capítulo 6

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El bosque de los lobos


Un fuerte aullido reventó en la noche.

JungKook mira tras de sí,  pero lo único que podia odistinguir eran sombras. La luna brillaba creciente en el cielo, al igual que las miles de estrella que le alumbraba el camino junto con el candil encendido que llevaba en la mano. Pero esas luches eran mínimas y solo permitía ver una parte del terreno.

Tragó saliva y continuó su camino por el bosque. Había decidido poner rumbo al este, donde sabía que había un manantial en la colina de una montaña. Aquel sería un lugar agradable donde vivir.

Volvió a escuchar un aullido.

Esta vez giró más rápido que la vez anterior y alumbró frenéticamente a su alrededor. Todo parecía estar en de cierto, salvo las sombras que proyectaban los árboles, las piedras y los matorrales. Tenia el corazón en un puño. Y los nervios se le instalaron en su estomago. Debía calmarse y seguir adelante. Posiblemente no fuese nada y se estaba imaginando cosas. Los lobos aullaban a la luna y para llamarse entre ellos. Eso no quería decir que fuesen a atacarlo en manada.

JungKook alzó más el candil y continuó su camino intentando hacer el menor ruido posible, pero no pudo evitar trastabillar contra una zarza y engancharse la ropa. Soltando el petate a un lado, comenzó a pegarse tirones de su ropa con la mano libre, mientras el candil se balanceaba de un lado a otro.

Nuevamente un aullido se hizo eco en la noche, seguido de muchos más. Los sintió increíblemente cerca.

Un escalofrío recorrió la espalda de de JungKook y se apoderó de su entendimiento el pánico

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Un escalofrío recorrió la espalda de de JungKook y se apoderó de su entendimiento el pánico. Tironeó más fuerte sin importar que se hiciesen jirones. Agudizó el oído mientras continuaba tirando con fuerza. Escuchó el sonido de patas a la carrera, un sudor frío le recorrió la frente y la palma de la mano.

Por fin consiguió liberarse justo en el instante que vislumbraba por el rabillo del ojo a cinco lobos corriendo. Sin  recoger el petate del suelo, JungKook comenzó a correr tan deprisa como pudo, mirando hacia adelante para saber donde pisaba.

Los ladridos de los lobos se internaron en el interior de sus oídos al igual que su respiración descontrolada. El candil se balanceaba frenéticamente de un lado para otro, alumbrando pobremente el camino, JungKook casi no veía por donde andaba, lo único que pensaba era en correr y alejarse de los lobos. No le importó rasgarse más la ropa como la piel. No le importó rasguñarse la cara con las ramas bajas de los árboles, al igual que paso por alto los múltiples golpes que se daba en el brazo libre al apartar algunas ramas que le obstaculizaban el paso.

JungKook penetró en un claro sin respiración y con flato en las caderas. Miró hacia atrás, esperanzado de haber perdido a los animales. Pero regresaron los ladridos y los cinco lobos saltaron ante él mostrando los dientes y gruñendo. Intentó huir, pero uno de los animales saltó sobre él y lo tiró al suelo. JungKook cayó cual largo era y el candil salió volando hasta estrellarse unos metros más allá. La luz se apagó y reinaron las sombras que proyectaban la luna y las estrellas.

El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora