jungkook rompiendo el silencio impuesto entre los dos. Había llegado el momento de hacerlo, ya no podía prolongarse más.

El demonio lo miró con las facciones de su rostro serio y con sus ojos grises brillantes.

-¿Por qué te has ido corriendo del castillo sin decirle nada a nadie? ¿Sabes lo preocupados que estaban todos cuando no te han encontrado por ninguna parte? -lo estaba regañando y él aguantó su mirada sin apartarla ni un instante. Era cierto, había sido un insensato por haberse marchado tan precipitadamente Pero JiHo había sido tan cruel y era una cuestión vital que él se cerciorase de que le estaba diciendo la verdad.

-Siento que os hayáis preocupado pero... es que...

-¿Es que qué? -le urgió él.

JungKook le miró algo perdido. ¿No sabía nada de su conversación con JiHo? ¿Nadie lo había visto mientras conversaban en el jardín? Un escalofrío le recorrió la espalda y, muy lejos, tras JiMin distinguió una fugura humana con alas. JiHo les estaba observando en la distancia y sabía que lo estaba fulminando con la mirada. ¿Lo querría amenazar en la lejanía o ponerlo a prueba? Fuese lo que fuese haría lo que le dictase el corazón y la razón.

-Necesitaba comprobar una cosa -le respondió a JiMin apartando la mirada de sus profundidades grises.

-¿El qué?

Parecía tan enfadado y desesperado que se le aceleró la respiración. Se aferró con más fuerza a la manga de la camisa de seda de JiMin.

-Necesitaba comprobar si todo seguía igual -le explicó manteniendo parte de la verdad oculta.

-¿En qué sentido?

Aunque le dolía tuvo que seguir mintiéndole en parte. No le diría nada sobre su conversación con JiHo. Aquello era algo entre el demonio de ojos como perlas y él.

-No lo sé -mintió-. Quizás solo quería volver a ver mi casita.

Él asintió mientras le acariciaba la espalda bajo la chaqueta.